Entramos en la casa, había demasiada gente para mi gusto y la música estaba muy alta, igual yo no era referente de nadie porque no me gustaba salir mucho.
Seguí a mi hermano y a Alex que se detenían cada tanto a saludar a distintas personas, deducía que eran de la misma universidad que ellos porque parecían de la misma edad, mientras tanto trataba de ver si podía llamar a algún Uber para poder irme a casa, pero había dos problemas.
1. No tenía dinero.
2. Mi celular se había quedado sin batería.
Resignada guardé mi celular y seguimos camino hasta que frenamos junto a un grupo de chicos y chicas que se encontraban cerca de una puerta que creo que conducía al patio.
Una de las chicas se dio vuelta sintiendo nuestras presencias y nos recibió con una gran sonrisa.
— ¡Llegaron!— exclamó y todo el grupo se percató de nosotros, comenzaron a sonreír y a saludarnos, la chica se acercó a Alex y lo abrazó.
— Si, se nos hizo un poco tarde en la pizzería. — comentó Alex, respondiéndole el abrazo, cuando se despegaron le tendió el vaso que la chica llevaba en la mano a Alex y éste lo recibió con gusto. — ¿Qué es?— le preguntó a ella mirando la bebida.
— Vodka con un poco de jugo de naranja. — la chica le sonrió.
— Genial— contestó mi primo y se lo llevó a los labios.
La chica me vio y me saludó.
— Hola, tu debes ser Emma, no?, soy Abril, pero me puedes decirme Abi. — sonrió. Debería de tener la misma altura que yo, aunque ahora parecía más alta por los zapatos que llevaba. Era rubia, de ojos entre verdes y azules, llevaba un vestido ajustado blanco que le quedaba como una segunda piel.
— Hola, si soy Emma— sonreí nerviosa.
— Ven aquí. — me tomó de la mano y me acercó a la ronda donde estaban todos.
Miré hacia atrás y me percaté de que una de las chicas del grupo se dirigió hacia mi hermano, se inclinó hacia él y le plantó un beso en la boca, eso automáticamente me desconcertó. ESPEREN un momento, ¿mi hermano tenía novia?, y lo peor de todo ¿nunca me lo dijo?, la verdad es que me quedé bastante sorprendida.
Con mi hermano solíamos hablar una vez por semana y nunca me había mencionado que estuviera en algo con alguien. Si era verdad que a veces trataba de sacarle la pregunta a la luz pero él cambiaba de tema rápidamente.
Alex se dio cuenta de mi mirada de desconcierto, se me acercó y me dijo...
— Ella es Gabriela, está en algo con tu hermano hace dos o tres meses.— me comentó.— no te lo dijo porque hasta que no sea "oficial" no les quería contar nada, es una buena chica, es muy inteligente, responsable y muy linda, pero...no es mi tipo.— me dijo y yo me reí.
—Ya me imagino que no es el tuyo, y si, es muy linda— admití.
— Alex, ¿trajiste una compañera a la fiesta?— uno de los amigos nos interrumpió; automáticamente comprendí lo que quiso referirse con eso y me puse bordo.
— No idiota— contestó Abi y mi primo puso cara de asco.— Ella es Emma, la prima de Alex, la hermana de Santi.— señaló a mi hermano para que sea consciente de que él estaba al lado nuestro, o eso creíamos, pero mi hermano ya se había ido con su "novia" hacia donde todos estaban bailando.
— Perdón, en serio— sonrió el chico avergonzado y pude notar como sus cachetes comenzaron a tomar un tono más rosado.— es que pareces mayor, ¿Cuántos años tienes?
— 17, y si, muchos creen que tengo más, no hay problema — sonreí tímidamente, el chico me devolvió la sonrisa.
Alex elevó su tono de voz para poder hablar, la música ya me estaba cansando.
— Emma ellos son nuestro grupo de amigos:
El es Thomas— señaló al chico que me confundió con un ligue de una noche de mi primo, era un chico alto, rubio, de unos muy lindos ojos azules o eso era lo que pude ver con la poca luz que había— y ellos son Sebastián e Iván.— señaló a dos chicos al lado de Thomas, el primero era un morocho de ojos marrones y el otro tenía la cabeza casi rasurada, al parecer era morocho, sus ojos eran de un color verde bastante bonitos.
— Hola Em, ¿puedo llamarte así? — me preguntó Sebastián. Asentí y le sonreí.
— Que hay?— me saludó el otro.— permiso, acaba de llegar mi chica, un gusto conocerte.— me sonrió y se retiró del grupo hacia la puerta de entrada.
— y por último, ella es Maia— señaló a una chica colorada muy bonita, con un montón de rulos naturales.
—Hola, amo tu pelo. — fue lo primero que dije, ella se rio.
— Gracias, aunque ya no lo soporto. — admitió.
— me imagino. — sonreí.
— ¿Quieres algo de beber?— me preguntó Sebastián
— eh...No gracias. — le sonreí.
— okey, tu te lo pierdes. — Me dijo guiñándome un ojo y sonriéndome— Alex ¿me acompañas?— le preguntó.
—Claro bro. — vi como Alex y Sebastián desaparecieron entre la multitud.
Otra vez me habían dejado sola, menos mal que no lo pensaban hacer, no?
— Em, ven, vamos a bailar. — me tomaron Abril y Maia de la mano y me llevaron hasta donde estaban todos.
Bailamos por un rato, reímos, ellas me ofrecieron para tomar pero les dije que no, soy una persona que no le gusta el alcohol, me parece súper amargo y asqueroso, y si, ya lo había probado, algunos, pero ninguno me gustó.
Esto no estaba saliendo tan mal como creía, las chicas no me dejaron nunca sola y me hicieron sentir bastante cómoda.
Una hora más tarde se unió mi primo junto con Sebastián, mi hermano y Gabriela.
Pudimos presentarnos y la verdad fue que me cayó bastante bien, verdaderamente parecía una buena chica, y esperaba que fuera así.
Después de eso seguimos bailando y disfrutando de la noche que no pude negar, estaba siendo increíble, hacía mucho que no salía y la estaba pasando muy bien con la compañía de los amigos de mi hermano.