Me duele aceptar que poco a poco todo llega a su final, que no se puede dar marchar atrás y arreglar lo que roto ya esta.
Entendí que tú no eras para mi,
que debía dejarte ir por que aunque mi alma doliera no podía obligarte a quedarte aquí.
Todo fue un sueño imposible de alcanzar y al despertar dolió la realidad que aunque te amara tus ojos en mi ya no estaban.
Me gustaría saber que te sucedio porque de golpe en frío te envolvió, me encantaría saber donde quedó aquel hombre que un verano me enamoró.
Las despedidas son dolorosas,los finales no siempre son felices,pudimos ser todo lo que un día soñamos pero eso ya forma parte del pasado.
Te ame, me entregue, te creí y no me arrepiento de hacerlo; existieron momentos bellos pero la frialdad se apoderó separando los caminos, para ya no volver a unirnos.