En Persépolis seria, en teoría el fin de la misión de venganza para los griegos hacia el imperio Persa, pero para Alejandro Magno, a pesar de haber cumplido con su misión de vengarse de los Persas para saciar la venganza por parte de Grecia y en cuanto a Crito dijo lo siguiente, mientras que le pasaba una antorcha a Alejandro Magno:
-Y para terminar con el trabajo, quememos el palacio.
Mientras que los soldados de Alejandro Magno se golpeaban los pechos, Parmenio dijo lo siguiente:
-Alejandro, eres el emperador de un gran imperio, ¿Por qué quieres quemar tu propio palacio?
-Qué clase de hombres son, no podemos violar a sus mujeres, y ahora no vamos a quemar nada, acaso es esta vuestra venganza -dijo Filotas.
-Hijo mío, déjalo estar, ya cumplimos con nuestra misión, ya es tiempo de volver a nuestra amada patria -dijo Parmenio, padre de Filotas.
-Aun no vamos a volver a Grecia, mientras que Darío III siga vivo y en libertad, hay que atraparlo y matarle, antes de eso no regresaremos a Grecia -dijo Alejandro Magno.
Y después de esto Alejandro Magno procedió a quemar el palacio que se encontraba en Persépolis, y el palacio en cuestión se quemó casi por completo, y lo poco que se salvó del fuego fue saqueado por los soldados griegos.
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