El día paso rápido, solo almorzamos y vimos una tienda de Sephora, mas maquillaje para su colección de Drag y volvimos a conducir hasta mi casa.
— Solo espero que utilices protección. — Referente a eso, tengo miedo de decirle a Lucas su reacción es muy importante para mi, teníamos días sin hablar por su entrenamiento el al no estar enterado de eso me da miedo que descubra todo solo, al bajar del auto solo lo vi desde la ventana sentado cerca de mi cama pero al verme solo se movió fuera de mi vista.
Volteo y Andres me guiña un ojo, pensara en muchas cosas creara una película mental y se lo dirá a su novio, solo estaba nerviosa, busco la bolsas y agarro mi cartera.
—Te amo, cuídate en la fiesta ¡Y no se te olviden las reglas!— Es sonríe y las empieza a recitar
— 1-No alcoholizarse, 2-No enamorarme, 3- Sexo con protección— Faltaban varias pero solo lo mire y empece a caminar a la puerta
— ¡Y no drogas!— Lo grito, esta regla había sido establecida desde que Andres estuvo en rehabilitación, había pasado por mucho y no queríamos que todo se repitiera, todavía recuerdo estar a orillas de su camilla verlo ahí con un reporte de sobredosis su lado, era difícil de creer que el perfecto Andres recurriera las drogas cada vez que se encontraba en problemas, sabia que ingería solo en las fiestas y creo que es normal ¿Que joven no había probado? pero no que se había vuelto adictas a ella.
—370 días, estoy bien — dijo los días que llevaba sin ingerir ningún tipo de drogas y solo se limito a sonreír, el era fuerte, estaba segura que no lo haría pero aun temo por el y su seguridad mental
Solo entre a la casa y Andy se acerco a mi, mi pequeño Gran Danés, bueno ya no tan pequeño, era un adulto y al colocarse en dos patas era de mi tamaño, un regalo dado por mi tío a los 8 años.
— ¿Donde estaba ese pequeño príncipe?, mi hijo hermoso, ¡Dios me encantas! — Mi voz de niña siempre la utilizaba cuando lo saludaba y ver su cola moverse era hermoso
— Deja de hablarle como si fueras un bebé te ves estúpida— Lucas aparece en las escaleras que se ven apenas entras a la casa, dan a las habitaciones y el baño, su sarcasmo era normal pero hoy se veía molesto, ¿Practicas, Dante, comida? aveces era difícil comprenderlo, mas difícil que comprender a mi mamá algunas veces, Estresante.
— Déjame adivinar tu enojo, ¿Estas en tus días?— Enarco una ceja desafiante y se le sale un sonrisa, y se sienta e el sillón y colocas sus pies e la mesita— No.. Es muy fácil, ¿No combinaste bien tu ropa y Dante se enojo hoy porque no iban a juego?—
Me acerco a el y se empieza a reír por mis palabras, de verdad extrañaba esa risa— ¡Bingo! La adivine— Bromeo y empujo sus pies al suelo con mi mano, la sala estaba muy poco iluminada solo estaban las luces de el espejo y una de las lamparas encendidas, pero aun así sus dientes blanquecinos parecían reflectores.
— Me parece una falta de respeto lo que acabas de hacer— El bromea pero sabe que no le gusta a mi madre sus pies en la mesa.
— Marchitaras las flores con ese olor— Sonríe pero su cara vuelve a tornarse seria al ver la mesita, noto el correo impreso de parte de la secundaria a la que llegaría por el intercambio de ese año. ¡DIOS COMO LA DESCUBRIÓ! Mi mamá, sabia que no podía decirle hasta que le dijera a Lucas, pero ella me lo prometió.
Mi cara era un dilema, o eso dijo el.— No fue mi tía, calma, Deje la portátil en la oficina de Martíntin— Era como solemos decirle de pequeños a mi tío— y subí a utilizar la tuya y vi que no cerraste nada y lo leí, ¿Cuando pensabas decirme?
— Esta noche, sabia que no irías a la fiesta Lu Hang y quería un momento intimo de hermanos para hablarlo— Sabia que mi semblante estaba mas pálido de lo normal y mis manos sudaban por nervios y miedo, no quería perderle.
— Vamos por unas hamburguesas y al Stotts College, lo hablamos con calma y con el estomago lleno se piensa mejor— Sonríe y subo para cambiarme y colocarme mas cómoda.
Una falda negras una camisa de cuadros roja y azul, zapatillas deportivas negras y un maquillaje sencillo, labial rojo que compre en Sephora, y la fragancia habitual, bajo las escaleras rápidamente, veo a Lucas revisando instagram en el mueble, llevaba la misma camisa a cuadros y los jeans negros con unas converses que no se quitaba por nada del mundo, sin intenciones y como era habitual íbamos a conjunto.
— Yo conduzco y compro las bebidas y el postre, tu compras la comida y si da tiempo te llevo al cine pero lo pagas ¿De acuerdo?— Sonríe, y ve la hora en el móvil, eran las 7pm, teníamos tiempo de sobra
— Completamente de acuerdo—Sonreímos y nos dirigimos al garaje, estaba el Audi gris plomo y solo para molestarlo, ya que el día que fuimos a comprarlo el decía que quería un auto negro, señalo el Audi y una de las vendedoras que según el estaba muy maquillada y no podía opinar de colores si se atrevía a utilizar su uniforme verde con labios rojos casi naranja. Siempre le repetía que el auto era Gris plomo.