Capítulo 29.

29. Fiesta de disfraces.

Cassie

Conteniendo la respiración y tomando el brazo de Megan nos movemos de la puerta y del espectáculo que acaba de dar el chico. Él tan pronto dejó de vaciar su estómago, se limpió la boca con su brazo y nos regaló una sonrisa para después volver a la fiesta como si nada. Ni siquiera se molestó en ir por algo para limpiar la entrada.

—¡¿A dónde vamos?! —habla en tono alto, Megan, para que su voz llegue a nuestros oídos. La música es tan fuerte que ni siquiera la oiría si gritara, por suerte estoy a su lado y eso me permite escuchar lo que dice.

—¡No lo sé! —le respondo del mismo modo.

Helena tira de Megan y por siguiente, la castaña tira de mí. Nos movemos por al lado de la avalancha de adolescentes que bailan y cantan con furor la música que está de moda en este momento. Recibo algunas pisadas y un golpe en mi cuerpo por el impacto de sus cuerpos moviéndose sin control, pero llego sana y salva hasta donde la rubia nos guía.

Observo como Helena habla con el chico del otro lado de la barra improvisada que hay a un lado de donde los cuerpos se mueven sin cesar. El chico le sonríe y le regala un guiño antes de alejarse un momento para traer consigo dos botellas de distintos colores. No hay que ser inteligente para saber que esos dos líquidos son alcohol y que va a prepararle un trago.

—Jad dice que ellos ya están aquí —comenta Megan, acercándose a mí para escucharla correctamente—, y dice que Asher ha venido con el disfraz que le has dejado. —Sonríe.

Me río y espero con ansias a que nuestra amiga reciba su bebida para poder ir al encuentro con los demás y verlo.

—Tomen. —Helena nos extiende dos vasos rojos con algo que desconozco. —¡Por la primera fiesta de Cassie! —exclama, alzando su vaso.

Miro el contenido del recipiente y después la miro a ella.

—Helena, no creo que...

—¡Oh, vamos! Solo un trago para comenzar.

Sabía que Helena es una chica extrovertida que le gusta divertirse. Ha asistido a algunas fiestas que hacían en el instituto, no es fiel a ir a todas, pero no se pierde una que otra. También sé que beber alcohol es algo que ya ha hecho, yo por el contrario no. No creo que beber media copa de alcohol en las fiestas navideñas cuente, ¿o sí?

De todas formas, lo que bebo en casa no es nada comparado con lo que puede haber en este vaso. Papá es de comprar bebidas suaves en los que el alcohol es mínimo, casi inexistente.

—Yo no bebo alcohol —comunica Megan, negándose a tomar del vaso.

—Bueno, si no quieren beber no lo hagan. —La rubia se encoge de hombros, restándole importancia—. Yo voy a hacerlo, tengo mucha sed.

Y a continuación deja vacío el recipiente, tomándose de un solo golpe todo su contenido. La veo cerrar sus ojos con fuerza y soltar un jadeo por lo fuerte que debe de ser la bebida, pero después se recompone y nos observa.

—¿Vamos en busca de los chicos?

Ambas asentimos a la pregunta de Megan. Dejo el vaso sin tomar encima de la barra y sigo a las chicas, tomándome del brazo de mis amigas. Volvemos a chocar con algunas personas a medida que avanzamos en busca de una salida al jardín trasero, donde Jad le ha dicho a Megan que están.

El viento golpea con mi rostro y agradezco que lo haga. Dentro de la casa se siente todo caluroso y quedarme bastante tiempo allí me causará una descomposición con un traje de invierno encima.

—Bonito disfraz, Cassie. ¿Qué eres exactamente?

Al escuchar su voz divertida, alzo mis ojos para encontrarme con los suyos.

—¿Y qué eres tú? —inquiero, recorriéndolo de pies a cabeza.

Asher no se ha animado a entrar a la fiesta con el disfraz que le dejé, sino que lleva un abrigo exactamente igual al mío para cubrir su cuerpo hasta las rodillas. Claro, por eso mismo están afuera. Dentro se moriría de calor con eso puesto, y ellos parecen llevar desde el comienzo aquí.

—Creo que tú lo sabes bien —comenta divertido. Él no parece disgustado con la idea de que haya cambiado su disfraz o lo está disimulando bastante bien.

Dejo de prestarle atención para poder observar a los demás. El primero a quien observo es a Alex, disfrazado de Superman y a quien le sienta muy bien los colores del superhéroe. Su traje tan ajustado deja apreciar los abdominales que se carga consigo, al igual que sus grandes brazos y algunas anatomías que volverían locas a las chicas. La mandíbula apretada y la mirada tan intensa que tiene en este momento es ideal, tanto como para que pueda presentarse a un casting y obtener el papel del verdadero personaje. Él parece no querer despegar sus ojos del cuerpo de Helena, la cual comienza a ponerse nerviosa al tocar su cabello, ahora, negro.

El próximo que tiene mis ojos encima es Logan. El castaño se ha disfrazado de un delincuente con su traje naranja y los botones desabrochados hasta la mitad de su pecho desnudo, donde se pueden ver marcas de labial esparcidas hasta su cuello y donde cuelgan algunas cadenas doradas. Sus brazos desnudos están cubiertos con tatuajes ficticios y en una de sus muñecas tiene colgada unas esposas. Su cabello está todo desordenado, sus ojos azules resaltan en la oscuridad de la noche y sus labios se ven rojos e hinchados. Al parecer el castaño se ha mantenido entretenido en este tiempo.