Alfa 01

Capítulo 2. Nuevo Mundo

 

Aquello era sumamente extraño; el rifle se encontraba apuntando directamente a la nuca de Alex quien aún se hallaba pálido ante lo ocurrido. "Voy a morir, definitivamente voy a morir, pero es un sueño, sí, debe serlo, definitivamente lo es, entonces, despertaré y todo estará normal, se lo contaré a los muchachos y bromearán acerca de ello, sí, eso es lo que ocurrirá" decía a sus adentros.

-Parece ser que no hablará –dijo uno de los integrantes de aquel grupo –tan sólo míralo, está tan pálido como un fantasma, habrá que llevárselo, no podemos quedarnos aquí, tal vez se percaten de que les falta uno y regresen con refuerzos para recuperarlo; no estamos listos para ello.

-Tienes razón, bueno, ustedes átenlo y asegúrense de que no traiga nada encima, lo último que queremos es que lleve algún tipo de transmisor.- Ordenó el sujeto que apuntaba fríamente a Alex.

Tras tomar ciertas medidas y atar al joven, se trasladaron hasta su guarida. Allí desprendieron las vendas que cubrían sus ojos. El salón se encontraba totalmente oscuro, unas ventanas rotas daban pista de que era un lugar abandonado; las telarañas y la gran presencia de polvo que cubría los muebles daban más fuerzas a aquella idea. Más temprano que tarde, los integrantes del grupo que lo había secuestrado se posaron ante él, de frente, en primer lugar se encontraba el hombre que antes le había amenazado con su rifle; se trataba de un hombre que aparentaba unos 30 años de edad, ostentaba un cuerpo musculoso con alguna que otra cicatriz en sus brazos. Entre los otros integrantes se encontraban una chica de unos 22 años, con aspecto asiático; un muchacho joven que lucía 15 años, de porte africano; un par de sujetos mayores cuyas meras miradas no daban una buena sensación; una muchacha rubia, joven, de unos 19 años quizás. Todos lucían trajes militares, «quizás es un grupo de rebeldes, puede que en mitad del sueño se haya iniciado una guerra y ahora esté envuelto en todo un desastre, nunca esperé que tener el sueño pesado me causara tantos problemas» pensó Alex.

-Bueno, se los dejo a ustedes, ya debo irme. Bye bye.- Dijo la muchacha asiática, a la vez que su cuerpo se desvanecía por completo de la estancia.

-¿Qué? ¿Pero qué demonios es eso? ¿Cómo se supone que hizo eso? Primero unos tipos raros atraviesan puertas cerradas como si fuese algo totalmente normal, ahora, la gente desaparece así como así de la nada, ¿pero es que alguien me puede explicar qué carajos está pasando aquí? – Preguntó ya totalmente confundido Alex.

-Probablemente sólo es un nuevo, vaya que no es de las mejores bienvenidas que hemos dado, yo digo que le dejemos en paz si no queremos otro enemigo. –Comentó la chica rubia.

-Nada de eso – Respondió uno de los sujetos robustos y de mal aspecto – Quien dice que no es un espía, bien se puede estar haciendo pasar por alguien que no sabe nada. Yo opino que lo torturemos hasta que suelte todo lo que sabe, si al final no sabe nada, entonces le diremos la verdad.

-Si hacemos eso, y termina por ser falso que es un espía, ¿qué demonios te hace pensar que luego de haberlo torturado él va a ser nuestro camarada así sin más?- Comentó el joven de tez oscura.

-Ya basta, el que toma decisiones de ese tipo soy yo- Contestó el hombre que indicaba, por todas sus acciones, ser el líder – a ver muchacho, dime, ¿qué sabes O.S.A.U?

-¿Pero de qué demonios están hablando? No logro entender nada de lo que dicen, ¿qué es eso de Osa no se qué?, ¿dónde estamos?, ¿por qué ocurren tantas cosas sin sentido?

-A ver, sólo lo diré una vez más- Entonces, los ojos de aquel sujeto se tornaron más fríos que el hielo, su mirada reflejaba una sincera y feroz advertencia: Si no me dices lo que quiero saber, te mataré aquí y ahora. –Dime, chico, ¿qué es lo que sabes de O.S.A.U?

Sus manos le temblaban a más no poder, el sudor bajaba por todo su cuerpo y su garganta titubeaba seca al quedarse sin saliva. Sus ojos buscaban algún tipo de compasión en alguna parte, pero a donde viese no encontraba refugio; lo tenía claro, si aquel sujeto daba la orden de que le asesinasen, todos ellos cumplirían sin poner objeciones en dicha orden. Despertar, deseaba despertar cuanto antes de aquella pesadilla que, aunque no tuviese ningún tipo de monstruo ni ser paranormal, le estaba resultando más real, más temible que cualquier otra. Sentía que realmente iba a morir allí.

-Bueno, está bien, hay que dejarlo, nos hemos equivocado.- comentó el líder.

-¿Qué? Espera, ¿es esa tu resolución final? Pero si apenas le has hecho una pregunta- Dijo el otro de los hombres de mal aspecto.

-Sí, no necesito más, ya he visto lo que necesitaba saber en sus ojos. Este chico no siente más que un profundo miedo, no tiene nada que ocultar. Lo siento por haberte tratado tan mal muchacho, pero es protocolo que debemos seguir por nuestra seguridad y la del mundo.

-¿Pero que están hablando? Todo esto es un sueño, ¿cierto?- Preguntaba ya cansado de todo aquello, Alex.




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