Algo Impensable

El Estúpido Día de San Valentin

Capítulo Cuatro

Stéfano García

14 de Febrero, día de San Valentin

Como ya he dicho, odio San Valentin.

Es una celebración absurda, demasiado. Solo imagina que tu novio te engaña y siempre se la pase con alguien más pero llega San Valentin y se hace el novio perfecto. Hipócrita, muy hipócrita.

Aún recuerdo como tenia que aguantar como Elizabeth, Luna y Carol, como se la pasaban de compras, debia pasar todo el jodido día en un centro comercial y solo lo hacia por que queria muchisimo a Elizabeth pero si Renata me decia que fueramos a un centro comercial le diria que no.

Pensé eso y me rei internamente.

Si claro, como si le fuera a negar algo a esa chica.

Sali de el baño con la toalla en la cintura, fui por mi teléfono que se estaba cargando y le escribi un mensaje a Renata.

Yo:

Ey, ¿En la cafeteria de siempre?

Me estaba poniendo la camisa del uniforme cuando mi teléfono sono, suspire poniendo los ojos en blanco y con la camisa desabrochada mire el mensaje: Era de Renata.

Solo si me prometes que no llegaras con osos y flores jaja

Me rei ante ese mensaje, esa chica de alguna forma sabia como hacerme dejar que sea una piedra, ella sabia como hacerme sensible. Ah pero eso si, también sabia como ponerme de piedra pero no en tanto a la personalidad, mejor dicho, pone de piedra a algo en mi.

Jaja, claro que no

Me vesti y fui a desayunar con Andrew y Sam, estabamos conversando pero me di cuenta de que ya tenia que empezar mi turno, sali del departamento y me fui a la biblioteca.

***

Decir que habia muchisimo tráfico era poco: Las calles estaban inundadas de carros, regalos, osos, flores, chocolates y así. Era también obvio que los centros comerciales estaban a reventar y que las florerias y las fincas floricolas estarian nadando en dinero.

Como era San Valentin y la gente salia a divertirse, casi no habia gente en la biblioteca pero honestamente cuando estoy en ese lugar olvido lo que son las personas, las sociedades y eso por que mi mente, mi mirada y todo mi ser solo se fija en alguien: Renata.

Era una chica tan simple y común pero también tan perfecta. En estos días que hablamos supe más cosas sobre ella: Su color favorito era el rosado, amaba la literatura, la anatomía y ese tipo de cosas, era muy calladita a primera vista pero cuando te agarra confianza no hay quien la pare, es muy tierna y sentimental, algo empalagosa, adoraba todo lo tierno y simple, así que si tu le llevabas una chocolate de 5 centavos ella lo veia como una corona, le gustaba la música tranquila y eso, le facinaba dibujar y crear diferentes historias con sus dibujos.

Era una chica muy activa y optimista, una chica que se la vive sonriendo y que piensa que el mundo es color rosa y arcoíris, es una chica completamente contraia a mi pero supongo que eso de que "Los Polos Opuestos se Atraen" es muy cierto entre Renata y yo.

La veia siempre y esa chica no se daba cuenta. Como era Sábado estaban todos libre y Renata solo se la pasaba en la biblioteca así que decidi escribirle.

Yo:

Mira a la puerta

Yo estaba en la puerta, le dije eso, ella lo vio, miró a la puerta y con esa mirada tan seria que tengo pero con una sonrisa me vio, me vio y le giñe el ojo, rápidamente ella se puso nerviosa y me escribio un mensaje.

Sientete especial, que yo no dejo mi lectura por nadie ·*· Ahora salgo

Como ya termino mi turno solo me quede para molestarla, estaba Andrew de turno ahora así que sali y la espere en mi auto, ella salio de la biblioteca y cuando me vio sonrio como si una niña hubiera visto un unicornio.

- Gracias a Dios no mentiste de que no traias flores y un oso enorme- me dice con una sonrisa, yo me acerco más a ella y la tomo de la cintura.

¿Qué?

Ella me deja hacerlo y no le molestaba, ni a mi tampoco. Es más, creo que le gusta aunque lo niegue.

- Claro, yo no miento- le susurre al oido de forma seductora y ella solto una risa nerviosa.

- Basta- me dijo ruborisada e intentando safarze de mi agarre pero como en juego ya que lo hace muy suave y la mire con una sonrisa.

- ¿Nos vamos?- le pregunte abriendole la puerta de el copiloto, ella entró y nus fuimos a la cafeteria de siempre.

***

Con suerte conseguimos un estacionamiento ya que, en cualquier lugar al que ibas, estaba al reventar, las tiendas, los centros comerciales, las cafeterias, los parques y esas cosas.

Salimos del carro y mientras llegabamos a la cafeteria solo habian flores, solo habian chicos regalandoles a sus novias flores y chocolates. Por alguna razón me senti raro el que yo no le habia traido nada, no éramos nada pero senti algo extraño, pero también estaba seguro de que si le hubiera traido flores se hubiera burlado diciendo que si formaba parte de estos idiotas. Y yo no iba a formar parte de ese grupo ni aunque me pagaran.

Nos sentamos en una de las poquisimas mesas disponibles y nos dijieron que el pedido tardaria entre 20 a 30 minutos, era bastante pero también era algo razonable: Apenas habia personal para atender a toda está gente.

- Es increible como hay tanta gente- dice Renata con la mirada perdida a la mesa - ¿No pueden solo quedarse en sus casa y platicar sobre su vida o ver una serie o una pelicula?- dice viendo y moviendo un salero.

- Si, pero también hay que admitir que salir es lindo- le dije y capté su atención ya que me miro y me sonrio.

Algo que habia descubierto de ella es que si le hacias un favor o un comentario lindo ella te daria esas sonrisas de "Eres lo mejor del mundo"




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