Eun Yeong
La semana había sido difícil. Los reporteros acechaban la entrada y salida del edificio de CSMusic. Su Jin sentía la presión de los medios. La empresa no había tomado ninguna medida extrema contra Su Jin pero si le exigieron que aclarara que tipo de relación tenía con la chica. Su Jin siempre lo dice, ella es parte de su pasado, pero aun así no quiere alejarse por completo. La empresa le dio un ultimátum. Si confirma una relación formal, podrá quedarse a su lado. Si no lo hace deberá alejarse de esa chica y dar las pruebas necesarias para que se demuestre que no hay ningún tipo de relación.
Quisiera poder ayudarlo de alguna manera, pero no puedo. Él sabe bien que si toma la opción número uno. Perderá a Celina definitivamente, lo cual está decidido a no permitir. Aunque entiende y comprende las consecuencias, aun así no puede abandonar a esta otra chica. No comprendo cuál es su conexión con ella.
-¿Pensando en Sun Hee?- Eun Woo se colocó a mi lado. Igual que yo miró hacia el cielo estrellado. El aire que corría en el balcón de nuestro piso era frío, pero esto era lo que necesitaba para aclarar mi mente.
- Pensaba en Su Jin.
-Es en lo único que piensan todos últimamente.
-¿Dónde está? – el rostro de Eun Woo se contorsiono en una mueca enojada.
- Le pidió a Celina que lo encontrara en el parque del complejo.
- Celina no va aceptarlo hasta que no se aleje de la chica - ¿Por qué quería atormentarse? él sabe perfectamente que Celina no se doblegara.
- Lo sabe.
- ¿estás nervioso por lo de mañana?- Mañana, mañana conocería formalmente a mi hijo. Nervioso no era la palabra. Sentía terror. Tenía miedo que no me amara o me reprochara los cinco años de abandono.
- Estoy aterrado ¿Qué hago si no me quiere? ¿Y si me odia por no haber estado con él durante todo este tiempo? ¿Cómo le explico que no fue mi elección? – apreté mis puños contra la baranda de metal del balcón. No fue mi elección abandonarlo. Me obligaron a no ser parte de su vida. Me negaron la oportunidad de estar a su lado. Poco a poco la ira se iba extendiendo en mi cabeza.
- No puedes culpar de todo a Sun Hee – dijo Eun Woo tranquilamente sin mirarme.
-¿Por qué no? Ella me alejo de mi hijo, esto está pasando por sus decisiones egoístas – respondí sin poder disimular mi enojo. Eun Woo Suspiro.
- Tú y yo nos conocemos hace mucho tiempo, fuimos los primeros, no hay secretos que no conozca de ti y no hay secretos que tú no conozcas de mí. Sé muy bien toda la historia, sé muy bien como la trataste.
- ¿La estas defendiendo?- no podía creer que mi amigo de tantos años se ponga de lado de ella. Eun Woo sonrió como si mi enojo le hiciera gracia. Por primera vez giro su rostro hacia mí.
- Lo que trato de decir es que la última vez que se vieron hace tanto tiempo atrás tú la lastimaste, tuviste tus razones para hacerlo, le rompiste el corazón, la obligaste a no querer volver a la casa de su abuela y tomaste algo muy valioso de ella – Eun Woo se acercó a mí y coloco su mano sobre mi hombro.
- así como tuviste tus razones, ella también tuvo las suyas, tal vez para ella era tan doloroso verte que prefirió cargar con todo lo que conlleva un embrazo sola, tú mismo dijiste que ella perdió el apoyo de sus padres pero que no sabías el motivo, ahora lo sabes. Siempre te he admirado Hyung porque eres una persona que ve los dos lados de la moneda, además si hubiera sido diferente tal vez no estarías ni tendrías nada de lo que posees ahora, sé que tomaras la decisión correcta.
Eun Woo me dio un pequeño apretón en mi hombro antes de volver a entrar al departamento. Era cierto yo la lastime como nunca nadie lo había hecho. Por mi culpa el señor y la señora Sun añoraban a su nieta mayor. La obligue a huir. La obligue a pasar por tantas cosas sola. Era justo. Me comporte como un completo imbécil con ella, merecía todo lo que hizo. Era cierto lo que decía Eun Woo si ella me hubiera dicho sobre el bebé me hubiera quedado. El señor Ha jamás me hubiera dado esta oportunidad. Aunque hubiera preferido estar al lado de mi hijo desde el primer momento en que vino a este mundo.
Posiblemente no hubiera sido lo mejor. Ahora puedo darle una mejor vida que la que yo tuve. Puedo ayudarlo a cumplir cada uno de los sueños que él tenga. Puedo apoyarlo en sus proyectos. Pero antes de poder hacer todo eso debía ganarme su confianza. Tenía que acercarme a él. Yo deseaba tanto que el me amara, pero si no lo hacía lucharía hasta conseguirlo. Hee Seon también merecía mis disculpas. Las palabras de Eun Woo me habían hecho ver las cosas diferentes. Yo podía ser una persona que podía enojarse muy fácilmente, pero también era alguien que aceptaba fácilmente cuando cometía un error.
-Hyung necesito hablar contigo- al escuchar la voz de Su Jin me di la vuelta inmediatamente. Tenía sus ojos rojos al igual que su nariz. En su mejilla un cardenal rojo empezaba a formarse. Había llorado.
-¿Celina te puso en tu lugar de nuevo? – pregunté señalando su mejilla que definitivamente había sido golpeada.
- La presione demasiado.
Sabía que esto estaba destrozando a mi amigo. Él amaba a Celina de eso no tenía dudas. Pero tenía que resolver su problema si la quería de vuelta.