Alice Black 1: La híbrida de los vampiros

Capitulo 1: Lealtad vs Amor (parte 1)

Capitulo 1: Lealtad & Amor

Desde cientos de décadas pasadas dos razas provenientes del inframundo han sido enemigas por el poder y la codicia.

Leyenda: (ayudará a comprender los tres libros de Alice Black)

El Padre la noche eterna, el demonio más sabio del inframundo procreó a dos criaturas distintas e majestuosas. Queriendo que la raza humana fuera exterminada y dominada por sus criaturas, pero no contó con el paradigma de que sus creaciones anheladas se revelarían y crearían su propia voluntad.

Vampiros y lobos fracturaron el sagrado pacto. Aventurándose más allá de los límites permitidos por la humanidad. Cuyos líderes de cada raza contrajeron matrimonio con seres catalogados zote, cediendo herederos en el Mundo Rojo; un mundo paralizado en el tiempo, incomunicado del hábitat humano por murallas mágicas renombradas como portales de cristales lunares o espejos inconmensurables. Ocultos entre los bosques de los siete reinos, solo se mostraban ante la presencia de un corazón entrelazado con el dolor inmarcesible.

La disputa entre ambas razas incrementada con el pasar las décadas y el vindicar fue bastante estipulado para que el odio no se tornara irrevocable. Del linaje vampiro surgió al liderazgo el Conde Drácula vs Esteban Buckminster de procedencia pulcra de los licántropos, que se nombró rey de uno de los siete reinos más dominantes.

Los rivales no se hicieron ausentes, obligando así a ambas descendencias cegadas por la corrupción a entrenar a sus perspectivos hijos y convertirlos en máquinas asesinas para que continuaran con la guerra que hasta el día actual no ha culminado. No obstante, ahora los licántropos están sometidos a la miseria y a la esclavitud. ¿Cómo este estrambótico evento ocurrió?, un zaino pródigo hacer alfa se dejó dominar por el deseo de amar y vendió toda su tropa a cambio de la vida de una mujer con voz meliflua que luego de años después le hizo infiel con su mejor amigo.

Narrador:

Las tropas inmaculadas estaban en cada extremo del territorio noble. Los licántropos con su alfa se acercaban con cautela hacia las entradas menos protegidas del segundo reino más custodiado de Rubrum, el Castillo Lemosín. 

Cubriéndose con la luz de la luna, el hijo heredero de los licántropos aulló al cielo iniciando la guerra. Lo que produjo que una neblina blanca se colase entre la noche fría y silenciosa, abriéndose las puertas a la tensión, poseyendo arte de presencia en todos los caminantes eternos. De forma invasora, quemando e hiriendo el corazón de sus portadores.

A cada marcha su pelaje se impregnaba de las primeras gotas de sangre de los que ya hacían muertos del clan. El imperio del dolor enardeció la motivación para qué avanzarán con mucha más fiereza ante tales escenas desgarradoras. Mientras los enemigos se aproximaban hacia su localización con todos los recuerdos malditos que los torturaban día y noche. 

Licántropos dominaban en número, Axel Buckminster, el tigre de la jungla, guardián de la sangre plateada y rey de reyes entre los lobos, afinaba la mirada para no perder la oportunidad de asechar de cerca su letal contrincante, el gobernante Ernest Lemosín. El mismo que con sus ojos rojizos acortaba la distancia con su fiel caballo moreno “Rómulo”, que relinchaba semejante a un dragón amenazante resoplando con furia. 

—¡Mátenlos a todos!—gruñó el soberano, analizando como su manada chocaba con las tropas adversarias. Devorándose unas a otras con el fin de defender sus ideologías. 

—¡Ven bestia!—Entre los cientos de vampiros, una dama de cabello ondulado infundía terror a todos los presentes. Deteniendo el tiempo con un aura maligna que brotaba de sus poros.

Axel Buckminster la escudriñó tenazmente, sabía muy bien que Roxana Kirchner era un ejemplo para cualquier novicia, por lo que acabar con ella sería una buena estrategia extra a sus metas por cumplir, además dicha fémina era una de las adoraciones más sagradas que Dustin Kirchner poseía como hija. Un sujeto fantoche que besaba la mano “acendrada” de su rey con la intención de algún día robarle la corona.

—¡Venid a tu muerte! —Se aproximaba como una avalancha de tempestades arrasando con todos sus oponentes, Axel Buckminster. Mientras Roxana Kirchner con su cuerpo delgado ejerció un salto brusco, logrando posarse sobre la espalda del elocuente Buckminster y apuñalarlo por el costado. Pero el instinto animal de aquella bestia lo hizo reaccionar, apartándola y arrojándola cruelmente sobre un suelo rocoso.

—¡Alejaos! —Dustin Kirchner rodeando a la bestia de manera inesperada con su arco, empuñó sus flechas sumergidas en un tónico que inmovilizaba a su víctima y como tiro al blanco, apunto a su desafortunado rival —¡Te arrepentirás! —las flechas gran agilidad traspasaron su brazo, incrustándose el veneno con rapidez en cada centímetro de su cuerpo.

Las trompetas doradas resonaron por todo el claro bosque, los vampiros automáticamente formaron una muralla con sus cuerpos e escudos. Acrecentando la ira de los lobos y que estos se lanzaran sobre los soldados, destruyendo la barrera que los separaban de su rey.

Axel Buckminster se resistía de manera bizarra, liberó sus potentes garras similares al hierro forjado, las introdujo en la tierra húmeda quebrantando las ramas de los árboles que estaban cubiertas de hojas secas.

—¡Son todos unos cobardes! —dicta emprendiendo un gran aullido pugno y la manada en respuesta melancólica se detuvo temblorosa por la gran autoridad que poseía su líder plausible.




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