Buscarte desde la mirada,
perderme en el silencio
del frío lecho y un cuarto vacío,
para esperar en la misma nada.
¡Qué esfuerzo tan grande!.
Fingir que tu y yo no sufrimos.
En el lecho desconocidos somos
y este mundo nos queda grande.
Una brizna de amor me queda
para recordarte en soledad
cuando te busque por necesidad...
creeré que usted, ya ni me recuerda.