¿Me acostumbré?
Realmente no lo sé...
Digamos que empece a extrañar hasta sus mensajes mas bobos, desde buenos dias loquita hasta ese emoji sacando la lengua que tanto me encantaba( 😝).
Si no tenía noticias de él en todo el día mi estado de ánimo no era el mejor de todos.
Sentía nervios cuando lo iba a ver, cualquier excusa era válida para estar a su lado.
Me aceleraraba el corazón con cada roce.
¿Me estaba enamorando o me estaba acostumbrando a él?
Tal vez era eso; costumbre.
Porque simplemente me acostumbré a su cariño.
A sus locos gestos, a su sonrisa de bobo, a sus muecas de loco, A esa tranquilidad que me transmitía, a la seguridad que me brindaban cada uno de sus abrazos.
A lo que nunca me acostumbré fue a su ausencia.
A ese sentimiento de tristeza y soledad que se hacía presente cuando él no estaba.
No me acostumbré a los latidos débiles de mi corazón cuando lo extrañaba locamente.
No me acostumbré a ese miedo que se apoderaba de mí al imaginar perderle algún día.
Me acostumbré a que fuera parte de mi loquito corazón y de mi realidad no tan normal.
Editado: 13.09.2020