«¡Vamos entonces!»
Wolf había sonreído, tal vez un poco forzado, y se había apartado de Ángel, sin molestarse por la horrible interrupción de Alejandro y en el fondo él sabía que estaba siendo terriblemente egoísta, pero no podía evitarlo.
Él nunca pensó en sí mismo como homosexual, primeramente por las normas sociales, por lógica convencional él se enamoraría de una mujer, pero también porque aparentemente no había conocido a la persona correcta. Su persona. Un hombre. Un brujo. La mitad de su alma -literalmente-.
Y pensar en cómo había muerto hacía que se le revolviera el estómago, su pecho dolía, había un nudo en su garganta y sus ojos se llenaban de lágrimas. Recordar sus últimas palabras, que por un malentendido sus últimos momentos los habían pasado enojados, que sus últimas palabras fueron insultos para Michael, que fueron literalmente un "No quiero volver a verte"...
Su alma siempre había estado vacía, aparentemente incompleta durante siglos, durante vidas, pero no fue hasta que se reencontró con Michael y volvió a perderlo que realmente lo entendió, que comprendió ese vacío. Ese que sólo Michael -incluso cuando no sabía sobre las almas- había llenado.
Así que realmente no lo sentía por ser egoísta. Necesitaba -con su alma, literalmente- recuperarlo. Pronto.
El ángel se había visto tal vez un poco triste cuando Wolf se apartó de él y comenzó a bromear con los demás. Y en otras circunstancias, Alex se habría acercado a preguntarle qué le pasaba, además, ¡era un ángel, un ángel real!, pero ahora ni siquiera eso importaba. Incluso con un ángel al lado, el mundo se sentía un infierno si Michael no volvía.
Al final, fue Cris quien se acercó a Ángel, tomó su brazo y Alejandro creyó escuchar que le preguntaba si ta se había dado cuenta.
¿Cuenta de qué?
A veces Cris era tan extraño. Tan críptico en su forma de expresarse. Hablaba como si supiera o viera cosas que los demás no. Como si, en algún sentido, fuera superior a ellos...
Alejandro no vio realmente ningún peligro ahí. Ángel era eso, un ángel, y Cris era un brujo joven, de ni siquiera un siglo de edad, no creía que pudiera dañarlo, incluso si quisiera. Pero Wolf debió ver algo diferente. Wolf estuvo ahí al instante, retirando la mano de Cris y mirando a Ángel preocupado, sus manos cariñosas sobre su rostro creando una punzada de celos en Alejandro.
"¿Estás bien? ¿Te hizo daño?"
Ellos tuvieron un largo momento de comunicación silenciosa. Desde afuera realmente podía notarse cómo se perdían el uno en el otro. Sus manos no se quedaban realmente quietas. Recorrían tan lentamente el rostro o el cuerpo del otro, no aferrándose, sólo manteniendo el contacto. Sus miradas no se apartaban de la contraria. Era realmente hermoso de ver. Eran tan diferentes: los ojos azules del ángel y los oscuros de Darren, el cabello de oro de Ángel y el negro de Wolf, la piel pálida -casi traslúcida- de aquel ser celestial y la acaramelada del humano. Eran como yin y yang y realmente parecían encajar a la perfección.
De repente Ángel cerró los ojos y junto sus frentes. Más juntos sus cuerpos -y sus almas, si preguntaban a Cris- y le dijo que todo estaba bien, que podían irse ya.
¡Por los ingredientes!
Y Alex pensó que podría bailar de felicidad. Estaban tan cerca de conseguirlo.
Wolf besó a Ángel y Alex apartó la mirada, realmente necesitaba a Michael de regreso, quería poder aferrarse a él también y no soltarlo ya nunca, ni en alma ni en cuerpo.
Un escalofrío lo recorrió al pensar en su última noche, cómo habían hecho el amor y lo bien que se sintió, tan correcto. Parecía que hubieran pasado meses y no sólo unas horas con Michael muerto.
Alex iba a decir algo y parecía que Wolf también, pero ambos se detuvieron al notar a Cris y Theo discutiendo, eran como niños:
-Ahora, ¿ por qué? -estaba preguntando Cris.
-¡Porque arruinas todo! -susurró Theo molesto, no lo suficientemente bajo para que no lo notaran-. Si sabes que no tienes control de tu magia, ¿por qué tocas al ángel? Por Dios, si le haces daño sin querer...
Alejandro se encontró sin saber qué decir un momento. Ellos se habían conocido cuando Cris fue a testificar a favor de Michael, como su coartada la noche del asesinato. Y había sido Alex quien tuvo un mal trato y mala opinión del joven brujo desde el inicio -tal vez por motivos un poco personales, pero es aparte-, entonces, ¿por qué ahora esta tensión entre ellos?
-¿Y tú no vas a decirle nada? -Theo preguntó, sacándolo de sus pensamientos.
Alejandro resopló, mirando a ambas parejas. Si no eran Wolf y Ángel desapareciendo horas, eran Theo y Cris discutiendo y perdiendo el tiempo.
-Sí. Estamos perdiendo tiempo valioso. ¿Pueden darse prisa y discutir o besarse después? ¡Tenemos menos de un día! Necesito a Michael conmigo. Cris, haz el portal, por favor.