Almas- Primera Parte Finalizada (saga Animarum)

Capítulo 5

Dylan se detuvo a un oír la hermosa melodía distante de un violín una vez que determinar si estaba cerca de su casa o no, realmente dejó de ser la prioridad; llevaba caminando alrededor de tres horas por la carretera principal de su pueblo pues es allí donde aterrizó. Estaba agotada y ya era muy tarde, seguro cerca de las once de la noche. Por su seguridad decidió no volver a saltar, existe una grandísima posibilidad de aparecer en Nepal, muy, muy, lejos de su casa. Haber llegado hasta la carretera era una verdadera suerte, al menos estaba en su país y eso es un avance.

Siguió aquel sonido armonioso dentro del bosque, se ayudaba de la luna como faro, era una noche particularmente exquisita, sin contar el hecho de estar perdida. El silencio es roto por la fina entonación del instrumento más el crujir de las ramas mezclándose con el viento de la noche más cierto bichitos del bosque cantando junto a él.

A medida que seguía el sonido, notó como la temperatura descendía... Y el suelo se ablandaba... Extrañada, se agachó y lo tocó con las yemas de sus dedos. Aquello era más que tierra y hojas: era nieve. ¿Nieve en medio, y sólo en esa parte del bosque? Concedía algunas irregularidades del clima al calentamiento global aunque aquello estaba muy por encima de su entendimiento.

No dudó en seguir ese camino blanco puesto que también seguía la dirección de la música de ese violín; aumentando más y más junto al frío. La música se oía más cerca. Lo suficiente para vislumbrar al músico y al palacio de cristal en el que residía. Era una fortaleza de hielo dónde aquel chico acariciaba su violín produciendo unas deliciosas tonadas sin importarle la temperatura a su alrededor, es como si no sintiese, como si fuera parte del frío.

Todo alrededor del joven era hielo, altos muros donde el sonido chocaba contra ellos y rebotan hasta la siguiente pared de cristal, apenas y podía verlo moverse mientras entonaba ya que solo la diminuta luz de una lámpara, de esas e acampar, alumbraba la silueta del chico. Cuando este caminaba cerca del brillo completamente absorto en la interpretación, pudo ver su rostro combinado con oscuridad. La luz le iluminó por completo la cara: tenía los ojos cerrados, claramente enfocado en acariciar las cuerdas.

De la nada su mano se encendió, alumbrando el sitio como si hubiesen tomado una foto con el flash encendido. Ella gritó del susto, sacudiendo su brazo frenéticamente para apagar la llama.

La música paró.

Eso solo significaba una cosa...

Corrió en dirección contraria percibiendo como cada ramita del piso se quebraba con sus pisadas como si de un árbol entero cayendo se tratara, eso, y detrás de ella también escuchaba los arboles cayendo por las pisadas del violinista enrumbando su misma dirección, hasta que claramente lo oyó decirle:

— ¡Más vale que te detengas!

Si las personas obedecieran a la primera advertencia, no habría historias que contar.

No podía parar de correr, y pensar en cómo apagar la antorcha que tenía por mano al mismo tiempo por lo que una caída era inminente, aunque... Tomó una decisión y se concentró más en extinguir el fuego de su mano que no se fijó en el árbol de enfrente. No se resbaló ni se torció el tobillo como en una película de terror, chocó de cara contra la madera y del impacto ahí sí fue a dar el piso.

Lo bueno: el fuego de su mano se apagó.

Lo malo: acaba de ser descubierta y el árbol empezaba a incendiarse.

— ¿Qué demonios...? —gruñó apenas la había alcanzado, y ella seguía en el suelo con su nariz sangrándole y semi inconsciente, el chico se quedó quieto mirando como el árbol se consumía hasta que reaccionó que empezó con las preguntas de incredulidad de nuevo— ¡Qué demonios hacías! ¿Cómo demonios...?

Dylan seguía en el piso con una mirada achinada y perdida, desde ese estado solo distinguía un radiante bola de fuego frente a ella que creía y centelleaba cada vez más. No oía más que un pitido en sus oídos que opacaban por completo los reclamos y explicaciones que el violinista exigía.

— ¡Apágalo! — Ordenó cuando se puso delante de ella y la levantó en sus brazos solo para sacudirla porque ésta no respondía— ¡Muévete! ¡Apágalo ya!

Ella estaba hipnotizada y abstraída de cualquier estimulo exterior que no sea esa brillante bola de fuego, la poca atención era para esa llamarada que le producía una corriente que iba desde el final de su columna, recorriendo todo el sistema nervioso hasta su cerebro, donde esta corriente le empezaba a dominar. Estiró su mano y dedos en dirección al fuego, para irlos cerrando lentamente. Todo eso lo hacía como instinto natural ya que no era consciente de lo que sucedía a su alrededor, para ser específicos ella no tenía la menor idea de lo que hacía, no oía al chico gritándole, no sentía las sacudidas, no veía otra cosa que no sea fuego. Su vista seguía firme al igual que su mente, trabajando como nunca, sentía esa embriagadora corriente punzante en todo su brazo. La energía. El poder. Lo sentía. Controlaba a su antojo cada llama, cada partícula de calor ardiendo en aquel árbol. Ni ella creía posible lo que acababa de hacer. Dio una imperceptible sonrisa de victoria cuando su mano quedó cerrada en puño y el fuego cesó, dejando humo y cenizas esparcidas.

Luego se desmayó.

~~~***~~~

Una mañana soleada ingresaba por su ventana, causando el parpadeo de Dylan y el hundimiento de su cabeza en la almohada. Lamentó haber lavado las cortinas.

No podemos decir que haya descansado debidamente, se despertó alterada alrededor de las dos de la mañana porque ese dolor de cabeza apareció junto a pesadillas. Tuvo una extraña pesadilla en donde ella incendiaba un árbol y lo apagaba mientras un chico le gritaba, y tenía un violín, todo fue muy confuso. Cuando abrió los ojos por completos cuestionó como es que estaba en su cama, ¿Cómo había llegado? Recuerda haber tomado un autobús luego de salir del bosque, y luego de eso llegó a casa, pero... sonaba tan irreal. Aquella pesadilla le pareció más real que lo que se supone que recordaba...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.