Almas- Primera Parte Finalizada (saga Animarum)

Capítulo 9 (1)

¡Hola! Lamento la demora, este cap será largo y lo dividiré en dos partes, así que espero lo disfruten. No oviden dejar un voto y un comentario para alentarme<3

La canción de este capítulo es Jessie J - Price Tag  y Psycho de Mia Rodriguez :)

¡Enjoy!

 

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¿Saben la diferencia entre ser especial y creerte especial? Ella era especial por una lotería divina, no lo eligió ni tampoco lo deseó, excepto por estudiar aquí, y eso no fue suerte sino mucho pero mucho esfuerzo. Aun cuando caminaba por los pasillos blancos y bien iluminados de St. Leonard School, no lo recordaba, no se sentía así, que todo el esfuerzo que había invertido ahora yacía dentro de esa lotería divina y no por sus méritos...  Ser especial y sentirse estaban tan distanciados.

Tampoco en ningún momento de su vida se creyó especial, hacía las cosas que debía hacer, no trataba de sobresalir, solo hacía lo que debía hacer... Estudiar duro, no meterse en problemas, ni siquiera tenía amigos permanentes por su poca durabilidad en un lugar, aunque eso nunca importó.

¿Y ahora? ¿Qué debía hacer? ¿Qué era lo siguiente en el camino?

La mochila con libros pesaba menos que la conciencia, menos que los problemas que solo se aplazaban y engrandecían a cada paso que daba pero ella no hacía nada por solucionarlos, quizás esperaba a que se solucionaran por sí solos, o que resultara tener algún poder extra que lo hiciera por ella.

Aiden y Tessa, el día lunes por la mañana la saludaron tranquilamente, será que Dylan estaba tan apática y distraída que sintió que hasta ellos no querían hablarle. Blake no pareció, ni en Matemáticas ni en Química, y Aaron apenas entró se escabulló con velocidad hasta su salón, pero de nuevo, era simple ilusión de Dylan.

O quizás sentía todo aún más raro desde que le comentaron... cosas... sobre Aarón, como que había salido del equipo.

Conocía a su hermano, eso no pudo ser posible.

Dijeron que hubo riñas en el equipo y que por eso lo dejó. Entonces sus pensamientos sólo pudieron centrarse en qué cosas había pasado mientras ella no estaba, qué cosas habían cambiado, qué cosas habían dicho, y sobre todo, qué cosas le habían hecho para que dejara el equipo. Estaba tan seguro de saber quiénes eran los culpables y ya los odiaba.

— Dicen que la maestra Ann es psíquica —comentaba Drew, estaban reunidos en el comedor aunque Dylan solo en cuerpo— Ella sabe que sacarás un cero incluso antes de tomar un examen.

— Por favor, jamás nos han puesto un cero—responde Molly mirando la mesa donde Leah y su grupito se sentaban siempre—. Y con ellos es fácil saber lo que sacarán. En especial la señorita soy-rubia-natural.

— Es castaña... —replicó Drew—. Se tiñe pero con su color parece tan natural...

— ¿A quién le importa? —soltó Molly.

Riley estaba aguantándose la risa al ver la cara de fastidio que puso Molly, incluso le tocó las costillas a Dylan para que se riera, pero ella solo asintió sin saber que había pasado.

— ¿Si tuvieras la oportunidad de salir con uno de ellos, Dylan, lo harías?

— ¿Ellos? —Volteó a ver la mesa, estaban Jesse, Leah, Kim, Marvin, Tessa incluso, pero ni rastro de Blake... Muy en el fondo le desalentó no verlo. —Ah... Creo que no.

Drew se acercó al centro de la mesa como si fuera  a contar un secreto.

— Eso dices ahora pero todas caen. A todas les gusta Jesse.

Tenía razón, lindo cabello, lindos ojos, hoyuelos al sonreír... Sí, perfecta sonrisa, la única vez que lo escuchó tenía una voz profunda pero no aterradora, podría jurar que sí, si el apellido de él no fuese Dankworth, tal vez le hubiese gustado.

—Seguramente es tan aterrador como su hermano.
—Quizás peor —aclara Drew—, Blake no es nada comparado con Jesse, al menos Blake es... No lo sé. Jesse hace lo que quiere, se siente el dueño del mundo y pasará por encima de quien sea con tal de conseguir poder. Blake... No lo sé, es amable.
—Jesse también es amable—discutió Molly—. Son pesados pero no me parecen malos.
—Amables —mofa Dylan—. Eso dijo mi hermano una vez y terminó de golpes con él y fuera del equipo. Y hablando de eso, ni siquiera sé dónde está...—Saca su celular solo para constatar que su hermano ni veía los mensajes, ni respondía las llamadas.
—Yo lo vi —recuerda Riley— antes del almuerzo estaba con Tessa, en las canchas de fútbol. Ella parecía estar llorando. No sé por qué.
—Faltaba más —dice Dylan esbozando una sonrisa—. Me han puesto al día desde la mañana de hoy hasta el último chisme de esta escuela que el que sepas eso sería terrorífico —bromea—, ahora ya sé que el cumpleaños de una tal Karla Larusso fue un desastre aunque no tengo idea de quién es. Pero no quieren decirme...
—Oh, no empieces, Dylan —corta Molly—. No vamos a decirte lo que oímos de ti.
—Sí, además solo dijeron tonterías —completa Drew—. Y como ya estás aquí sana y salva, seguro se olvidará.

Ella afirmó con tranquilidad. En el fondo agradecía que no le contaran porque no estaba mentalmente lista para oír estupideces y cosas discriminatorias.

—En serio gracias por ir al hospital.
—De nada, te llevamos chocolates pensando que los podrías comer... Se los comió Aaron.
—Eso no me lo dijo —sonríe—. Si me disculpan, creo que ya ha pasado mucho tiempo desde que no veo a mi hermano. Necesito hablar con Tessa —comenta de pronto volviendo sus ojos a la mesa—. Ella sabe que pasa en realidad.
—Peleas de novios —justifica Molly para quitarle importancia, cuando todos la observan  dice: — Pero eso es lo que dicen, que ha terminado con la fabulosa Tessa y la ha cambiado. 
—Mi hermano no haría algo así. Desde que la conoció está obsesionado con ella.
—Qué suerte... —musita Riley tan bajo que solo Molly la oye.
—Bien, quizás deba preguntarle a ella donde está. Ya regreso.
— ¡No, Dylan! ¡¿Qué haces?!




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