Almas Unidas

CAPÍTULO 3

El amor según Wikipedia "es un concepto relativo afinidad

entre seres, definido de diferentes ideologías o puntos de vista".

¿Qué tan equivocado esta? Y que tan certero puede ser esto.

El amor es una definición compleja, que solo requiere del sentimiento.

 

 

Una semana después...

— Tía, ¿será qué podemos comprar un ramo de rosas? —pregunto.

Lo quede mirando y analizando para saber qué sentido tenía comprar rosas.

— ¿Para qué?, si estoy consciente tú no tienes novia y no estás en edad para tenerla—. Aconsejo mirándolo de reojo mientras caminamos por el andén.

— Yo tampoco quiero novia además la mayoría solo se acercan a mí por mi físico—afirma.

No había que negar que saco los buenos genes de sus padres.

Ojos color azul, cabello castaño, piel blanca, sus labios tienen un leve color rosado y no es por presumir, pero las niñas de su salón sólo se acercan a él por su belleza. De sólo observar a veces a la salida cuando lo voy a recoger y las niñas se despiden de él; no me imagino cuando estén en bachillerato.

Aunque eso sí, siempre le he dicho que no hay que jugar con las mujeres, por más que de pronto una juegue con sus sentimientos, él no puede caer de una forma tan baja tomando a las mujeres como objetos.

— Si no son para una novia, ¿entonces para quién? —pregunto de nuevo.

— Hay una niña nueva, es tímida, reservada y casi no socializa con nadie. Muchas de las otras niñas la molestan y ella se queda callada; no deja que nadie se le acerque... no obstante un día logre sacarle un poco de información, le gustan mucho las flores y sobre todo las rosas.

— ¿Te gusta? —pregunto, era más que claro que sí, tenía un pequeño brillo en sus ojos, hablaba de ella de una manera hermosa.

Él se quedó callado, pero estaba sonrojado.

Tome su mano para cruzar la calle y llegar hacia el otro costado donde había una floristería, entramos en ella y Eric se le veía la emoción en su rostro.

— Buenas tardes en que le puedo colaborar —preguntó una muchacha de más o menos dieciocho años le pondría yo.

— Necesito un ramo de rosas...

— ¡Rojas! — exclamó feliz mi sobrino.

La muchacha asintió con una sonrisa mientras empezamos a seguirla, más adelante se quedó quieta a frente de los ramos ya hechos que estaban con rosas.

Tomó un ramo y se lo tendió a Eric que lo recibió encantado.

— ¿Cuánto es? —pregunte.

— seis mil cuatrocientos pesos—dijo.

Saque de mi bolso una cartera pequeña y tome los seis mil cuatrocientos pesos completos entregando el dinero a la chica.

— Gracias.

— De nada—respondió.

Salimos con Eric del establecimiento y este tenía en su rostro una sonrisa hermosa.

— ¿Crees qué le gustarán? —preguntó mirándome con esperanza.

— Si ella te dijo que le gustan entonces sería un bonito detalle de tu parte—afirmó confiada.

El asintió para ahora dirigirnos a la casa que solo quedaba a unas pocas cuadras de donde estábamos.

Eric tenía un gran corazón, es un niño inteligente, cariñoso, tierno y encantador.

— ¿Tía, alguna vez te han regalado flores? —pregunto.

"SI", respondí en mi propia conciencia.

Recordaba que una vez discutimos con Matt, teníamos diez años y ese día yo me había puesto celosa porque una niña de nuestro curso le dio un beso en la mejilla a él. Lo ignore, no le hablaba, hasta que él llegó con unas hermosas rosas blancas.

Pensándolo bien todavía no sabía que era eso que sentía al momento de ver que otra besaba su mejilla, los celos en ese momento para mí no significaban celos. Hay es donde me pongo a pensar que, uno cuando niño es inocente en todo.

— Si.

— ¿Qué flores te regalaron? — pregunta mirándome rápidamente y volver a mirar al frente.

— Unas rosas blancas—respondí.

— Quien te las haya regalado era muy afortunado—dice con cariño.

— Y lo es todavía.

Eric no dice nada, llegamos a la casa donde nos esperaría Steven para comer ahorita algo.

Abro la puerta y el primero en entrar es Eric, ya sabía que tenía que hacer. Tomar un jarrón, poner agua y azúcar; así las rosas no se dañarían tan rápido.

— ¿Cómo les fue? —preguntó Steven con una gran sonrisa, dejando un beso en mi mejilla.

— Bien y Eric compro rosas—. Aviso.

— Al parecer le gusta una niña del salón—. Informó.




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