Que hermoso sentir que encontraste
a la persona que amas, y te das cuenta que desde
ese momento que lo volviste a ver, prometiste
nunca volver a dejarlo volar.
Siguiente día,
Lucía
No cabía de la emoción mi pequeño sobrino, estaba tan feliz de que hoy iba a venir Ashley y yo emocionada porque si tengo la suerte, lograr verlo cuando vaya a dejar a Eric.
Steven ya sabia y se había alegrado bastante, sin contar que su hijo estuvo en todo momento ayer contándole lo que paso, mientras yo iba a consignar el dinero a la cuenta bancaria de Damian.
Me sentía reconfortada, alegre y llena de esperanzas nuevas al saber que por fin encontré a Matt y no solamente a él, sino a Ashley.
Esa pequeña niña que a pesar de conocerla unos solos minutos logró que la quisiera. Es tímida, se ve amigable, feliz cuando esta con su padre.
— ¿Lucy sabes donde esta las carpetas de los informes bancarios? — pregunto. Steven.
— Están en mi habitación, ya están terminados así que ya estás libre de eso—informó. Debía de admitir que he tenido muy ajetreado a Steven.
— Papá adiós, cuídate mucho y que te vaya bien—dice Eric, llegando hacia nosotros y abrazando a su padre que le corresponde.
Este le dice en susurros que se cuide y se porte muy bien.
— Nos vemos más tarde Lucy.
Asiento y beso su mejilla para tomar la mano de Eric y salir de la casa e ir hacia el colegio.
— Tu y el señor Matt se ven bien juntos—dice.
Yo lo miro rápidamente desconcertada.
— Quiero que él sea mi tío, si, por favor tía—. Ruega dejando de caminar para ponerse frente mío.
Me arrodilló un poco para quedar a su altura.
— Mi príncipe eso no se pide. No se puede obligar a que una persona t...
Interrumpió.
— Yo vi ayer como se miraban, hasta puedo decir que ya se conocían antes—afirma.
— Bueno te doy la razón de que si, nos conocíamos y...
Volvió a interrumpir.
— Eran pareja.
— Umm sí, fuimos pareja—murmuró con cariño.
— ¿Por qué no están juntos? — pregunta.
— Es algo complicado—responder incómoda.
El frunce el ceño.
— ¿Tú lo quieres?
Asiento.
— Ahora vamos que se nos va a hacer tarde—ordenó.
— Esta bien.
Tomó de nuevo la mano de Eric y empezamos a caminar, pero con pasó mas rápido porque ya íbamos un poco tarde.
— Cuídate Eric, que te vaya bien—digo
— Claro que sí tía, cuídate. — Se despide con una sonrisa que correspondo.
Eric entra al colegio y con eso me quedo tranquila. Últimamente hay mucha inseguridad y no soportaría que algo le pasará a Eric.
— No me vas a saludar—habla con tono ofendido, pero a la vez divertido.
Me voltee para correr como niña pequeña hacia él y abrazarlo. El correspondió mi abrazo, sentí como dejaba su mentón recargado en mi clavícula además de aspirar mi olor, al igual que yo.
— Necesitamos habla—. Pide el.
— Claro que sí.
Nos dejamos de abrazar para tomar la mano de Matt y dejar que el me guíe. Íbamos en silencio, pero uno cómodo, pasamos una que otra calle hasta llegar a uno de los parques que había en la zona, nos sentamos en el pasto; cada uno en frente del otro.
— Perdón por no buscarte, pero debes entender que...
Pongo índice en sus labios haciendo callar. Con ese simple toque sentía ese recorrido eléctrico que siempre pasaba.
— Lo sé, alguien desocupo todas las cuentas—digo.
El asiente.
— Si, me toco vender la diadema. Me dieron buen dinero y con eso pudimos sobrevivir además de que Ash pues seguir en el colegio, aunque nos toca reducir la comida mucho. No quiero sonar trágico, pero hay veces que no almorzamos.
— Eso cambiará hoy—confirmó.
— No quiero que pienses que solo te estoy buscando y contando esto para meterme a tu casa—explica.
Tomó sus manos entre las mías y juego con ellas.
— No pienso en eso Matt, en estos tres años te he buscado y quiero que estemos juntos de nuevo, entiendo si...no quieres—murmuró con seriedad además de miedo que ella nota perfectamente.
— Mi muñeca, ¿no sé cómo terminas pensando que yo te dejaría? Te amo, nunca te olvidaría. Quiero a partir de ahora que seamos una familia: Tu, yo y Ash.
Quiero eso y mas.
— Yo también quiero eso Matt, nuestra familia—afirmó feliz—pero antes quiero saber que paso.
— Bueno no me aguantaba ya estar en esa casa, nació Ash, Lauren de lugar de cuidarla siempre de iba con las amigas. Mi padre seguía robando a sus socios, estaba muy demandante y controlador. No aguante mas discutí con Frederick, el solo me amenazaba, pero no le tome importancia; término dándome la custodia completa de Ash y por último me dijo que no sufriera tanto por las consecuencias—suspiro frustrado.