Almas Unidas

CAPÍTULO 6

Cada misterio y mentira que se ha tenido en esta vida,

se descubre o desmienta por más guardado que sea.

 

Todo marchaba de maravilla, de un momento a otro mi vida cambia de distinta manera, sea para dar felicidad y estar completa, por parte de Matt sé que fue una mejoría, no tanto económica sino sentimental.

Estaba también tranquila porque los tengo a ellos dos, acepto a Ashley, es una niña encantadora y que le hace falta de amor maternal y yo se lo daré.

Por parte de Matt, este empezó a trabajar con nosotros, hacíamos relevos; Los días martes y jueves él se encargaba de ir hacia el hotel.

Lunes y miércoles, le tocaba a Steven. Viernes y sábado me tocaba a mí.

Steven estaba convencido que luego de que pase este año, los papeleos que ha tocado hacer, estos no se aumentarán tanto, además nuestros socios estarían más confiables en invertir al hotel y así poder expandirlo.

— Lucy, ¿puedo tomar estas galletas? —preguntó con timidez Ashley.

— Si, tranquila. Esta es tu casa a partir de ahora, todo lo que encuentres en el lugar es tuyo.

Sonríe.

— Gracias, eres una gran persona. Mi papá es muy afortunado y se merece a una gran mujer como tú, no como Lauren—explica.

— Quiero que desde ahora confíes en mí, que te apoyes y sepas que siempre estaré para ti, para darte un abrazo, escucharte, aconsejarte. No te pido que me llames mamá, pero sí que confíes en mí. —Pido con sinceridad. Ella asiente con timidez, pero feliz.

-Sabes en mi poco tiempo que estuve con Lauren nunca tuve esas atenciones. Ella siempre me dejaba sola, nunca me prestaba atención, siempre me ignoraba, a pesar de tener tan poca edad; me afectaba, pero luego mi papá cuando estaba conmigo, regresaba la felicidad. Siempre me refugio en mi padre y sé que ahora lo puedo hacer contigo.  Gracias Lucy.

Me arrodillo quedando a su alta y la atraigo hacia mí para abrazarla, ella corresponde.

Ella no tenía la culpa de la clase de mamá que tenía, no tenía la culpa de ser ignorada y que Lauren siempre será egoísta. Al parecer no ha cambiado y seguirá siendo como es, un ser egoísta, ególatra y ojalá no se tarde en reflexionar la situación sobre Ashley.

— Serás una grandiosa mamá— murmura.

— Ya lo soy.

Ella se despega de mi abrazo y me mira interrogante.

— Pues Eric y ahora tú, me han hecho ser mamá.

— ¿Quieres ser mi mamá? — pregunta con ternura.

Acarició su mejilla y sonrió.

— Claro que sí, me encantaría— respondo y ella se vuelve a abalanzar a mí.

— ¿No hay abrazo para mí? — pregunta una voz tan conocida y que amo volver a escucharla.

Reímos un poco y abrimos un campo para Matt que llegó donde nosotras y nos envuelve con sus brazos, haciéndonos sentir seguras además de protegidas por él.

— Las amo a las dos mis reinas preciosas—murmura con cariño.

Ashley se movió un poco y dejo un beso en la mejilla de su padre. Yo por mi parte me deleitaba de este grandioso momento.

— Eric ya llegó, si quieres puedes ir a jugar con él—. Avisa Matt.

Ha Ashley se le ilumina la mirada y se deshace del abrazo para correr hacia la salida del living, mientras que Matt me saca de mi trance con un beso.

Lo miro.

— Se te está haciendo costumbre darme besos de imprevisto—digo divertida.

— Si y te daré mil más en cada momento que estés distraída— responde, dejando otro beso pequeño en mis labios.

— Mas te vale que esos besos de improvisto sean sólo míos—afirmó. El me mira pícaro junto con una sonrisa ladeada.

— Son todos tuyos—afirma.

El teléfono de la casa suena y con eso daña el momento que teníamos. Matt se pone de pie y va hacia el teléfono, tomando la llamada mientras yo me levanto también del suelo y me siento en el sofá.

— Buenas tardes...Si...Okey, si estaremos pendiente de su llegada...Claro...Adiós—. Esas son las únicas palabras que él dice.

Había que aclarar que ese traje azulado le sentaba sumamente bien.

Al voltear, su semblante fue serio y preocupado.

— ¿Qué pasó? —pregunto ahora, yo preocupada por su semblante.

— Llamo el nuevo forense encargado del caso de tu padre, dijo que tenía algo muy importante que decirnos.

Asiento.

Desde que el abogado de confianza llamado Sebastian, nos dijo que Jors Lincon no era el único culpable de la muerte de mi padre, empezó a investigar y conlleva que el forense antiguo tiene una orden de captura además de que se fue del país, escapando.

Llego uno nuevo y este empezó a investigar de nuevo los casos, supuestamente este nuevo forense encontró un archivero donde se guardaba expedientes de los cuerpos hallados, por el momento él no nos dio inicio de que alguno de esos expedientes correspondiera al original de alguno de los familiares, sea el de mi padre o el de Madeline.




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