Estoy sentada en una mesa para una persona, lejos de todos los demás. La boda de mi madre fue estresante, en la mañana llegue del campamento y me dio la agradable sorpresa, que horror. Le dí instrucciones a mi madre para asistir, no comería nada más que no fuera pastel. Estaba observando las personas divirtiendose, bailando y cosas así. En la mesa tenía un vaso de agua con hielo, lo revolví lentamente como si fuera uno de los tragos más finos y le di un pequeño sorbo.
Llebava un vestido azul oscuro, muy hermoso, junto con unos tacones negros no tan altos que me obligarón a traer. No había comido nada en todo el día y de pronto se acercó un mesero
-Señorita. Su madre le envía- dijo dandome un gran trozo de pastel
-Gracias- Dije y me consentré en comer
Eran las 11 en punto y lo sabía porque mi telefono vibro, era la alarma. Hora de irme de allí, no me gustaban las fiestas, las personas me estrazaban, me asfixiaban. Me puse de pie y caminé hacia la salida, mi madre me miro y yo a ella, solo asintio. Sabía mis condiciones y había aguantado más de lo que normalmente
Habiamos discutido, porque no quiería ir a la fiesta, pero termine aceptando con la condición de que Francis me recogiera a las 11. Salí y allí estaba, abrio la puerta del auto y entré.
-Vamonos ya- dije con cansancio
-Con gusto señorita ¿Cómo estuvo la fiesta?- Dijo curiosamente
-Igual que todas, pero en esta tuve más beneficios- Dije quitandome los tacones
Llegamos a casa, Rita me abrio la puerta y fui directamente a mi habitación. Me cambié y caí en la cama. Mire por la ventana, examinando cuánto me habia cambiado la vida de un momento a otro. Debía acostumbrarme a tener más gente en casa. Pero no me importa, estaba más feliz porque por fin podia descansar.
...
Al día siguiente, me levante temprano, gracias a mi alarma, 7 en punto. Y salí a correr, se estaran preguntando, ¿No sé cambió? ¿Salió a correr en piyama?, pues me cepille los diente únicamente. Duermo con una sudadera y un buso, entonces no es necesario cambiarme para salir a correr. Tengo 16 años y eso ya hace parte de mi rutina diaria. Tome el mismo recorrido que hago siempre, tardo 15 minutos en trotar al parque, doy 10 vueltas al mismo y me devuelvo. Tardo aproximadamente 45 minutos en hacer ese recorrido.
Llegue a casa- Buenos Días Rita- Dije cordialmente
-Buenos días señorita- Dijo sin miarme, pues estaba ocupada- ¿Ya va a desayunar?
-No, deja estiro y me arreglo- dije caminando hacia el patio
-Bueno, señorita.
Imaginé que los recién casados estarían durmiendo, pues se irian mañana temprano de luna de miel. No me importaba, solo pensaba ¡casa sola!. Después de estirarme, fuí a mi habitación y me bañe. Me coloqué un jean ajustado, un saco, unos tenis comodos y baje a desayunar.
-Ahora sí, que vamos a comer?- Pregunte alegremente. Me sirvierón pancakes, tenía mucha energía, debe ser por tanta azucar de anoche.
Todos los empleados estaban arreglando la casa, pues eran más o menos las 10 de la mañana. Me senté en el sofa, con la espalda en la parte donde se ponen los gluteos. Esa pocisión me mareaba, pero era muy divertido, continué viendo la serie que retrase por ir al campamento. Ví como 3 episodios y la diversión se acabo.
-Sientate como la gente normal señorita- Dijo mi mamá bajando por las escaleras
Me acomodé, no queria tener problemas, a veces es muy estricta- Ya, no pasó nada
-Buenos días- Saludé al nuevo esposo de mi mamá- Ahhhhh
-Buenos días Violett- Dijo cortezmente
-¿Cómo te llamas?- dije timidamente
-Leandro Braham- Dijo sin molestia alguna
-Un gusto- No tuve oportunidad de hablar con él antes, pues no me interesaba mucho, creí que era un capricho de mi mamá pero no fue así
-Sientate a desayunar- Ordeno mi madre
-Lo siento... Ya desayuné- Sonreí, dí media vuelta dispuesta a salir de allí
-Pues por lo menos acompañanos un rato- Dijo Leandro
-Ok- Y tomé asiento
-No quiero que te portes mal- Ahí iba de nuevo mi madre
-Yo siempre me porto bien-Dije indignada
-Y cuando te tiraste por las escaleras ¿qué?- dijo exaltada
-No me tiré, me caí porque estaba medio dormida- Explique
-Como sea, te comportas. Serán solo dos semanas, no incendies la casa- Dijo preocupada
-No te preocupes, además solo fue una cortina- Soy un poco iperactiva, Rita me sirvio un vaso con agua. Soy parte de ese grupo de personas que entre más agua tomen más sienten que se desidratan y la solución es tomar más agua ¡que loco!
-Buenos días- Dijo una voz masculina detras mio que nunca había escuchado. Voltee y vi un muchacho,que aparentemente tenía mi edad
-Buenos días, hijo- Dijo Leandro. Nononono, eso sí no ¿Cómo es que hasta ahora me entero?
Sonreí forzadamente- Buenos días- Tenía que mantenerme calmada, pues así mi madre me haría cosas por mí
-Violett, él es Noah, el hijo de Leandro- Dijo cortezmente ¿Qué cara de hipocresía? No dije nada, me puse de pie y caminé hacia el salón-¿A dónde vas hija?- Dijo mi mamá preocupada
-A evitar molestarlos- Dije sin más
Estaba molesta, muy molesta. Debió decirme eso desde un principio <<VIOLETT RESPIRA, NO DESESPERES>> Repetía para calmarme, pero era en vano. Acaso pensaban irse sin decirme, creo que lo ví en la boda, si, estab junto a Leandro.
Intentaba buscar la parte positiva de está situación, pero no había. Me senté en la hamaca del patio, intentando no ir a arrojar a la calle a ambos, posiblemente estaba haciendo un show.
-Es hora de almorzar- dijo Rita
-Dame un segundo- Tome aire y entre a la casa, me senté en el comedor
-Quiero que te portes bien Noah- Dijo Leandro
-Y tú también Violett- Dijo mi madre otra vez, ya me estaba cansando su actitud