ALLAN CARTTER
Jadeo de cansancio, esto de estar buscando por cada rincón en la casa no es lo que imaginé que haría en la mañana. Aún no comprendo la razón por la cual nos ponen esas ridículas tareas en el instituto, solo digo, que hacer un recuento de nuestras vidas no es algo tan importante, es mejor recordar que estamos aquí y ahora, con la esperanza de poder mejorar. Aunque a estas alturas, es complicado en mi situación, voy perdiendo dos materías, que a mi parecer no son realmente importantes. Ética y religion, nunca he oido de alguien que obtenga un buen trabajo, solo por decir que es enteramente religioso o tiene una gran moral, esas cosas no suceden, lo unico que vale es el puro e integro conocimiento, que se adquiere a través de las ciencias exactas y claro, un poquito de destreza en literatura es la conbinación perfecta.
Volteo a ver a Celia, hoy particularmente luce un poco más neviosa de lo normal. —¿Y si mejor come algo antes de continuar? —Sugiere.
Niego lentamente, no sé exactamente que es lo que pretende al seguirme por toda la casa, así ha sido todo el día, y para ser sincero me pone algo nervioso. —Por supuesto, prepara lo que mejor te parezca, mientras continúo en lo que estoy. —Espero poder tener un descanso de su persistente mirada.
—No cree que es mejor esperar a que lleguen sus padres para buscar lo que necesita, ha hecho un desastre por toda la casa, es posible que se molesten. Mejor deje las cosas así, de seguro las fotografías no son tan importantes. —Se encoje de hombros. Frunzo el ceño molesto, no importa que practicamente me conociera cuando aún usaba pañales, creo que no debería entrometerse de una forma que ni mis padres lo hacen. —Oh, lo siento. Iré a la cocina. —Se retira.
Ya elegí las mejores fotografías, algunas con mis padres, otras con Violett, en familia y con algunosa amigos, pero aún me faltan las de bebe. Dudo que hayan muchas, pero de que hay, hay. tomo las escaleras rumbo al ático, de seguro allí si encuentro algo. Abro la puerta y el olor a humedad me toma por sorpresa, es de suponerse, nadie ha entrado aquí en mucho tiempo. Estornudo un poco por el polvo que genera mover las cosas de su lugar, como lo estoy haciendo en este mismo instante.
Enciendo la linterna de mi teléfono, creo que el bombillo de la habitación dejó de funcionar hace décadas. Ojeo rápidamente las cajas que tengo a mi alcance, quiero salir de aquí lo más pronto posible. Empiezan a llegar mensajes, reviso de quién se trata, es Violett, depués le contesto, no debe ser importante. Localizo a la distancia la caja relativamentete pequeña, con una inscripción: "Recuerdos". Si no es esta, no es ninguna de las que hay en este lugar. Al abrirla cae aún más polvo del que esperaba, haciendome toser de más.
Al fondo de la dichosa caja veo un libbro bastante grande de color azul claro y bien cuidado. Lo abro y efectivamente es el album fotográfico que tanto estaba buscando. Al salir me tropiezo con una pequeña caja del piso, es más pesada de lo que parece, debe conener piedras. Vuelvo a cerrar la puerta como estaba, ocultando mi desastre, igualmente nadie entra allí. Me dirijo a mi habitación y noto a Cecilia subiendo con lo que parece ser jugo y galletas, al verme retrocede dejando caer todo al suelo. Me apresuro a ayudarla. —No comprendo que te sucede hoy, estás muy torpe. —Agacha la cabeza y eso me hace sentir un poco mal, tal vez fuí muy severo por un accdente. —No te preocupes, igual ya encontré lo que buscaba. —Le enseño el album.
—Me lo dejaría observar un rato, hace mucho tiempo que quería recordar un poco. —Su tono me tranquiliza un poco, pero su extraña petición no viene al caso. ¿Y recordar qué? —Por favor. —Su insistencia me hace ceder, pero justo antes de entregarselo lo examino frente a ella y saco un par de fotos, las que se ven menos desgastadas.
—Toma, solo necesito estas. —Asiente con aprobación y se retira inmediatamente. Eso fue muy extraño, pero a juzgar por su comportamiento de hoy, diría que fué normal.
Pongo todas las fotos sobre el escritorio, con buena iluminación y me dispongo a tomar las Fototos, una foto a cada foto. Eso suena como un trabalunguas. Las descargo en el computador, luego de recortarlas y las copio y pego en un archivo de Word, dejando espacio para hacerles una corta reseña a cada foto. Ajusto todo y me aventuro en la parte más difícil, tener que explicar cada foto. No me preocupo mucho en eso, lo importante es entregar algo para no tener un cero de nuevo.
Tomo un corto descanso para llamar a Victoria, me escribió que estaba de nuevo en el hospital. —Todo está bien, nada de qué preocuparse. —Eso fué lo que dijo, pero obviamente estoy preocupado, para mí aún no es normal que pase tanto tiempo en el hopital, pero debo adaptarme.
—Hola, Vic. ¿Cómo estás? —Es lo que siempre le pregunto cuando me contesta, antes que todo, un informe de su salud es lo que necesito saber.
—Excelente, lo mismo de todos los días. ¿Has visto a Violett? Es que no la encuentro por ningún lugar. —Me contagia inmediatamente su preocupación.
—¿A Violett? La verdad es que no, me escribió hace tiempo, pero no he podido contestarle, ni siquiera he revisado el mensaje. —Recuerdo vagamente, me concentré tanto en mi tarea que olvidé lo demás. —¿Pasó algo con ella?
—No, solo que dijo que te esperaría en su habitación, pero cuando fuí había un señor, ni idea de quién es. El cuento es que la vi en la mañana, pensé que seguía aquí, pero por lo visto se fue sin despedirse, debió cansarse de esperarte, es que le dije que vendrías. —Se excusa. —¿Vendrás? —Insiste sin insistir directamente, que loco.
—Pues... Estoy por terminar, supongo que sí. —Me encojo de hombros.
—Nunca pensé que eras tan descuidado, deberías establecer tus prioridades... —Ni mi madre me regaña cuando dejo todo para último momento. —Si haces todo con prisa nunca te quedará bien y realmente entregar un trabajo tan mediocre va... —Aparto unos segundos mi teléfono de mi oido, no solo para evitar sus palabras, sino para alzar todo lo que la brisa botó de la mesa. —¡¿Me estás escuchando?! —Demanda molesta del otro lado de la línea. Pensar que antes ni siquiera me hablaba y ahora hasta me grita.