Ámame

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ADAM

Isy me había enviado un mensaje para decirme que Esteban no era un chico normal como cualquier otro, él era uno de los chicos que había salido de los mismos problemas que yo tenía antes de acudir a ellos, después de ese mensaje, Taylor dijo que se iría con ella y paso la siguiente semana desando con todas sus fuerzas que el fin de semana llegara, estaba emocionada, fui a casa de Megan buscando a Esteban, lo encontré en el estudio acomodando libros y tarareando una canción que no reconocí.

- Hola Esteban – salto asustado – lo siento no quería asustarte

- No te preocupes, es solo que estaba distraído – sonrió y suspiro para recuperar el aliento

- ¿crees que podamos hablar? – no sabía cómo manejar esta situación, con Peter había sido diferente, él había venido conmigo y yo solo lo había ayudado, se rasco la nuca y se encogió de hombros – es sobre lo que haces aquí

- ¿Little Bunny, hablo contigo? Sé que son buenos amigos – estaba avergonzado, lo podía notar en sus ojos – ella dijo que si me mantenía cerca de Taylor y me hacia su amigo podría cuidar de ella mejor

- Si Isabel menciono algo, Taylor no necesita que las cuides, pero Megan y Ashley me preocupan un poco, quizá puedas poner un ojo sobre ellas – sonrió y se sonrojo, quizá era un chico fuerte, pero parecía ser bastante tímido.

- Sobre Megan – levante una ceja - ¿ella tiene novio?

- No, ¿Esteban? – se rasco la nuca de nuevo

- Me gusta tu prima, pero si me dices que tengo que mantenerme lejos de ella lo hare, teóricamente eres mi jefe – lo mire confundido – ¿no te lo dijeron?

- ¿decirme que? – negó con la cabeza y sonrió

- Eres el jefe de diez chicos más, no soy el único que les está cuidando las espaldas a tu familia, no es cosa de Isabel, ella solo sabe sobre mí, los demás te siguieron por su cuenta, dos de ellos van a la cafetería casi a diario, los demás se ocultan entre las sombras para cuidarlos.

- Así que han estado detrás de nosotros es interesante, no lo sabía, bueno debo volver a casa – me levante, pero al llegar a la puerta me gire – Esteban, sobre Megan, dejare que ella decida, pero si le haces daño…

- Lo sé – levanto las manos – no eres el único que me mataría si le hago daño a Megan, pero créeme, eso es lo que menos quiero, ella me gusta, en serio me gusta y daría mi vida por ella, te lo juro

- Espero que la hagas feliz

En serio esperaba que Megan fuera feliz, con él o con quien sea pero que fuera feliz, Megan merecía ser feliz, todos nosotros lo merecíamos y aun que mis primos creían que no me daba cuenta, algo estaba pasando entre Peter y Ashley, podía ver la forma en que se sonreían, como se miraban, como se sonrojaba Ash cuando Peter la tocaba “disimuladamente”, lo que más quería era ver a los chicos felices, me arroje sobre mi cama y me reí, Peter y Ashley, Esteban y Megan, Taylor y yo, Isabel y Jack.

Quería estar en casa de Taylor cuando volviera ese fin de semana, pero mis primas decidieron que secuestrarían a Taylor en cuanto llegara y eso fue exactamente lo que hicieron, así que pase la tarde con Peter y Esteban, el cual ya no parecía tan malo, creo que después de saber que estaba ahí para cuidar de ellos y que le gustaba Megan dejo de ser un peligro para mi relación con Taylor, algo que me alegraba mucho.

Taylor me sorprendió cuando llegue a casa ella estaba en la cocina, creí que se quedaría con las chicas en algún tipo de pijamada o algo por el estilo, pero no, ella estaba en la sala viendo una película, tenía un enorme plato con helado y dulces, me sonrió en cuanto me vio, se levantó del sofá y se acercó a mí, sonrío y me abrazo, la abrase con fuerza y la levante, solo había sido un fin de semana, pero veía algo diferente en ella.

Se veía más feliz, como si algo dentro de ella hubiera hecho click y se hubiera roto la burbuja de tristeza que la rodeaba, estaba feliz, era como que desbordaba felicidad, sonreía muchísimo, algo le había pasado ese fin de semana, nos sentamos juntos y le sonreí.

- ¿Cómo te fue el fin de semana bonita? – se cubrió el rostro con el cabello, pero lo aparte para verla sonrojada - ¿todo bien?

- ¿me llamaste bonita? – me reí

- Creo que debí decir hermosa, pero bonita está bien por ahora – sonrió se inclinó hacia mí y me beso – ¿vas a contarme de tu fin de semana?

- Si, claro que si

Me conto sobre Cassie, una niña pequeña de la que se enamoró, que le gustó mucho esa villa y que le agrado pasar tiempo con la familia de Isabel, que estaba feliz por tener a alguien como ella en su vida y que habían prometido salir más seguido para seguir conociéndose, que les había gustado pasar tiempo juntas y que incluso habían quedado en pasar tiempo juntas en la playa y quizá celebrar navidad juntas en la villa.




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