Stella
Sentí esas fuertes palpitaciones golpear dentro de mi pecho, y estaba segura que no era exactamente por la emoción o felicidad que me llenó hace un momento, si no más bien por que estaba asustada, por lo que esa simple acción podría ocasionar, ocacionarme.
Al llegar a casa, apenas atravesando la puerta mi padre me recibió con la mirada más dura y oscura que había visto jamás. Estaba molesto claro está, por lo que era fácil intuir que ya lo sabía todo, y ¿cómo no? Si nunca estábamos completamente solas y las redes sociales no decepcionan en cuanto a su rapidez para esparcir rumores o compartir momentos tanto propios como ajenos, después de todo no éramos completamente privados era algo que a veces se me olvidaba o la realidad es que intentaba no asimilarlo.
—¿Me puedes decir qué demonios significa esto? —preguntó si es que se podría decir así cuando está claro que no es una pregunta que necesita mi respuesta, las imágenes que proyectaba el video del teléfono en su mano lo decía todo, a esto creo que se definiría mejor como un regaño.
—Lo lamento. —dije como reacción a su tono molesto, aunque en realidad no lo lamentaba del todo. No había hecho nada malo, si, había besado un chico que no es precisamente el que mis padres querían que lo hiciese, y había terminado exhibida por Internet pero no era algo como para terminar cancelada así que tal vez no debería estar tan molesto, pero la cosa es que lo estaba, claramente.
—¿Qué lamentas exactamente?
—¿No hacer un mejor esfuerzo en mantener mi vida privada fuera de las cámaras?
—¿Quién es ese chico?
—Un amigo de la universidad.
—¿Amigo? No recuerdo que los amigos se besasen.
—Bueno, no somos exactamente amigos, nos estamos conociendo con cierto interés.
—¿Interés? Sí, seguramente él está muy interesado.
—No es de esa forma, él no necesita de tu dinero créeme es hijo de Adeline Brown, la artista de ese hermoso cuadro que adorna el centro de tu sala.
—No me interesa si es hijo del presidente, ¿Quién es él? No me digas de quién es hijo, ¿Quién es y qué tiene para ofrecerle a alguien como tú?
—¿Cómo yo? ¿Debo recordarte que yo solo soy una estudiante y que tampoco sería nadie si no es por ustedes?
—¿Qué está estudiando? ¿En qué te beneficia?
—Papá solo lo besé, no me casaré con él.
—Ni siquiera puedes responder la pregunta No me digas ¿Actor?, ¿músico?
—Médico.
—Completamente inservible para los negocios, no necesitas un Médico y está familia tampoco ya hay suficiente de ellos, necesitas a un compañero en las finanzas como Jason.
—Jason no está interesado en mí.
—Claro que lo está, los he visto juntos, no estoy ciego.
—Pues no sé si lo estarás, a lo mejor si necesitas a un médico porque a él claramente no le intereso.
—¡Stella! —reprocha mí madre, quien al parecer estaba pendiente de la conversación aunque apenas se notaba su presencia segundos antes.
—Papá lo conozco un poco y él no parece ser un mal tipo, y tampoco creo que le interese nuestro dinero, y tampoco es necesario forzar a tu hija a una relación que ella no quiere, es el siglo veintiuno ya no se hacen matrimonio arreglados... bueno, al menos en Estados Unidos.
—Jessica no te metas, esto no tiene que ver contigo. —contestó mi padre. —. Y tú será mejor que te alejes de él, mereces mucho más no te quiero ver enredada con alguien que no esté a tu altura y él obviamente no lo está.
—¡Papá!
—Papá nada, no se habla más del tema, ve a descansar y déjalo atrás que mañana es un increíble día que no puede ni debe arruinarse con nada, es un pequeño inconveniente que se ha solucionado, si tienes la mente clara entonces no hay problema. Aléjate de él es una orden Stella no estoy bromeando no me gusta para ti y no quiero darme cuenta que lo vuelves a ver, ¿de acuerdo?
—De acuerdo... —solté entre dientes y tragándome toda la molestia que me generaba aceptar sus deseos.
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FIESTA DE ANIVERSARIO
Tomamos un vuelo a las siete para llegar temprano y poder asegurarse que todo esté marchando según lo planeado y parecía así todo alrededor marchaba según debía excepto yo, y es que apenas y había podido conciliar el sueño, mi mente parecía negada a la idea de dejar de trabajar y abandonarme al fin con morfeo, no podía dejar de repetir el beso, los regaños de papá y el beso de nuevo y los mensajes de Jasper preguntando si me encontraba bien, me distraía de mi verdadero objetivo, recuerdo haber salido para distraerme pero lejos de eso solo había conseguido estrenarme más, al final opté por tomar una pastilla para dormir de mamá y solo así descansé un poco, hasta que forzosamente tuve que despertar.
Los Caley almorzaron con nosotros y quisiera decir que fue un momento agradable pero papá parecía muy empeñado en juntarme con Jason, tanto así que nos hizo sentarnos juntos y no dejaba que la conversación entre ambos muriera, sacando temas al azar para que la convivencia que tanto parecía desear no acabara.
Y aunque estaba en la conversación con Jason mi mente divagaba en el momento donde le prometí a Jasper mandarle un mensaje pero después de eso no me he atrevido a ver la bandeja de entrada. Papá estaba molesto obviamente él no le gustaba para mí, ya sea por su capricho de que esté con el hijo de su mejor amigo o por que realmente creía que cualquier cosa era mejor que él aunque para mi no tenía mucho sentido no miraba que en él era lo suficientemente malo para alejarlo y las razones que me dijo se me haces demasiado tontas y sin sentido.
¿Valía la pena avivar la llama de este conflicto interminable entre mí papá y yo por Jasper?, ¿estaba lo suficientemente interesada para agregar otro conflicto entre nosotros que solo nos haga distanciar un poco más? Él me gusta mucho pero aún podría renunciar a él, ¿no es así? Aún puedo imaginarme una vida sin él sin ningún inconveniente... o ¿podría usar esto como base para profundizar el conflicto?, si sus probables excusas eran ciertas y todo lo que sucede es que no confía en mí y por eso necesita de Jason a mi lado ¿no es este el instante perfecto para usarlo a mi favor? Tal vez todo lo que necesito es esto, que Jasper sea la excusa perfecta donde papá no obtenga lo que quiera y no tenga más opción que verme a mí y aceptarme como la mejor candidata para el futuro de la empresa, el momento perfecto para que entienda que su hija no necesita casarse con un chico bueno en las finanzas... no cuando yo podría ser ese chico.