Capitulo 05

Jerry

Salí del colegio y Sean me llevo a casa en su auto, resulta que nunca estuvo averiado, solo era su estúpido plan para que esté cerca de Maggie, y aun no puedo conseguir mi licencia porque papá sigue en desacuerdo y aun no puedo conseguirla por mi mismo, llegué a mi casa sólo a cenar mi padre a un no volvía del trabajo así que ni siquiera tenía por qué preocuparme de pedir permiso, eso en mi caso es inútil el casi nunca está en casa, pero no malinterpreten el ha sido un buen padre... sólo que desde la muerte de mi madre no ha sido nada fácil para él y claro está que ha tratado fuertemente para que no me afecte su ausencia, y a veces quisiera recordar más de ella pero realmente es muy difícil hacerlo, desde el accidente no puedo recordar nada del pasado, mis pocos recuerdos son gracias a fotos.

Y si se preguntan ¿Por qué? No lo sé, estuve intentando recordar algo de cuando era niño pero nada, por años lo hice, por fotos y cosas así pero nada venía a mi, así que solo terminé renunciando, pues tal vez es lo mejor, si no puedo recordarlo, su ausencia no me afecta, por eso creo que es mejor que esos recuerdos no vuelvan.

Tengo a papá y Mari, le tengo un gran cariño es como mi madre aunque se perfectamente que no lo es, la casa sería peor sin ella le tengo mucho cariño ella siempre ha estado apoyándome por eso le estoy muy agradecido.

—Mari tengo que irme, regresare algo tarde así que no te preocupes —dije dándole un beso en la mejilla —. le dices a mi padre que no me espere despierto, llevo la llave, para que estén tranquilos.

—Está bien, mi niño se cuida, nada de andar haciendo cosas indebidas.

—Claro que no Mari, tu sabes que yo soy un completo angelito, no te preocupes nos vemos mañana, cuídate.

Me fui en el autobús algo temprano Sean quería que le ayudará con unas cosas.

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[¿Layla si vendrás? ]

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—Hasta que por fin llegas, pensé que no venías, apurate sube al auto, hay que ir por unos snacks y botellas de alcohol.

Subí al auto compramos todo lo que necesitábamos y regresamos pero realmente estoy bastante preocupado no sé qué pasó con Layla sólo no me contesta.

—¿No te contesta cierto?

—Eh... no, bueno si, no sé qué pasa, tal vez sólo no quiere venir.

—¿Hasta cuándo piensas parar con esto? ¿Ah? O ¿Piensas estar así toda tu vida? por Dios Jerry, necesitas parar, tu eres un gran chico mereces a alguien mejor, no deberías estar detrás de una chica por la cual sin importar cuantos años estén juntos nunca podrá Mirarte... Y tú lo sabes, realmente cada vez me molesta más. —dijo saliendo del auto molesto y aventando la puerta tras de sí.

Una parte de mi sabe que tiene razón, pero ¿Cómo puedo sólo superar a alguien que se ha metido por completo en mi corazón? que incluso si es cómo una espina que me hiere por dentro no soy capaz de sacarla, por que si la saco solo terminaría con un dolor más fuerte mientras me desangro ¿Cómo podría eliminar todos los buenos recuerdos con ella? Pues no es que como si siempre fue así, hubo un tiempo donde me amaba de verdad, donde todo era muy feliz pero de pronto todo cambió, en ese pequeño momento donde ella dejó de quererme donde ya se había olvidado de todo lo que habíamos vivido juntos, y si lo único que podía hacer era aferrarme como un loco a ella y los estúpidos recuerdos lo haría, con la esperanza que todo vuelva hacer igual algún día, es solo que por más que pasa el tiempo ella parece alejarse más, no es que no pueda ver la realidad es sólo que realmente temo verla...

[..]

Hay muchos chicos en la fiesta y todos parecían estarla pasando increíble mientras yo continúo llamando a Layla y enviado un sinnúmero de mensajes pero sigo sin obtener una respuesta ¿Debería ir a buscarla? son cosas que pasan por mi mente a cada instante. Un mensaje entró sin esperar y entré a la conversación de Layla sin pensarlo.

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[Jerry, estoy algo enferma, así que no te preocupes, sólo disfruta de la fiesta]

[¿Debería ir a verte?]

[No, no te preocupes ¡Estoy bien! sólo divierte dormiré un rato, hablamos mañana, bye <3]

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¿Debería llevarle algo para que mejore? Uhm tal vez ¿Algunos chocolates? si, seguro eso le levanta el ánimo.

Salí de la fiesta con intenciones de ir a la casa de Layla, pero primero iba a pasar por una tienda para comprar chocolates.

Había encontrado sus chocolates favoritos seguro le subiría el ánimo, pero eso no fue lo único que encontré, inesperadamente Layla estaba justo en frente en unas banca de un pequeño parque, estaba hermosa, mi cara se iluminó al verla, extrañé que estuviera ahí y no durmiendo a como me dijo en el mensaje pero no quería sacar conclusiones tal vez vino a comprar alguna medicina, su casa estaba bastante cerca después de todo, caminé hasta ella pero alguien llegó frente a Layla antes que yo lo hiciera.

—¿Esperaste mucho? —dijo Eizen sentándose a su lado.

—No, está bien, no te preocupes.

—¿Ya te encuentras mejor? ¿No?

—Sí, el hecho que tú estés aquí me hace sentirme mejor. —soltó Layla con su cara completamente iluminada pero no por mí.

—Uhm, me alegro.

—¿Vamos por unos helados?

—Sí ¿Por qué no?

Comenzaron a caminar a mi dirección por lo que regresé a la tienda una vez más y solo los vi pasar por la ventana.

—¿Necesitas algo?

—Eh, sí, necesito uno de estos. —dije tomando una caja de chicles para disimular.

Soy patético ¿No? —suspiré con ironía acumulada— se que cualquier persona viendo desde fuera, piensa lo mismo de mi, como no hacerlo si hasta yo mismo en ocasiones como esta lo creo.

Regresé a la fiesta y fui a la cocina para tomar un refresco.

—¿Dónde estabas? —preguntó Sean.

—Sólo por ahí, toma. —le ofrecí los chocolates.