Maggie
—¿Segura que no quieres que me quedé? —habló Michelle tan pronto como Sean estacionó frente a mí casa.
—Sí, tranquila todo está bien, nos vemos mañana. —la abracé y salí para después despedirnos con la mano.
Jerry se había quedado en la acera junto a mi.
—Yo... lamento mucho lo que pasó antes.
—Por mi esta bien, pero... ¿tu lo estás? Has terminado con ella por mi culpa, no quería causarte un inconveniente, debí mantener mi distancia.
—Está bien Maggie, no pasa nada, las cosas no estaban bien de todas formas.
—Pero tomaste una decisión en presión por mi culpa yo solo debí haberme ido.
—Ya no importa, si alguien tiene la culpa de esto no es nadie más que yo, así que no intentes tomar responsabilidad de esto, yo fui el que estaba intentando algo contigo aún sabiendo que yo tenía novia... tú no hiciste nada todo fue mi culpa y realmente lamento lo que te pasó y la forma en que estuve actuando todo este tiempo.
—Creo que no exactamente todo tu culpa, tambien no actué de la manera más madura posible y no me esperaba esto pero supongo que lo merezco yo fui la primera que te busco aún sabiendo que tú no estabas sólo, fui algo egoísta y tal vez ambiciosa queriendo algo que sabía no podía tener.
—No tienes la culpa de nada, estoy muy agradecido contigo gracias a vos me he dado cuenta de cosas que honestamente evitaba mirar y seguro que las cosas no debieron pasar de esta forma pero pasó y la realidad Maggie es que... yo no soy imposible, y deberías ser capaz de verlo, con tantas veces que intenté mantener mi atención en Layla y aún así tú pudiste llegar a mi, y no importa cuántas veces haya intentado ocultarlo y negarlo, tú te has metido en mi corazón de una forma que no puedo explicar... eres una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida y por Dios que estoy muy agradecido que te hayas transferido justo a mi escuela.
—Yo... no creí... que las cosas fueran así, pensé que tu...
—¿Estaba jugando contigo? —asentí en respuesta—. Y tienes tus razones de creerlo soy un tonto, que se ha confundido mucho, mucho más de lo que es aceptable, pero antes de ti no existió un instante en el que me planteara una vida lejos de ella, has hecho que esté seguro que las cosas que por años creí que eran lo mejor para mi realmente no lo son.
—No pensé que yo hiciera eso en ti.
—Yo... quiero pensar mucho, creo que tu me gustas más de lo que creí, pero no quiero que pienses que estoy jugando o usándote para olvidar a Layla... quiero sentirme libre de todo... pero quiero que sepas que disfruto mucho estar contigo.
—No sé qué decirte pero creo que te entiendo en cierto punto, debes estar seguro de lo que quieres... no me gustaría que te equivocaras y terminarán las cosas mal para ti, así que si realmente después de un tiempo... decides que yo soy la persona con la que realmente quieres estar entonces en ese momento podríamos volver a hablar sobre el tema, no es necesario presionar, sólo tómalo con calma y escoge correctamente, no sólo digas con tu cabeza si no también tu corazón, no solo es sobre quien es mejor para ti, si no sobre con quien quieres estar, ambas cosas deberían ser capaz de juntarse y si al final no soy yo estaría bien, es tiempo que me vaya a dentro, nos vemos mañana y no estás presionado a tener que elegir justamente mañana, bueno al menos por mi... adiós.
—Maggie, gracias, de verdad muchas gracias por entender.
Intenté darle una sonrisa reconfortante y me di la vuelta para ingresar a casa.
❥❥❥
Michelle
Ya eran las tres en punto y me he alistado intentando verme bien, incluso cambie de conjunto un par de veces, no sé por qué pero me sentía preocupada demasiado por mi apariencia, no quería exagerar, pero no queria verme mal, así que decidí no usar tanto maquillaje pero si lo suficiente para verme bien, estaba nerviosa, supongo que la razón es por que no hemos salido en años.
Me mantengo fuera de casa durante unos minutos dudando en si realmente debería ir... intento armarme de valor y decido ir, fui caminando pues no está tan largo e igual me servía para matar algo de tiempo, no es que quisiera llegar tarde solo quería posponer un poco lo inevitable.
Al Llegar al local, por medio de los cristales vi a Eizen está sentando en una de las mesas de al fondo con la vista perdida en un punto fijo en la mesa no tenía el teléfono en sus manos en busca de distracción pero usabas sus dedos en un tamborileo ansioso sobre la mesa.
He venido aquí con una decisión fija en mi cabeza, en la que pienso sólo decirle gracias por todo, pero que mi tiempo de dejarlo ir ya había llegado.
Lo he practicado tantas veces en mi cabeza que creo que todo debería salir bien así que respiré hondo, abrí la puerta y me dispuse a caminar, cuando estaba a tan sólo dos metros de él levanta su mirada y fue cuando mi mente se puso en blanco...
—Veniste... —dijo levantándose de la mesa captando la atención de una pareja que estaba a unos metros de él—. por un momento pensé que no lo harías pero si veniste... por favor siéntate. —pidió con claro entusiasmo así que lo hice y tomé asiento frente a él.
Ahí me di cuenta por que me gustaba tanto esa sonrisa, esa maldita sonrisa que durante tanto tiempo me mantuvo embelesada, no la había visto en mucho tiempo... ¿Qué le pasó en el labio? Lo tenía roto, ¿volvió a pelear con alguien?
—¿Michelle?
—¿Ah? ¿Perdón que dijiste?
—No importa, estoy muy feliz que estés aquí no sabes cuanto, tenía miedo que no vinieras pero lo hiciste y gracias por eso.
—Dijiste que deberíamos hablar y pues, también creo que es una buena idea...
—Una malteada de vainilla para la señorita y un especial de tres copas de fresa para ti... que lo disfruten
—Dijiste que pensabas que no vendría...
—Sí pero algo en mi esperaba que lo hicieras, después de media hora me miraban raro tenía que ordenar, así que pedí tu favorita, malteada vainilla con chispas de chocolate, si realmente venías él te estaría esperando...