Capitulo: 5 ¡Y los muertos se levantaran!

Después de un corto descanso sentados en los muebles del lobby y tomar un poco de agua del filtro. Le agradecieron a los dos hombres por haberlos ayudado aunque uno de ellos no estaba contento.

- Me llamo Kervis, Jaramillo Kervis y el es mi amigo Jancarlos. - dijo Kervis acercándose a Kevin para estrechar su mano - y de nada, los vimos desde la azotea… la explosión, subimos por la explosión y vimos la oleada de esas cosas ir tras ustedes. ¿Están todos bien?

- ¡sí! – exclamo Nathalia, que estaban sentada en el suelo apretando el carnet de identificación. - ¡gracias! De verdad… gracias. – su vos sonaba muy serena. – ¿esas cosas no han intentado entrar?

- ¡no, no! – desde el brote hemos estado acá. – respondió Kervis que desvió la vista hacia la calle viendo como pasaba un herido velozmente. – mi amigo Jancarlos estaba despierto viendo un estúpido programa por el directv mientras esperaba a su hermano y lo interrumpieron para dar la noticia de lo que estaba pasando acá en Venezuela y entonces me despertó..

- ¿Cómo? ¿A qué hora fue eso? – pregunte Michelle acercándose Kervis.

- como… como a las 01:20 A.M. – la vos de Kervin vibraba de nervios al ver como se le acerco Michelle.

- ¡que noticias dieron! – pregunto Nathalia mientras se levantaba del suelo y se sentaba en el mueble guardando el carnet de identificación en sus bolsillos pero dejando la mano en el.

- eran muy confusa… decían que un virus se había propagado muy rápido por las principales ciudades del país. – respondió Kervis. – que los vuelos habían sido suspendidos tantos los de entrada como los de salida, creo que muchos aviones que salieron de Venezuela tiene que regresar pues ningún país quiso darles paso.

- ¿Qué más? ¡Que más escuchaste! – exclamo y pregunto Kevin, este veía fijamente a Kervis mientras hablaba.

- ¡nada! No se mas nada creo que ni ellos mismos sabían… además se cayó la señal a eso de las 01:30 A.M. – respondió Kervis rápidamente. – Al igual que los canales nacionales alrededor de las 1:45 A.M. dejaron de trasmitir, y luego empezaron los gritos, choques y disparos, nos alarmamos y subimos a la azotea para ver qué pasaba, al llegar ya estaban más residentes allí y vimos esas cosas corres y atacar a las personas y a los autos.

- ¿Cómo pudieron los canales nacionales retransmitir a la T.V. extranjera sin internet? – pregunto Nathalia a Kervis que se encogió de hombro.

- ¡no lo sé! -  respondió Kervis. – desde alrededor de las 6:00 P.M. se cayó todo lo que tiene que ver con telefonía fija y móvil, hubo una recuperación a eso de las 8:00 P.M. por solo unos minutos pero luego volvió a caer y no se volvió a recuperar y por lo que veo ¡no lo hará! 

- me pregunto ¿Por qué se cayeron los servicios? – se preguntó Nathalia en vos alta. – se cayeron alrededor de las 6:00 P.M. lo recuerdo porque a esa hora fue que llame a casa y hable con la niñera de mi hermano menor.

- me pregunto lo mismo. – exclamo Kervis. – pero ¡Síganme! vamos a mi departamento. - todos se dirigieron a las escaleras y subieron al 9no. piso.     

- ¿a qué hora se quedaron a oscuras? – soltó la pregunta Michelle. Sosteniendo firmemente el arma, con el dedo en el gatillo.

- como... alrededor de las 2:30 A.M. – respondió Kervis mientras seguía subiendo detrás de Jancarlos. – casi al mismo tiempo que se estrelló el gran helicóptero en la azotea del hospital central. Fue todo un espectáculo, vimos como esas cosas salieron como hormigas a tacarlos.

- ¿crees que el helicóptero allá causado el apagón? – pregunto Jancarlos todos se sorprendieron al escucharlo pues no había hablado desde su llegada.

- ¡no! No lo creo. Creo que la electricidad fue cortada deliberadamente o por lo menos eso parece. – respondió Kervis mientras abría la puerta que daba al pasillo. Entraron de nuevo en un pasillo esta vez más estrechos que los pasillos del hospital. En el camino algunos curiosos se asomaban viéndolos fijamente.

- el apagón fue en toda la ciudad. – prosiguió Kervis. Mientras escuchaba, Kevin golpeo lo que pareció una pequeña piedra; este tintineo al rodar por el piso. Michelle escucho y con la linterna de su ametralladora alumbro el suelo descubriendo no uno, si no varios objetos cilíndricos que centellaron con el haz de luz.

- ¡casquillos de balas! – exclamo Kervis. – algunos entraron y tuvimos que defendernos. – y apunto con el dedo a unos metros más adelante. Al alumbrar pudieron ver un charco de sangre y las huellas por donde arrastraron a los cuerpos. – aventamos los cuerpos por las ventanas del apartamento 36. – dijo Kervis. - el cual esta vacio. ¡Vamos!