Julia: ¿Alexander?
Alexander: Julia, lamento haber desaparecido y por volver a aparecer de esta manera, pero necesito hablar contigo.
Julia: pero... ¿¡donde estuviste todo este tiempo!?
Alexander: no es momento de hablar de eso. Julia te están buscando, por eso te llamé.
Julia: no entiendo nada, ¿Quién me busca?
Alexander: no se en que te estas involucrando, pero los hombres a los que estoy investigando están detrás tuyo. Necesito que hablemos personalmente para explicarte algunas cosas, así que me pondré de nuevo en contacto mas adelante. Por ahora me tengo que ir, pero te pido que tengas cuidado. Adiós.
Julia: Alexander, ¡Alexander!
Julia se quedó inmóvil, con la bocina del teléfono aun en su mano. Niels, comprendiendo lo que había pasado, intento preguntarle por lo sucedido, pero ella se fue sin decir una palabra a su habitación, dejándolo a él solo, recostado en el sofá de la sala.
Al día siguiente, Julia marcho hacia la casa de Elena, saliendo lo mas tempano que pudo y evitando así, darle la cara a Niels. Elena vivía ahora junto a su hermano menor en un amplio departamento, después de haberse mudado de la casa de sus padres, al iniciar la universidad. Y la reciente remodelación del edifico, confundió un poco a Julia, que finalmente termino hallándolo, después de un rato.
Elena le trajo un pequeño desayuno con huevos y café a Julia y luego, ambas chicas se sentaron en el comedor de madera, donde Julia empezó a contarle lo sucedido a Elena. Cuando finalmente la conversación tuvo una pequeña interrupción, mientras Elena llevaba los platos a la cocina. Julia reviso su celular viendo que tenía muchas llamadas perdidas de Niels, así que le escribió un mensaje explicándole que estaba con Elena y luego apago su celular.
Muy confundida con la reaparición de Alexander, sobre todo después de haber besado al profesor Niels. Julia no podía entender lo que sentía, ni lo que debía sentir. Durante su jornada de trabajo, todos sus compañeros, notaron lo extraño que se comportaba, después de que se equivocara en varias órdenes, lo cual nunca había pasado antes, preguntándole en reiteradas ocasiones si se encontraba bien. Una hora antes de salir de su trabajo, un mensaje de Alexander, citándola para hablar a solas. Julia que tenía muchas preguntas en su cabeza, no dudo ni por un momento, confirmando la cita propuesta por Alexander, en el museo estatal de historia, al día siguiente.
Julia decidió quedarse aquella noche en casa de Elena, evitando de esa manera ver al profesor Niels. Durante la cena aprovecho para contarle todo a su compañera y de paso para pedirle consejo sobre lo que debía hacer. Pero Elena, que no tenia ni idea de que era lo mejor para Julia y que se encontraba sorprendida con todo lo que estaba pasando, le aconsejo que hiciera lo que su corazón le indicara.
La ansiedad se apodero de Julia, que durante toda la mañana no paro de leer el mensaje, un vez tras otra, esperando que llegara la hora de marcharse. Las instrucciones habían sido un poco extrañas, pero Julia hizo caso a ellas, tal cual estaban escritas. Primero, entro por la puerta mas lateral al museo, teniendo luego que recorrer varias salas del museo al azar, llegando finalmente a la colección de monedas rusas a las 3:30 pm.
El corazón de Julia comenzó a latir con tal fuerza, que seguramente si alguien hubiera estado cerca de ella, hubiera podía escuchar los latidos de su corazón. Cuando Julia lo vio casi no lo podía reconocer. Tenía el cabello negro, que le llegaba hasta el oído, unos anteojos negros y adicional una pequeña cicatriz en se mejilla. Posiblemente producto de una quemadura con pólvora.
Alexander se acercó a Julia, mirandola fijamente y dudando si besarla o no, pero ella al notar sus intenciones corrió su rostro, dejando sus intenciones en el aire.
Alexander: lo lamento Julia, yo solo pensé que... tal vez, todavía había algo, tenía la esperanza de que aun me amaras.
Julia: todo ha sido tan difícil, fue muy duro para mí cuando te fuiste, dure mucho tiempo intentando entender tu decisión, pero ya paso mucho tiempo, y en algún momento, algunas cosas dejaron de importar.
Alexander: y ese momento que cambio todo, debe tener un nombre.
Julia: !no¡ (dijo Julia sonrojándose) no quiero hablar de esto ahora y la verdad no creo que sea el momento, creo que tu llamada era porque me querías contar algo relacionado con lo que investigabas y con toda la información que me dejaste en tu ultima carta.
Alexander necesito saber que ha pasado. Es evidente no me hiciste caso con lo que te pedí. ¿¡Cierto!? Esto es muy largo de explicar Julia y no tengo tanto tiempo, pero para resumir todo, mientras vigilaba a algunos de los hombres involucrados en los crímenes que estoy investigando, descubrir que tu rostro aparecía en su lista negra. Al parecer eres testigo de algunos asesinatos o eso es lo que dicen que paso. Adicional buscan a otra mujer que iba a tu lado. Por fortuna no tiene sus nombre completos, pero tarde o temprano terminaran encontrándolas. Así que para ayudarte, necesito saber que hiciste.
Julia: lo lamento. No pensé que pasaría esto, solo te estaba buscando, y por eso viajamos hasta el lago Baikal, entonces... encontramos unas fabricas que creímos abandonadas y luego todo se volvió confuso.
Alexander: me estas diciendo que terminaste en la guarida de unos criminales, mientras me buscabas. Esta gente es muy peligrosa, deberías irte por un tiempo y llevarte a tu amiga lejos
Julia: no puedo, ya tengo una vida aquí, y ¿ella que va hacer?
Alexander: ya me tengo que ir, es muy peligroso si sigo aquí más tiempo, por favor necesito que busques a una persona por mí.
Julia: primero me dices que me vaya y ahora me pides ayuda
Alexander: esta persona puede ayudarnos a ambos, tiene mucha información, y además te puede dar protección Julia, su nombre es Antonio y al parecer fue profesor de la universidad en la que tu estudias en el área de computación e informática. Búscalo.