Amar Lastima

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Pero la felicidad es tan efímera como un soplo de brisa, al mudarse a la nueva casa Nara estaba la mayor parte del tiempo sola, con ella estaba una señora para atender la casa, un chofer y un guarda espaldas. Su  padre volvió al mercado y su primo y amigos continuaron con sus respectivas vidas por lo que ella comenzó a sentirse triste. Renzo por estar tan ocupado no noto nada raro, cuando llegaba a casa por las noches ella lo recibía con una ligera sonrisa, compartían su día brevemente y se iban a dormir. Eso la hundía aun más en la depresión, hasta que todo se revoluciono por causa de las redes sociales. Nara se encontraba aburrida y miraba su teléfono hasta que le entro la curiosidad por ver si hablaban de su novio en estas, y para su sorpresa si lo hacían. Renzo se pasaba de cena en cena con socios y amigos, y entre esos muy frecuentemente aparecía Agatha, Nara la recordaba de su encuentro en el restaurante de comida rápida donde trabajaba. Y aunque sabía que ella había sido pareja de Renzo y sentía que en realidad ella aún no se había enamorado de él, le molestaba que él no la mencionara cuando contaba de sus salidas a cenar. Así que eso la hacía sospechar que había algo más que ella no sabía. Como era una chica inteligente se dedico a rastrear las redes sociales de Agatha y se encontró con algunas imágenes de ella y Renzo en sus salidas donde él se veía muy a gusto con ella y uno de los comentarios en una de esas fotos la hizo enojar a un más. En la foto decía: por siempre juntos y pronto seremos tres… la fecha era reciente y sus amigos la bombardeaban con preguntas sobre si estaba embarazada pero a ninguno le contestó. Nara se imagino mil cosas, se sintió estafada, burlada y humillada, esa mujer sabia que Renzo estaba con ella o por lo menos lo suponía, y tal vez si estaba embarazada o solo hablaba de su bebe como si fuera de ella… eso hizo que Nara enfermara por la subida de la presión. El chofer tuvo que llevarla a una clínica para que la atendieran de emergencia, en su estado era muy peligroso que su presión subiera de repente, mientras estaba en la clínica los médicos hicieron todo lo posible por estabilizar su presión arterial pero se  les hacía muy difícil, a las horas, cuando por fin Renzo pudo ser localizado apareció en la clínica, el señor Leonel lo detuvo en el pasillo antes de entrar a la habitación.

  • Señor Leonel, como se encuentra mi hijo, fue lo primero que pregunto Renzo.
  • El señor Leonel le lanzo una mirada envenenada y no le respondió, en cambio hizo su propia pregunta ¿se puede saber que has estado haciendo que hasta ahora apareces?
  • Estaba en una reunión muy importante y había apagado el móvil, luego me olvide de encenderlo, pero que paso, por que se enfada conmigo.
  • No sé, dímelo tú, Nara dijo que no quería verte, me parece que volvió a darle una crisis y no me dijo por que, solo se puso muy histérica diciendo que no volvería a verte y tuvieron que sedarla.
  • A Renzo se le detuvo el corazón y se puso pálido, Nara ya estaba a poco tiempo de dar a luz, no podía ser que le diera una crisis ahora. No sé que le sucedió a ella y le aseguro que no le he hecho nada malo- dijo Renzo muy angustiado.
  • Pues ella dijo que no volvería a verte y no podemos darnos el lujo de alterarla, eso es muy peligroso para ella, así que te recomiendo que te vayas por ahora. Yo me quedare aquí con ella y la cuidare. Cuando este mejor te lo hare saber, dijo el señor Leonel.
  • Pero por lo menos déjeme verla un momento ahora, ¿no dijo que esta sedada?, no le hará daño si no sabe que estoy allí. Dijo suplicante. El señor Leonel accedió y el entró a verla. Cuando la vio, recordó los primeros días cuando la raptó, no quería vivir esa pesadilla de nuevo, sus lágrimas salieron de sus ojos sin su permiso, se sentó a la orilla de la cama, tomo su mano y la beso suavemente, también acaricio su abultado vientre mientras murmuraba; bebé… papá está aquí, ¿estás bien verdad? No te vayas a poner malito como tu madre por favor, hazla que se despierte tranquila para que puedas venir tranquilo a este mundo. Miro el rostro de Nara y suspiro mientras le decía. Por favor Nara, despierta calmada, hablemos tranquilamente, di que te molesta para que podamos solucionarlo pero por favor no te pierdas de nuevo, no te me pierdas otra vez te lo ruego. Beso sus labios, su vientre y su mano y se retiro de la habitación.

El señor Leonel lo vio alejase con la cabeza gacha y limpiándose las lagrimas con las manos, suspiro y espero a que Nara despertara… Renzo por su parte se fue a la casita, allí le pregunto a la señora del servicio si sabía que había sucedido antes de que Nara fuera llevada a la clínica…

  • No sé muy bien señor, ella estaba mirando su teléfono y de pronto lo lanzo contra la pared y se puso a llorar, luego fue al baño a vomitar y cundo salió me dijo que se sentía muy mal, que le dolía mucho la cabeza y tenía la barriga muy revuelta y el bebe le dolía, así que la mande a la clínica con el chofer.
  • Renzo agradeció a la señora fue a buscar el teléfono de Nara, como estaba bloqueado salió a buscar a un amigo suyo que podía desbloquearlo y decirle que había estado viendo ella en el teléfono antes de que se enfermara, así se hiso y cuando  se entero de lo que Nara  vio se le fueron los colores del rostro. Ya no sabía cómo enfrentarla, como iba a explicarle aquello de manera que ella le creyera, se sintió perdido, estaba furioso, angustiado, frustrado, dolido y sin una solución plausible a la mano.



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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