IAN
La nueva terapeuta de Dalia nos había solicitado una pequeña reunión con ella. Insistió en que debíamos de estar todos involucrados en la misma, por lo que ahora nos encontrábamos esperando que ella nos indicase que podíamos pasar.
“¿Por qué entrarán conmigo?” Preguntó Dalia después de que Sean le haya explicado que el día de hoy, ella no estaría sola con la psicóloga.
“Ella nos ha dicho que quiere hablar con nosotros también” Respondo acercando mis dedos a su cara para alejar el mechón de pelo que le molesta.
“Oh” Es su respuesta a la mía. Ella mueve un poco sus piernas mientras permanece sentada. Observando el reloj de pared, veo que faltan exactamente un minuto para la hora de nuestra cita.
La psicóloga sale a la hora exacta, sin minutos más ni minutos menos.
“Hola Dalia” saluda primordialmente a su paciente. Dalia sonríe en respuesta, pero no la vé a la cara, lo cual me hace recordarme al momento en el que la encontré. Ella tampoco me miraba a la cara, pero después de un poco de adaptación, sé que logrará hablar mientras la ve.
“Dalia, Señores, pueden pasar” Indica guiándonos a su consultorio. Esta vez, Dalia permanece detrás de mí, pero delante de Sean, lo que la deja en el medio de ambos.
Cuando ingresamos, Sean y yo tomamos asiento en el sofá; sin embargo, cuando le doy un espacio a Dalia para que también se siente con nosotros, ella camina de regreso a donde venimos, curioso ambos vemos lo que hace. Ella llega a estar del otro lado del sofá, y se sienta en el piso, dejando su espalda recostada en la parte trasera del sofá. Sean está a punto de indicarle que vuelva con nosotros cuando la psicóloga habla.
“Está bien. Ella suele sentarse en ese lugar, la hace sentirse segura.” Informa aclarando nuestras dudas no dichas. “¿Verdad, Dalia?” Pregunta al aire, Dalia tarda en responder, pero para nuestra sorpresa lo hace, en un tono de voz más alto del que estamos acostumbrados a escucharla. “¡Sí!” La psicóloga sonríe ante esto, nosotros también. Sin duda alguna, muy buena tu recomendación hermanita.
“Comprendo que están un poco preocupados por lo que les ha pedido Dalia el otro día” ella habla y nosotros asentimos. “¿Puedo saber a qué se inclina esta preocupación?
“Creo que es más nuestra ansiedad de que ella, puede que llegué el momento que, no sé, no quiera seguir con todo eso. Y pues…” Trato de expresarme lo mejor que puedo, pero es evidente que no lo consigo.
“No sepa como actuar diferente.” Sean añade a mi disparate de palabras. “Y que en vez de hacer que esté mejor, haga que ella no pueda estar diferente” La psicóloga asiente como sí de verdad entendió la ensalada de palabras que acaba de soltar.
“Es importante tener en cuenta que esta práctica puede ser controvertida, un poco más tratándose de algo que se ha empezado con un final terapéutico, pero ahora nos encontramos en una sociedad más abierta ante estas cosas. Actualmente, no hay una respuesta única sobre si es beneficiosa o perjudicial. Sin embargo, en el caso de Dalia, he observado que el juego de roles junto al cambio de edad puede estar ayudándola a sobrellevar por todo lo que ha vivido.” Su respuesta derrumba todos los escenarios que mi ansiedad ha creado en mi cabeza. Aun así continuo inseguro.
“La verdad me preocupa mucho que nos dejemos llevar y que en algún momento ella resulte ¿Lastimada? Por nuestra insistencia en mantenerla dentro de su pequeño espacio” Ahora, por fin, logro hablar bien y hacerme entender. Ya no más ensalada de palabras.
“Lo importante acá, es siempre escucharla a ella. Reconozco que puede ser abrumante al principio, por el no saber como lidiar con los propios deseos de uno mismo y lo que le ayudará a ella. En mi opinión profesional, el juego de roles puede proporcionar a Dalia un espacio seguro para explorar y procesar sus experiencias traumáticas. En este espacio, puede sentirse más pequeña y vulnerable, lo que le permite conectar con las partes de sí misma que fueron dañadas en el pasado. A través del juego de roles, Dalia puede reinterpretar estas experiencias y comenzar a sanar.” Su explicación es centrada en nuestra situación y eso me agrada mucho.
“Pero, ¿no es eso solo una forma de evitar la realidad? ¿No sería mejor que Dalia enfrentara sus traumas directamente?” Sean pregunta. Él también tiene traumas, pero estoy muy seguro que el juego de roles no hubiera sido candidato para su recuperación. A decir verdad, no me puedo imaginar a Sean actuando como lo haría alguien en su pequeño espacio. Al menos estoy completamente consciente que todos somos un mundo diferente, y tal vez lo que le ayudó a él a sobrellevar la situación por la que pasó, no lo haga con Dalia y viceversa.
“Enfrentar el trauma directamente puede ser muy difícil y doloroso, especialmente para alguien que ha sido víctima de abuso. El juego de roles puede ser una forma gradual y segura de acercarse al trauma, sin sentirse abrumado. Además, puede ayudar a Dalia a desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables y a aprender a cuidarse a sí misma.” Expone dejando paso para más preguntas.
“Me preocupa que Dalia dependa demasiado de esto y que no pueda funcionar como adulta en el mundo real.” Sorpresivamente, ahora soy yo quien se encuentra abriéndose aún más. Aunque he estado completamente emocionado y a la vez extasiado por lo que Dalia nos pidió, esta parte de mí, me exige adelantarme a los acontecimientos. Hacer de ella una persona dependiente le puede hacer daño a la larga, aún más si no se le permite desarrollarse como un ser humano. No quiero hacer las cosas mal, y en vez de ayudarla a superarse y ser más segura consigo misma, que convertirla en alguien más vulnerable de lo que ya es.
“Es importante que Dalia desarrolle habilidades para afrontar la vida fuera de este espacio. Eso está claro.” La psicóloga razona “Sin embargo, el juego de roles no tiene que ser un obstáculo para esto. De hecho, puede ser una herramienta para que Dalia se conecte con su niña interior y aprenda a cuidarla. Esto puede ayudarla a ser más compasiva y comprensiva consigo misma, lo que puede tener un impacto positivo en todas las áreas de su vida.