Amarte en pedazos.

☀16. Es fácil para ti decirlo.

Alonso.

Esa noche fue una de las mejores de mi vida porque volví a dormir con una pequeña persona rodeando mi pecho. Una mujer que amé con locura, que me dio tanto, con la que compartí tantos momentos, una chica que amaré para siempre.

Alisson se quedó dormida en el instante que puso la cabeza en la almohada, estaba tan cansada que ni las buenas noches me dio, tampoco se arropó y empezó a temblar del frío. Con pereza tuve que subir el aire acondicionado y la arropé. A las 3 de la mañana pude conciliar el sueño. No pude creer que ella estuviera durmiendo en frente de mí como cuando teníamos 18,19 y 20 años. Le hice cariñitos en el cabello, sequé la baba que caía por su boca, me volví a acostumbrar a sus ronquidos, que pueden ser de las pocas cosas que no me gustan de ella, además de su a veces mal humor; tan tierna, tan mágica, tan ella... ¿por qué estuvo con un tipo como Ezrael?

Abro mis ojos, lo primero que veo es la luz a través de la ventana y el olor a mar inunda mis fosas nasales. Resoplo y doy media vuelta cansado pero el cabello de Alisson se me mete por los ojos, la nariz y la boca. Lo aparto como puedo para continuar durmiendo pero sin querer le jalo un mechón muy duro y ella empieza a abrir los ojos.

—No me jales los cabellos. —Gruñe y se lleva toda la sábana con ella.

Ahora estoy expuesto a todo el frío de la habitación. Con un movimiento rápido le quito las sábanas y me enrollo como un sushi en ellas. Cierro los ojos y río por lo bajo. Sigo durmiendo mientras siento como Alisson se mueve por la cama. ¿Qué estas tramando pelirroja?

Sin que me lo espere una loca está saltando encima mío y atormentándome.

— ¡Si yo no duermo tú tampoco! —Chilla Alisson saltando encima de la cama como una pequeña bebé. Me destapo la cara y la veo, sus largas piernas están cerca mío. Agarro una de ellas y cae junto a mí risueña. No espero ni un segundo más y junto su boca con la mía.

La mejor forma de empezar el día: con ella junto a ti.

Alisson separa nuestro beso de inmediato y pone cara de asco. —Iugh, nuestro aliento sabe terrible. —Rodea los ojos y se recuesta junto a mí abrazándome.

—Eso no nos importaba antes. —Digo captando su atención. Vuelve a mirarme pensativa.

—Eso es cierto. Se me había olvidado. —Se vuelve a acostar y nos quedamos viendo el techo por un buen rato. —Hay muchas cosas que no recuerdo sinceramente. —Dice tristemente y yo volteo mi cabeza para ver su hermoso perfil. —Quisiera hacer tantas cosas diferentes...—susurra.

—Dímelas. —contesto queriendo saberlas todas.

—Creo que la más importante es no haberme liado nunca con Ezrael. —Se coloca de lado y ambos nos quedamos viéndonos de cerca.

Es hora de sacar toda la información posible sobre Ezrael.

—Puedes contarme sobre él, yo soy bueno escuchando. —comenté.

—Después de ti, me reconstruí a mi misma, volví a la universidad, trabajé un poco, hice bastantes actividades pero siempre hubo una parte de mí que me decía: "Nunca vas a dejar de ser diferente al resto". Intenté tener algo con algunos hombres, caminaba por las calles y muchos me soltaban piropos hasta que terminaban de ver mi costado. Ver sus caras de impacto, cómo esquivaban mi mirada, como veían el suelo. Esas y muchas otras cosas hicieron que perdiera fe en mi misma.

—No debiste darle importancia. —La interrumpo. — Esas personas solo te juzgaron por la apariencia, a más de uno lo hubieras vuelto loco con tu personalidad. —Alisson niega soltando una lágrima.

—Una pequeña mirada de desaprobación de otra persona puede cambiar la forma en que te ves a ti misma. Es ahí donde empiezas a dejarte de amar. —Responde casi en silencio.

—Pues que todos se vayan al demonio. —Insisto. — Una persona que no ve la valentía y fuerza que se debe tener para reconstruir y armar una vida con pedazos rotos del corazón nunca te amará por lo que realmente eres porque para ella siempre serás "débil". Nadie merece estar con una persona que no ve cuánto brillas.

—A nadie le gusta estar con una amputada. —Responde seca—Eso es lo primero que ven. Ezrael fue más inteligente, me vio sin un brazo y estuvo en un momento de debilidad junto a mí. Me vio romperme y de ahí se enganchó a mí. Poco a poco, cada vez que me sentí importante, invencible, iba y se lo decía y él me recordaba algún defecto mío, un pequeño error que cometí en el transcurso a mi gloria, un detalle del pasado y también que no podía aspirar a mucho por mi condición.

— ¿Condición? —Pregunto confundido. —Tú no tienes ninguna condición.

—Lo sé. —responde amarga. —Pero él me hizo creer eso y muchas otras cosas. —suspira cansada. —Solo fue un momento de debilidad y mira en lo que se convirtió. —dice y empieza a llorar fuertemente. —Me dejó 3 veces en el hospital, me robó dinero, casi acaba con mi vida. —Yo la agarro en mis brazos.

—Alisson, nada de esto es tu culpa.

—Claro que lo es pero también tu tienes que hacerte responsable. —se suelta de mi agarre y se sienta en la cama. —Estuve tan enojada contigo. —Se seca las lágrimas mirando el techo y agarrando fuertemente las sábanas. —Sé que yo te dejé. Lo sé. Pensé que me buscarías como tantas veces lo hiciste pero vi que te disté por vencido.

¿Pero que estás diciendo? Me siento junto a ella rápidamente.

— ¿Cómo querías que te buscara si me bloqueaste de todas partes? —Digo en un tono molesto. —Me dejaste bien en claro que te dejara en paz con tu familia y con la mía. Me humillaste muchísimo, Alisson. Pero te perdoné y eso ya no debe importar. El pasado en el pasado está.

—Es fácil decirlo para alguien que tiene dos brazos y una familia.—Contraataca y me quedo boquiabierto.—Debiste hacer más. —Contestó molesta. Siento como un cristal se rompe. Una pequeña parte que ama a Alisson se desprende de mi. Me quedo callado, pensativo y esto parece enojarla más. —Siempre haces esto. —Exclama levantándose de la cama. —Sólo te quedas callado, siempre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.