Capitulo especial, POV: Christian
Nunca confíes en las personas, ellas te pueden mentir y mostrar falsas emociones , como yo por ejemplo.
Todos creen que soy un chico lindo y educado, que siempre trata bien a los demás, los únicos que saben mi verdadero rostro son esos tres. Que ilusas pueden llegar a ser las personas, nadie en su vida puede ser tan buena gente.
Me gusta hacer bromas a la gente y manipular las para que hagan mi voluntad,aunque solo unas pocas veces he hecho algo bueno genuinamente y no solo para mantener mi máscara.
Por ejemplo, en estos momentos, no se porque estoy ayudando a alguien y todo por esa chica. Me preguntó, ¿Qué hizo en mí?.
No sé por qué lo hago, pero desde la primera vez que la ví y toque su mano algo dentro de mi se encendió. Fue la primera vez que algo así me pasó, me hace querer cada vez más y más.
Sus labios pequeños y carnosos, me hacen querer explorarlos y saber si son tan suaves como aparentan . Esa sonrisa hermosa que hace me parece tan fascinante que quiero verla todos los días.
Pero, especialmente hoy, hay algo que se me hace muy divertido,y es que, su prima está siendo molestada por un chico justo en estos momentos , supongo que sí algo le pasa a su prima ella se sentirá mal, así que debo ayudar, ja ¿desde cuando alguien me interesa?
Me dispongo a pararme pero lo que pasa a continuación me sorprende y aguanto las ganas de reírme.
Camile le tira un vaso de malteada al chico mientras le susurra "piérdete imbécil".
Estoy lo suficientemente cerca para escuchar, cuando el chico sale de su shock es momento de ayudar.
Tomo la mano del estúpido chico antes de que trate de golpear a Camile, y golpeó al idiota en el estómago, ambas chicas se sorprenden pero no dicen nada. Sin embargo de la nada llega Adam, bendita suerte que me cargo.
— Camile, Christian, acompañen me ahora — creo que gane un premio, ver enojado a Adam.
Nos lleva hasta su oficina y yo muestro mi lado amable y bondadoso con Camile para que no sospeche nada. A veces siento que Adam sabe que mi personalidad es solo una fachada, pero bueno no tiene pruebas suficientes.
—Tú, espera afuera— que grosero ¿no sabe que es de mala educación señalar?, Bueno se lo perdono por qué es divertido verlo enojado.
Ellos entran a su oficina mientras yo espero afuera, logro escuchar pedazos de su conversación que es muy interesante. Me preguntó si esto lo podré usar a mi favor.
—¡¿Sabes que esto no podré ocultarlo?! Él se entrará.
—...
—No me ignores Camile.
—No me importa. No es como si yo le importará a él.
—¿Por lo menos tienes una excusa o algo para defenderte?...
—¡No te quedes callada y contesta!
Dios, que gritón. Bueno no dicen nada más interesante supongo que se acordaron que estoy afuera. Alzo mi mano y la admiró, es la mano que ella tocó cuando nos conocimos, inconscientemente una sonrisa se forma en mi rostro.
A lo lejos puedo ver a la dueña de mis pensamientos, está caminando con el uniforme, y, aunque el uniforme siempre me ha parecido muy lindo en las chicas, después de verla a ella portando lo con tanto carisma, me parece mucho más fascinante, tanto que quiero saber lo que esconde.
Lo único malo de ella y que me enfureceré mucho es su personalidad. ¡¿Por qué tiene que ser tan sociable y tener tantos amigos?! ¡ Y HOMBRES!
ME MOLESTA MUCHO.
No me agrada que estén tan cerca de ella.
—Agh, tendré que deshacerme de ellos — aprieta el puño con fuerza tanto que duele.
—¿De quién te vas a deshacer? — Demonios, me descuidé.
—¿Huh? De nadie, estaba pensando en un videojuego — miento rápidamente mientras formó una sonrisa angelical que gracias a mi hermoso rostro es perfecta.
—Mmm... ya.
—No haces muchas preguntas — creo que se lo medio creyó.
—No soy muy curiosa— También eres muy directa y malvada, pero tú no lo escondes.
—Meneses, adentro ahora.
Me despido de ella con una sonrisa y entro a la oficina. Esto será extremadamente divertido.
—¿Por qué lo golpeaste?— ¿solo eso?, Pensé que me daría un sermón, esto se torno aburrido. Ya no podré usar mis cartas.
—Se lo merecía — digo mirando mis uñas, están rotas.
—Esa no es una buena respuesta.
—¿Cuál sería para ti una buena respuesta?— él suspira agotado, como en los viejos tiempos.
—Una en la que me convensas de ayudarte.
—Oh, ¿y si no quiero? — respondo mirando las fotos en sus cuadros, hay una chica de cabello negro y largo, siento que se perece a alguien pero no sé a quién.
—Tu...deja de jugar y responde — ay, están divertido agotar sus paciencia poco a poco.
—Oye Adam, te tengo una pregunta ¿Quién es ella? — señaló a la chica y él hace una extraña mueca.
—¿Si te digo, me dirás la razón por la que lo golpeaste? ¿Y como se te ocurre hacer eso en la cafetería?
—Sí — No, no lo haré. Y lo de la cafetería eso sí no lo pensé bien.
—Ella es mi prometida, Olivia. Nos casaremos estas vacaciones.
—Oh, ¿Se casarán por amor?
—Obviamente— me da una mirada molesta.
—Que raro, eso me hace pensar que la conoces desde hace mucho, lo que significa que por lo menos ya tienen uno o dos años de comprometidos.
—¿A qué vas con todo esto? Y no me has respondido.
—Oh, jejeje ¿Creiste que te respondería? Y a lo que voy es que sería una lastima que ella se enterará que la engañaste con una bonita enfermera de aquí. Es le rompería el corazón. — hago una falsa mirada de empatía y dolor.
—¿De qué demonios hablas? — me mira enojado, justo lo que quería.
—El mes pasado saliste del ala de enfermería a mitad de la noche, me preguntó que estuviste haciendo. Pero como soy buena persona prometo no decir nada si...
***
Hoy estoy feliz, hice un muy buen trato.
Camino por el camino de piedra de la academia mirando los puestos que hay.
—Hola, Alex. — saludo con una sonrisa, lo sorprendí, que bien.
—Chris — odio como pronuncia mi nombre, todo en él me da asco. — ¿Cómo has estado?
—Bien ¿y tú? — no me respondas, no me interesa.
—Genial, ¿Ya sabes de las olimpiadas del próximo mes?
—Sí, ya me dijo el Teniente Ortiz. — tengo que mostrar respeto con otras personas aunque ese tonto no nos lo haya informado.
—Entonces, ya sabes que en la primera ronda pelearán contra nosotros — Así que por eso no nos dijo, que idiota así no tenemos tanto tiempo para prepararnos para ganarles
—Sí — vuelvo a mentir.
—Conocí a una chica llamada Amber en la fiesta del viernes —¿Y a mí que me interesa? Si no es ella no tiene importancia — también ví a tu amigo llorando y bebiendo mientras decía: "Moly",de verdad que se veía patético.