¿A quién elijo? #59

[Melissa]

Roman me agarró la muñeca, me sacó de la cocina, a medida que nos alejabamos su mano apretaba con más fuerza mi muñeca, me llevó hasta el salón, no había nadie aquí por suerte... me daría mucha pena que presencien lo que va a pasar.

Roman se acerca tanto a mí, desabotona su camisa blanca respiro su hermoso perfume, él me pone la camisa, se ve muy enojado.

—¿Qué haces? Déjame— le ordeno, me aparto molesta —. ¿Qué te pasa?.

—¡Mírate!— exclamó, su dedo recorre mi sostén, comencé a abrochar la camisa incómoda —. Pareces una puta... ¿para quién te pusiste eso?.

Mis manos temblaban de rabia, le pegué una bofetada con toda mi fuerza y dolor de por medio, el impacto hizo eco, presencio como su mejilla se torna roja al instante, tenía miedo, mis pies retroceden, Roman levantó su mano para pegarme, cerré mis ojos con fuerza, pero no me tocó, abro mis ojos, veo a Edmond sujetando a Roman.

—¿Qué creés que haces?— le preguntó Edmond a Roman.

El señor Durant llegó antes de que Edmond hiciera algo más, los separó.

—¿Qué ibas a hacerle?— le preguntó el señor Durant a Roman.

—Nada, nada, yo no sé que imaginó él... Melissa yo nunca te he golpeado, habla— me ordena, no pude contener el llanto, Edmond llegó hacía mí, lo abracé fuerte —. Es increíble que nunca puedo tener una conversación con mi esposa sin que Edmond y ahora con su padre intervengan.

Emma vino aquí, casi todos están en traje de baño... menos mi papá, Edmond, el señor Durant y Roman ¿qué tenía de malo mi bikini?.

—¿Qué pasa?— preguntó Emma una vez más.

Me muevo un poco entre los brazos de Edmond para verla y negar.

—Nada, ya vamos a la fiesta, vamos, está todo bien— negué lo que estaba pasando.

No quiero ningún espectáculo, sólo quería mi fiesta, me separé de Edmond porque Emma me llevó del brazo, nos sentamos en la orilla de la piscina con luces de colores, Emma me ofrece una cerveza, la rechacé, mojo mis pies mientras mis manos descansan en mis piernas.

—Estabas llorando...

—Sólo olvidalo, Emma, fue un mal momento es todo— mi tono fue duro ante su preocupación.

—Ah bueno tu manera para contestarme, gracias— dijo levantándose, se fue.

Cuando menos me lo esperaba Roman se sentó junto a mí, suspira.

—Perdón— se disculpa.

—De verdad ibas a pegarme ¿por qué lo negaste?— le pregunto.

—NO, no Melissa, yo nunca te he pegado y no tenía nada que reconocerles a esos entrometidos... Tú me pegaste en varias ocasiones y yo nunca te devolví nada.

—Pero ibas a hacerlo, tenías la mano arriba...

—Sh oye ya no hablemos de eso, quiero estar contigo, quiero que te diviertas y sólo comportate amor— pidió.

Me da un abrazo y un beso en la mejilla, con dudas y temor le permití que me abrace, Edmond al salir cruzó su mirada con la mía, noté su confusión a todo esto, Mackenzie se lo llevó a la mesa.

[Joaquín]

Llegué a la fiesta después de todo, no quería venir, con todo lo que me estuvo pasando, pero mi vida se fue al demonio por ahora ¿qué más da si salgo a divertirme? Un gran regalo para el amor de mi vida será, encontré a Thomas el papá de Melissa con Maxime Durant el papá de Edmond, ellos me sonríen, Thomas se acerca a invitarme whisky, lo bebí, ya vine un poco bebido.

—Joaquín, siento que no te he visto en tantos años y te ves muy mal— comenta con preocupación.

Ellos me reciben amigables, me quedo con ellos, tengo ganas de matar a Roman.

—¿No sabes lo que me hizo Roman?— pregunté con una sonrisa, Thom y Max se ven al mismo tiempo.

—Somos todo oídos, cuéntanos— dijo Thom.

—Y te ayudaremos— aseguró Max.

—Tengo...— dije, hago una pausa, sonreí —. Ayudaré a Melissa, Thom, ahora que Roman me arruinó un gran negocio, era mi primer negocio y él se robó el dinero, estoy seguro que él lo hizo, estoy arruinado, tendré  que reponer todo y ver la manera de salir de eso, con eso es suficiente.

—Me ofrezco a enseñarte todo lo que sé y tendrás todo el apoyo de mis colegas, pero antes... ¿tú puedes separarlos definitivamente?— preguntó.

Estrechamos nuestras manos como un acuerdo.

—Se acabará.

Salgo a la fiesta, tengo la mirada de todos en este momento, encontré a Roman conversando con Melissa en la orilla de la piscina hasta que notan mi presencia, tomé el micrófono, conecté el drive a la computadora, veo que Roman viene hacía aquí, miré hacía arriba Thom y Max subieron al balcón, estaba por encender el micrófono y Roman me agarró la muñeca.

—¿Qué haces aquí?— me pregunta.

Se ven tan nervioso y asustado.

—Sueltame.

—Mucho cuidado con lo que vayas a hacer, Joaquín, ya te dije que yo no destruí esa basura.

Encendí el micrófono, le arranco mi muñeca, me alejo un poco de él, Thom movió un reflector en mi dirección.

—Melissa, primeramente gracias por la invitación, bella, perdón por no comprar un regalo— me disculpo, Melissa con su mano hizo un gesto quitándole importancia —. No hay problema ¡bien! Princesa, seré muy breve, sólo quería darte lo mejor.

Dejé que las imágenes se comiencen a reproducir... son de innumerables fiestas en las que Roman a asistido desde que salen, hay de todo, Roman intentó destruir la computadora, pero un par de amigos de Edmond lo detuvieron... creo que se llaman Iván y... Jules, Roman se veía desesperado, me volteo a mirar a Melissa, se ve muy triste... pero nada sorprendida.

—Cariño, esas primeras imágenes son desde que ustedes comenzaron su relación— le expliqué, me quedé viendo las imágenes —. Bueno eso ya es más actual, ahí comenzó su relación con Leena... ¿sabías que estuvo saliendo con ella todas las veces que discutía contigo...?— le pregunté volteando a verla, ella negó secando sus lágrimas, veo las imágenes, todos se asombraron a ver a Mackenzie con Laurent engañando a Edmond —, Ed eso es para ti, Mackenzie lo siento, pero ustedes no se aman... ah ¿por qué Isabella está ahí? Melissa, el papá de la hija de Hailey es nada más y nada menos que Roman, por último... esto me hizo a mí, acaba de hacerme perder mi primer gran negocio, sí me robó, Roman el mal que haces se te devuelve, acabo de destruirte frente a todos a los que alguna vez jodiste y siento que se hizo justicia, Melissa bienvenida.