Capítulo 3: ¿Te conozco?

Unos fuertes gritos fuera de la habitación hacen que me despierte. Me remuevo incómoda en la cama y una extraña sensación se instala en mi pecho, deseaba que al despertar todo hubiese sido un sueño, pero no, solo me doy de frente con la realidad de que sigo en este hospital.

— ¿Hace cuánto que despertó?, ¿Por qué no me dijeron nada?, ¡Me importa poco si ellos me prohibieron la entrada! —la voz femenina que grita parece muy enojada y eso logra captar toda mi atención.

— ¡Llamen a quien quieran igualmente voy a entrar! —los gritos se escuchan cada vez más cerca de la habitación. La puerta se abre de golpe, y unos ojos verdes me observan con sorpresa, la chica que acaba de abrir la puerta deja salir un fuerte grito antes de acercarse rápidamente a la cama e inclinarse para abrazarme fuertemente. Mi cuerpo se tensa por completo, que una desconocida te abrace tan efusivamente, como si no te hubiese visto en años, es raro e incómodo.

—Cuando esa enfermera dijo que habías despertado no lo podía creer, ¡Dios, no sabes cuánto te extrañe! —ella habla, y habla mientras me abraza cada vez más fuerte. Al ver que no hago ni digo nada, se separa lentamente de mí hasta quedar sentada en un extremo de la cama y observar mi cara detalladamente.

—Aly? -pregunta y su tono de voz  suena seria. — ¿Qué te sucede?

—Disculpa pero... —relamo mis labios pensando en cómo decir lo siguiente. —¿Te conozco?

Las palabras que salen de mis labios hacen que ella se quede totalmente tiesa y que su piel pálida por más estúpido que suene, se vuelva incluso más pálida.

— ¿Q-u-e?, ¿cómo que n-o me co-noc-es? —tartamudea mientras sus ojos se cristalizan.

—Lo siento pero... —ni siquiera puedo terminar de hablar porque ella se levanta bruscamente de la cama como si la hubiese golpeado y empieza a negar rápidamente con su cabeza.

— ¡NO! —Grita haciendo que pegue un salto en la cama 
— ¿Cómo me preguntas que si me conoces? ¿No me recuerdas? —ante mi silencio ella sigue hablando. —Soy yo Katherine, tu mejor amiga, nos conocemos desde pequeñas, siempre hemos sido vecinas. — las lágrimas bajan por sus mejillas mientras que empieza a sollozar

—Mira, no sé qué sucede, no entiendo nada, desperté aquí ayer, me dijeron que tuve un accidente y estuve 3 años en coma, yo.....—Me siento demasiado mal, no logro recordar en nada a esta chica, que ahora sé que se llama Katherine —Lo siento de verdad, pero no te recuerdo —termino de decir suavemente, porque la culpa esta matándome y no quiero que Katherine se altere más.

Se acerca tan rápido que no lo veo venir, pone sus manos en mis hombros y empieza a sacudirme mientras susurrara que no, que no es posible que no supiera quien es ella. Intento apartarla de mí, pero solo consigo que agarré con más fuerza mis hombros mientras sigue sollozando. La puerta se abre de golpe y por ella entra el doctor que recuerdo se apellida Donovan junto a dos hombre que parecen ser de seguridad. Él asiente hacia ellos, se acercan a Katherine y cada uno la toma por un brazo quitándomela de encima y ella se deja llevar de ellos hasta fuera de la habitación, sin quejarse ni vez.

— ¿Estás bien? —la gruesa voz del doctor me hace apartar la vista de la puerta y dirigirla a él. Ahora que lo observo bien, y calmada me doy cuenta dos cosas, la primera: que es guapo y la segunda: que se ve realmente joven, no puedo evitar analizar cada facción de su rostro, tiene el cabello castaño claro, los ojos oscuros, la nariz perfilada, y sus labios en forma de corazón son bastante llenos, en verdad es guapo, muy guapo.

—Alyssa, ¿Estás bien? —vuelve a preguntar al ver que paso varios segundos observándolo sin decir nada.

—Lo estoy. —afirmo sintiendo mis mejillas arder, seguro se dio cuenta de que me quede mirándolo como tonta.

—Bien. Lamento mucho lo que acaba de pasar, venía a darte una noticia, cuando escuche los gritos, no sé cómo entro, se supone que tiene la entrada restringida a cualquier habitación de este hospital donde te encuentres —explica y niega con su cabeza al mismo tiempo —Pero ya pasó, y no va a repetirse, lo que venía a decirte es que tus padres están viajando para acá, llegaran en la noche.

Dejo de prestarle atención en cuanto la palabra "Padres" sale de sus labios.

¿Mis padres?

¡Oh Dios! , me siento aún peor, no puedo recordarlos a ellos tampoco, ni siquiera sus voces, sus rostros, nada. Una pregunta sale de mi boca antes de que incluso pueda procesarla:

— ¿Y mi hermano? —no sé ni siquiera porque pregunto eso. Me salió como un impulso.

El doctor Donovan no parece sorprendido antes de hablar. 

— ¿Recuerdas que tienes un hermano Alyssa? —su ojos me observan fijamente logrando que me sienta incómoda ante lo profunda que es su mirada.

—No lo sé —respondo cerrando con fuerza mis ojos, hago un esfuerzo por recordar, pero nada viene a mi mente —fue un impulso, no sé de donde salió.

Luego de ese pequeño evento con Katherine y que el doctor Donovan me dijera que mis padres estarán aquí en la noche, él se encargó de revisar los aparatos a los que aún estoy conectada, me hizo algunas preguntas sobre cómo me siento físicamente y al ver que ya estaba más calmada que el día anterior, se encargó de explicarme un poco del porque no puedo recordar nada. Tengo "Amnesia", cuando tuve ese horrible accidente automovilístico sufrí un traumatismo craneal, tenía el cerebro tan inflamado que tuvieron que inducirme al coma, tuve varias costillas rotas, una pierna y un brazo fracturados y como si fuera poco un trozo de vidrio quedo atravesado en mi abdomen, según el doctor me lleve una de las peores partes al no tener puesto el cinturón de seguridad, tengo mucha suerte de estar viva.

Luego de unos meses empecé a recuperarme y poco a poco mi cerebro empezó a desinflamarse, pero al momento de sacarme del coma, no desperté como ellos lo esperaban y como es debido realmente, al parecer mi cuerpo y cerebro estaban en algún tipo de shock y se negaban a despertar, o algo así le entendí al doctor, para ese momento prácticamente ya llevaba nueve meses en coma, algunas personas y varios médicos le daban como consejo a mis padres que me desconectaran, porque según ellos no iba a despertar y que quedaría en vida vegetal. El doctor Donovan, también me dijo que el no formaba parte del grupo de doctores que le dio ese consejo a mis padres, el se mantuvo imparcial, aceptando fuera cuál fuera la decisión de mis padres.