Amor de jóvenes lobos

Capitulo 31- Hola, mi alfa

Alexander°

 

Estamos camino a la casa de Ludmila, dentro de poco será hora, dentro de poco, por fin.

En la casa de Ludmila están un montón de autos, sé que son la familia de Ludmila, mis padres entrar junto conmigo, Irina y Taylor están detrás sostenidos de la mano, las risas de mujeres llaman mi atención Ludmila esta hermosa en una silla, me siento nervioso, ella solo me regala una sonrisa, soy arrastrado a otra habitación, parezco un novio antes de la boda... estoy nervioso.

Estoy con los otros hombres de esta familia, fríos y calculadores, junto con mi padre solo nos sentamos a beber y fumar algo mientras esperamos, con unas cuantas palabras con estos hombres.

después de un tiempo los pasos se escuchan es Tía Katrina, a lo que llegan los padres de Ludmila, nos dirigimos al bosque, Ludmila es hermosa.

Tía Katrina empieza con unos resos. Ludmila mira arriba.

 

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Ludmia es bella, estoy viéndola salir del instituto que va, es de humanos , una privada, ella levanta la vista, empieza a ver a su alrededor, cuando mira al coche donde me encuentro mi corazón grita de alegría, y me regala una sonrisa.

Despidiéndose con esa sonrisa, agitando la mano para después subir a su auto resguardado.

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-Listo- dice Tía Katrina, me mira, mi corazón está palpitando con emoción, Ludmila se retuerce en el suelo una loba negra...

 

Ludmila°

 

Los nervios me matan, camino con mis primas y tíos hasta el lugar, mi cuerpo está caliente, cuando escucho a mi tía Abuela Katrina, mi duele es como mil agujas, pero no me quejo es soportable por ahora, desgarro mi ropa, veo un pelaje oscuro logro levantarme, Alexander esta con una sonrisa de tonto.

Tía abuela Katrina me dice que hacer para volver a mi forma humana, se acercan las mujeres rodeándome y en mi forma humana tiemblo me cubren y cambian.

Alexander esta acercándose, mi corazón late con mucha fuerza, siento que se saldrá de mi pecho...

 

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-Alexander yo...- es ahora o nunca.

-Ludmila, mira que graciosos- apunta un carrito de trillizos- son lindos.

-Alexander.

-No te estoy presionando- estamos en una de las pocas salidas que tengo con él.

-Mira Helados- miro una cola.

-No creo que...- pero me arrastra...

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Que estoy recordando no es hora, pero Alexander esta ahora frente a mí. mis colmillos salen de mi boca, es instinto.

Él se agacha un poco, descubre su cuello y muerdo, un lazo, un peso sale de mis hombros. el me mira y yo le sonrió con una lagrima traicionera que recorre mi mejilla, cual el roza con sus manos, mirandome a los ojos.

-Hola, mi alfa- dice, a lo que yo solo rio suave para responderle.

-Hola, mi alfa

 

 

 

 

 

 

 

DOY POR TERMINADO ESTA ENTREGA

ESPERO QUE LO DISFRUTARAN

LOS ESPERO PARA EL EPILOGO

HASTA PRONTO




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