Londres-1882
Junio-05
Cristina Person
Hoy me quedaría trabajando en la casa Alice necesitaba toda la ayuda posible y le pidió a Félix que me dejara ayudarla, Claro que al principio se negó pero luego aceptó, quizás Espera que Cometa un error pero no le daré el gusto.
Todo estaba casi listo, Alice se había esmerado con todo a pesar de ser muy joven debí admitir que era muy buena cocinera y mantenía todo en orden.
-Ya llegaron_ Nos avisó un chico del cual no sabía su nombre, Alice lo miro y asintió con la cabeza y luego me pasó la primera bandeja.
Narrador..
Las mucamas avanzaban hacia el comedor de La Mansión coors con las bandejas, una joven de piel más clara que las demás miraba a todos lados nerviosa y sujetaba con fuerza su bandeja, el señor Rockefeller charlaba animadamente con el señor pulitzer que había llegado esa misma mañana de Suiza las mujeres hacían planes para la boda mientras Rose y Rosalía hablaban con el señor Antonio Coors.
Aquel chico De tez pálida se encontraba perdido en sus pensamientos y con la mirada en el suelo no se había percatado que la comida había llegado en realidad no quería comer pero después de respirar hondo y darse ánimos tuvo que levantar la mirada.
Lo primero que vio fue a esa chica de piel morena y cabello tan negro como la noche, desde su puesto veía sus nervios estaba temblando y abría los ojos cada cierto tiempo.
-James!!_ Grito la joven Pulitzer notando la poca atención que se prometido le daba.
-Si?_ el chico no había despegado su mirada de la negra y eso le preocupaba a Rosalie, por eso antes de que ella pudiera objetar el chico contestó -Puedes seguirme contando sobre suiza.
La joven pulitzer sonrió como respuesta a su prometido y siguió contándole sobre el lugar donde pasó toda su vida.
Cristina era una chica fuerte y decidida había observado a cada una de sus compañeras hacer su trabajo, no podía decir que tuviera buena memoria porque había olvidado todo cuando ya era su turno y justo le tocaba llevar la sopa y también tenía que servirla razón por tazón ese no era el problema Claro que no, el problema eran sus nervios rogaba al cielo que todo saliera bien.
-Christina a que esperas_ dijo Candy al volver y mirarla con confusión, asintió con la cabeza y respiro hondo.
Fue entregando tazón por tazón desde los señores hasta las señoras los más jóvenes estaban al otro extremo junto al Señor Coors que charlaba con una chica de apariencia menor que ella avanzó, dejando la sopa en ambos tazones y dirigirse a los dos últimos que quedaban.
Miró a la chica que parloteaba de algo que no entendía Pero eso no llamó su atención el chico que estaba sentado al lado de la chica la miraba fijamente y Cristina apartó la mirada incómoda se había calmado y ahora se sentía nerviosa de nuevo avanzó sin preocupación, justo en ese momento Rosalie Pulitzer se levantaba de su asiento y ambas jóvenes chocaron y toda la sopa restante cayó sobre el vestido de Rosalíe...