Llegada la hora de leer el testamento, llegaron unas personas desconocidas para ella.
-¡Oh! ¿Eres la sirvienta? Haz el favor de traernos un té helado ¡Pero para ayer! - exclama una dama exhuberante hacia Rachel.
-Lleva nuestras pertenencias a las habitaciones principales - señala un hombre de buen ver.
-Francamente Julia tiene un personal poco efectivo -habla una mujer algo mayor - es lamentable -mira con desdén a Rachel.
-¿Qué esperás? ¿Una propina muchacha? -interviene una joven de su edad torciendo los ojos - ¡Qué mala educación tiene está gentuza! ¡Qué horror! - se abanica muy dramática.
-¿No la ves Victoria? Es una don nadie es... - Rachel abofetea al joven con una fuerza que lo tumba al suelo.
-¿Cómo te atreves igualada?-interviene la primera dama exhuberante.
-Me atrevo porque soy Rachel Bianco de la Vega, sobrina de Julia Bianco e hija de Efraín Bianco con Helena de la Vega - todos la miraron con repulsión - ustedes no tienen ningún derecho de venir aquí a dar órdenes por muy familiares que sean - los reta - les exijo respeto a la memoria de mi tía, es lo menos que pueden hacer y sino son capaces - abre la puerta - vayanse de una vez - dice firme.
-¡Buenos días! - aparece el abogado entrando a la casa - están todos presentes, iniciemos la lectura del testamento - notifica.
-¿A caso está tiene que estar presente? - ruge la dama exhuberante.
-¡Más respeto Sra. Alicia! No quiero oír ningún tipo de comentario despectivo hacia la Srta. Rachel ¿Entendido? - las pajarracas quedaron mordiéndose las lenguas.
Sin más empezó la lectura.
Yo Julia Bianco los he invocado a ustedes con el fin de hacer valer mil última voluntad que quede por sentado en este papel que nadie puede impugnarlo.
Los familiares exclamaron: - ¡Oh!
Mis tierras, vehículos, acciones, negocios, casas y de más bienes s
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Editado: 03.06.2023