CAPITULO 1.

Bienvenidos♡

AILEE.

Ailee una chica sencilla le encanta el ballet, baila como si la vida dependiese de ello, y sí, para ella su vida es el ballet.

Practicaba como solista, era una de las mejores en su categoría.

Era amada por sus compañeras y compañeros, no era que no le gustará estar en grupos, solo que, ella ama tomar el escenario solo para ella.

Es hija única, su padre es muy estricto con ella y su madre la apoya en todo.

Va a la universidad Princeton de Paterson nueva jersey,  es una de las mejores alumnas ya que debe sacar una media de 7 para clasificar en las competencias de ballet.

— Hola, señorita Ailee— saludo Emma su mejor amiga.

— Hola futura doctora Winslet— contesto Ailee.

— Bueno seré la doctora que atiendo sus partos señorita Jiménez.

— No creo— dijo Ailee horrorisada.

No es que no le gusten los niños, pero según ella todo es a su tiempo.

Caminaron hasta entrar al salón de clases correspondiente.

Jackson Poll el más popular de la universidad se le cae la baba por Ailee, pero Emma es la que está enamorada de él.

— Hola mi hermosa Ailee— saludo el por el pasillo y como siempre Emma era invisible para él, pero Ailee como siempre lo ignoro.

Caminaron hasta la cafetería y Ailee volvió a insistirle que deje de ser tan tímida.

— ¿Porqué no te armas de valor y le dices al pendejo ese que te gusta?.

— Tengo miedo a su rechazo.

— Morirás vistiendo santos.

— Tú no me llevas mucho, las dos somos vírgenes a los 20.

— Pero si me gustará alguien se lo diría aunque me rechazara.

— No quiero que me avergüenze.

— Si lo hace le rompo las bolas, eres como mi hermana él nunca hará eso, y si lo hace conocerá mi hermoso puño.

— No pareces una bailarina de ballet si no una boxeadora acabando de salir de un ring.

— No me culpes soy así— dijo Ailee y se hecho a reír.

Se sentaron en la mesa de siempre y vieron a Suzy y su grupo de porristas.

— Se creen perfectas — dijo Emma más para ella que para que Ailee escuchará.

— Lo sé— dijo está.

— Diablos como escuchaste— dijo Emma sorprendida por lo agudizados oídos de Ailee.

— Pensamos igual amiga, estamos conectadas, somos como almas gemelas bromeó.

—Jajajajaja— río Emma.

Así pasaron toda una hora hasta volver a entrar a clases.

Al terminar sus clases a la 15:30 entro a sus prácticas de ballet, en un pequeño estudio que sus padres alquilaron para ella tenía un lado de la pared en cristal, donde podían observarla, pero al estar en una segunda ella no creyo en esa posibilidad.

La instructora Yulieth, una profesora con más de 20 años en la industria del ballet, era su maestra.

Al llegar Yulieth no estaba y decidió calentar y estirar su cuerpo.

— Lo haces muy bien aplaudió Yulieth entrando, al pequeño espacio.

— Tengo a la mejor maestra— exclamó desde donde estaba.

— Quiero que hagas la coreografía del cisne negro. ¿Crees poder hacerlo?.

— Claro será pan comido. — exclamó Ailee.

— Recuerda que también tienes un dueto con Maikol.

— Sí lo sé, interpretamos el baile de la Cenicienta.

— Tengo una duda, porque no lo hace con Yokaira.

— Ella se ha lecionado haciendo el giro de 180° grados.

— Mierda debió dolerle.

— Se recuperará dentro de 1 mes.

— Ojalá, porque sabes que me encanta hacer los bailes solistas.

— Bueno empezemos.

Ailee fue hasta el reproductor y la música retumbó por los altavoces era la melodía de Ludwig minkus, con la interpretación de Don Quijote.

Ailee movía su cuerpo con esa magia que solo ella podía lograr.

Cada movimiento al compás y a la perfección de la melodía, es un baile grupal, pero como solista ella lo interpreta muy únicamente mágico.

Dentro de la vida de Ailee no todo era perfecto ya que hay una pequeña historia, un secreto, una relevante mentira de la cual su familia no querrá decirle nunca.

Pasaron tres horas en los que Ailee entregaba hasta lo último en ensayar ese baile, para ella el ballet es como magia, las melodías y los bailes que ensaya son como sus acordes del día a día.

— Muy bien pequeña— dijo Yulieth muy emocionada al ver a su enana bailar con tanta pasión.

Yulieth ha enseñado a Ailee desde los 12 años y ya tiene 20, es como una hija para ella, ya que ella nunca pudo tener una.

—Ya me voy a casa— anuncio Ailee.

— Nos vemos mañana.

Ailee camino por el gran atardecer de la ciudad de Paterson, como cada atardecer tomo una fotografía del hermoso cielo ligado en colores rojizos.

— Que hermoso— exclamó y continuó su camino hasta llegar a casa.

Abrió la puerta con su llave y anunció su llegada corriendo a su cuarto a hacer las tareas de la universidad, al poco tiempo bajo en pillama, se había bañado y cambiado, recogió su larga cabellera color miel en una coleta con flecos sueltos por doquier.

— Buenas noches — saludo a sus padres.

— Que tal tu día querida — pregunto su madre sirviendo una rica cena de vegetales.

— Muy bien y el de ustedes — pregunto con gran entusiasmo.

— Muy bien hija — respondió su padre ya con su tenedor listo para devorar la cena.

Terminaron de cenar y se desearon las buenas noches.

Ailee se encontraba un poco cansada y desde que toco su pequeña cama quedó rendida en los brazos de Morfeo.

Todo es tan perfecto para ella, una familia, una buena educación y lo mejor su vida, su dedicación, el ballet, para ella dejar de bailar sería como morir y seguir caminando, respirar pero no poder ver, poder tocar un piano sin escuchar su melodía, eso y más seria para ella dejar el ballet.

Osita♡
Primer capítulo, espero y les guste un gran abrazo.