Si te sientes solo cuando estás solo, estás mal acompañado.
Jean Paul Sartre
Hay quienes se van, pero no del todo. Permanecen aunque no estén, aunque se hayan ido con o sin un adiós previo.
Están, siguen vivos dentro de nosotros, no se han ido del todo más allá de que no los podamos abrazar. Pero abrazamos sus recuerdos, sus sonrisas y sus malos ratos, sonreímos con ellos, los lloramos, los sentimos aunque permanezcan ausentes.
Notamos su ausencia, sí, la notamos tanto que hasta nos quema, quema tanto que nos dejan sin luz, quién sabe por cuanto tiempo estemos a oscuras quemándonos con la sombra de alguien del cual sólo quedan vagos recuerdos, pero también sentimos su presencia. Su ausencia es también su presencia, permanecen, los notamos al llorar, al recordar, al sonreír, su sombra vive por ellos ahora que ya no están, no se han ido aunque no estén.