- Llegas tarde - me dice Katy justo en el momento en el que entro al laboratorio.
- Ya lo se, no me fue muy bien esta mañana y por eso llegue tarde - me excuso con ella
- Todos tenemos cosas que hacer. Pero tu sabias las responsabilidades que te trae el ser lider de equipo.
Y aqui esta de nuevo este tema.
- Para empezar sabes que yo ni siquiera me postule, y solo ha sido un retraso, no es el fin del mundo - digo alzando la voz un poco, la verdad es que mi paciencia esta llegando a su limite.
- Pues lo siento mucho. Porque si es el fin del mundo. Hoy tenemos que terminar el experimento, por lo que es casi seguro que nos tengamos que quedar hasta noche - dice con un tono de triunfo. Lo cual no hace mas que agotar mi paciencia mas rapido.
- Sabes bien que no me puedo quedar despues de clases.
- Si lo se, pero ni modo. Te tienes que quedar hasta terminar la practica.
- Hey chicas que tal - dice Jerome, mi mejor amigo cuando entra y se pone la bata. Pero la verdad ninguna de las dos reitera mucho en su presencia. La "pelea" es mas importante.
- Pues ni modo para ti tambien Katy porque yo no me puedo quedar hasta después de clase.
- Los siento mucho. Creo que esto de tener dos carreras al mismo tiempo no en lo mas conveniente del mundo - dice con un aflijido tono de voz falso. Y eso no hace mas que enojarme.
- No lo sientas Katy, recuerda que soy la mejor de las dos carreras, además no creo que sea mucho para mí - digo con una sonrisa
- Claro que probablemente no sea mucho para ti. Eres una Nerd. Por eso los chicos nunca se fijan en ti aunque te vistas bien y te arregles, incluido Angel. Te ven como una rata de biblioteca sin personalidad.
¡Auch!. Lo de la personalidad dolió.
- Katy si crees que todo lo que hago es para atraer la atención de los chicos estas muy mal. Y prefiero que me vean como a una Nerd que como una perra barata de una noche como tu - digo con ímpetu
- Genial ahora te tengo que recordar que....
- Que les parece si nos ponemos a trabajar - dice Jerome con un poco de nerviosismo por que sabe que se esta metiendo en terreno peligroso.
- Como sea - dogo y me voy a la mesa.
En los vientos, en un avión.
No puedo creer que lo este haciendo. Es como liberarme de un gran peso de encima.
Pero estoy nervioso.
Si, es cierto, allí voy, cumpliendo mi sueño.
No se todavía que voy a hacer cuando me baje del avión. Tendré que buscarla, y pedirle ayuda, eso es obvio, pero no se todavía si es la misma chica que conocí. Desde los doce años que no la veo.
Pero sobre todo debo inventarle una historia creíble.
En la universidad, caminando hacia el estacionamiento.
- ¿Que fue lo que paso hace rato? - pregunta Jerome, el nunca había visto a Mayra responderle de esa forma a Katy.
- Pues como todos yo tengo un limite Jery
- Pero como que ese limite debió llegar hace rato, no te parece - ironisa
- Igual y tienes razón
- Ya en serio ¿Que tienes?
- Pues es que estoy hasta el tope. Tengo que acabar los experimentos y estudiar para los exámenes y no puedo. Te lo juro que no - dice Mayra. No es una mentira, pero no es la verdad.
- La verdad es que muchos no podemos ni con una sola carrera, y si tu te sientes presionada con dos es completamente normal.
- Pues si, pero agrégale a todo ser líder de equipo, ser la mano derecha del profesor y aparte tener a dos chicas que te odian sin ni siquiera conocerte.
- Ya. Pero vamos, que tu eres genial y tu puedes. O puedes aceptar mi ayuda.
- Gracias Jerome, pero ya te había dicho que no voy a dejar que te involucres.
- Bueno ya que no aceptas mi ayuda ¿Me llevas a mi casa?
- Claro que si.
Y ambos se van al Audi azul de Mayra, que ella dijo que pues un regalo de sus padres. No es del todo una mentira pero tampoco es la verdad.
Horas después en la puerta del departamento 2168
Mayra escucha el timbre, se extraña, porque ya son pasadas las 10 y no ha pedido nada.
Abre la puerta.
Y se sorprende porque nunca se imagino que esa persona estuviera allí: Santiago. Tarda un segundo en reaccionar.
- Hola - dice mientras se acerca y le da un gran abrazo. Después de que se separa le hace un gesto para que pase.
- Hola Mayra - dice el con esa sonrisa que a los doce años ella se hubiera derretido con solo verla.
Santiago todavía esta muy nervioso porque exixte una gran posobilidad de que ella le diga que no a lo que el le tiene que pedir.
- Te tengo que pedir un favor
- Claro
- Necesito que me dejes vivir aquí.
- Bien - dice ella pero al momento piensa en lo difícil que va a ser esconder su secreto con el tan cerca.
Gracias por leer. :)