«No puedo creer que compartí la misma cama con él otra vez» - piensa Cherryl recordando aquel momento, mientras termina de vestirse su rostro se sonroja.
«¡Ya cálmate!, no olvides tus sentimientos hacia él se están acabando» - Ella sigue inmersa en sus pensamientos debido a estar acercándose nuevamente a Aragón y sigue pensando.
«Nunca te he olvidado y todavía te sigo amando – confiesa Aragón tomándola de ambas manos mirándola a los ojos, su rostro se tiñe de rojo» - Cherryl recuerda las palabras que él dijo hace unos días, lo que hizo que su corazón se acelere.
«Qué lindo está» - piensa, mientras sale de la habitación y se dirige a la sala donde se encuentra con Aragón.
¿A dónde vamos? – pregunta ella, su voz se escucha nerviosa.
¡Ehh!, mejor vamos ya – responde él evadiendo la pregunta y agarra su mano, saliendo de la casa.
No es necesario que me lleves de la mano – dice ella sarcásticamente, pero Aragón ignora su comentario y no la suelta.
Mientras en la empresa de Aragón, ocurre una situación donde requieren la presencia de él.
Luna por favor llama al jefe – solicita Izan.
Recuerda que él solo viene a la empresa si es algo realmente importante – responde Luna.
¡Claro que lo es! Los inversionistas del proyecto no han firmado el contrato y desean hablar con él – Izan un poco exaltado le comenta.
Izan la negociación fue un éxito ¿Qué sucedió? – Luna preocupada por lo que acaba de escuchar toma el teléfono para llamar a Aragón.
No lo sé, por favor llámalo rápido – Casi llorando al no saber qué hacer le dice Izan a Luna.
En su restaurante favorito, se encontraban ambos almorzando y compartiendo tiempo desde la última vez que se vieron.
Quede tan llena – dice Cherryl mientras estiras sus brazos y se relajaba.
Tú no cambias – le dice Aragón limpiando con una servilleta los labios de ella y sonríe.
Suene el celular de él y ella se deleita observándolo.
¡Aló! – contesta Aragón.
…….. Ya voy para allá – cuelga el teléfono.
Mira a su alrededor buscando a la mesera para pagar la cuenta, se van rápidamente y llegan a la empresa.
¿Esta es la empresa? – preguntan ella.
Sí – responde él.
Pero, permaneces en la casa – refuta ella incrédula.
Para eso tengo empleados – fulmina Aragón.
Desgraciado – dice ella mirando hacia otro lado.
Mejor entremos, no te enojes – responde él.
Suéltame – le pide ella mirándolo sería.
Él la suelta y entran a la empresa, ve que todos están tensionados lo que hizo que se preocupara más.
Suelta mi mano Cherryl – dice él mirándola.
No quiero – responde ella entrecerrando los ojos casi amenazándolo.
¿Qué hace tu empresa? – pregunta Cherryl.
Adivina – sonriendo le dice Aragón.
Yo que voy a saber - responde confundida.
¡Recuérdalo!, tú misma me dijiste el nombre – continúa él.
Sorprendida de esas palabras no sabe qué pensar, si ella apenas recuerda cómo llegar a la casa.
¡Ah! Espera ¿no me digas que …? – se queda callada por un instante.
Sí, se llama Cherry empecé hace un año con ella no quería depender solo de mi familia y logré asociar ambas empresas.
Buenos días, jefe – saluda Izan
Buenos días - saludan ambos.
Se van los 3 a la oficina para hablar del tema tan urgente.
No sabría decirle exactamente el porqué, pero los inversionistas del proyecto no formaron el contrato – informa izan tratando de mantener la calma.
Cherryl que estaba hipnotizada por la belleza de aquel chico, hizo a un lado a Aragón y se acercó a Izan.
¡Qué bonito sos! ¿Caíste del cielo! – pregunta ella fascinada por él.
¿Qué demonios haces CHERRYL? – pregunta Aragón haciendo que sus celos apareces can ferozmente.
Izan desconcertado de la situación prefiere quedarse callado al notar que su jefe se puso de mal humor con esa chica.
Aragón ¿Por qué no me habías dicho que tenías a este angelito aquí? – pregunta nuevamente ella sin percatarse de la actitud de él.
¿Cómo te llamas? – pregunta ella toman su mano.
Eh... I-izan – responde él muy nervioso y sonrojado.
¡Oye! Suelta a mi empleado, acosadora - la sujeta del brazo y la quita del lado de Izan.
No me molestes, estoy hablando con él – responde ella molesta.
Estamos ocupados, ve a sentarte en ese sofá – refuta Aragón tan furioso que daba miedo.
«¿Por qué siempre me pasa lo mismo?» - piensa Izan.
Izan ¿Me das tu número? – le pide ese dato a él guiñando el ojo y sonriendo.
Disculpa a la señorita es muy imprudente – se disculpa Aragón en nombre de Cherryl.
¿Por qué? Es como un algodón de azúcar, lo compro y luego lo …. – dice ella con una gran sonrisa en su rostro.
Jefe no se preocupe, lo espero en la sala de juntas – dice izan y sale de la oficina.
¿Te gustó? - Aragón furioso por los celos y cruzando los brazos le pregunta.
No me gustó, ¡ENCANTO! Se ve tan tierno - responde ella con un brillo en su mirada.
Él no se aguantó más y le grita muy furioso, los celos lo invaden.
¿Qué te pasa? No acoses a mi empleado – grita él.
¿Estás celoso? – pregunta ella acariciando el rostro de él.