Cuando entré al comedor sentí una inmensa alegría desbordar los poros de mi piel. No me había dado cuenta lo mucho que había extrañado aquel ambiente conocido. En ese momento el telefono de mi padrastro sonó y él atendió, mientras me dirigía a mi cuarto. Que placer volver a mi propia cama. Me arrojé al colchon suspirando profundamente. Pero en esos momentos escuché la voz de Nahuel y sonaba enojado.
"¡No me puedes hacer esto!" "¡Maldita sea nunca fuiste un padre!".
Aquello me alertó y tras incorporarme salí de mi habitación al pasillo, y bajé para ver su expresion dolida y de derrota. ¿Quién estaba del otro lado del telefono? La palidez que mi padrastro tenía en su rostro no me gustaba nada. Fruncí el ceño al ver que acababa de hablar con quién era mi verdadero padre para arrojar con furia el celular al sillón.
-¿Qué pasa Nahuel? - tenía un mal presentimiento
- Tendrás que ir a vivir a lo de tu padre verdadero.
-¿Con ese imbécil? ¡No!
- Prepara tu equipaje Boris, en una hora vendrá por tí
-¡¿Por qué?! ¡¿No quiero irme?!
- No tienes opciones Boris
-¡¿Me abandonarás entonces?! ¡¿Como Sergio te abandonó en el pasado?!
-¡No!
Mi amado Nahuel me abrazó fuertemente y sentí cómo unas lágrmas humedecían su rostro. Sabía que me amaba y que no quería dejarme ir, pero ¿por qué no luchaba por mí entonces? ¿Por qué se rendía tan fácilmente ante el imbécil de mi padre que siempre fue alguien ausente? Con decir que no se dignó a aparecer en el funeral de mi madre.
-¿Qué pasa Nahuel? - le pregunté dolido - ¿Con qué te amenazó? - él me miró asombrado, ya que había acertado de lleno en la tecla - Sé que no accederías a semejante pedido sin luchar.
- Te amo Boris, eso nada ni nadie lo cambiará pero...tu padre siempre me culpo por la muerte de tu madre. Cambió bastante desde que ella murió. Y ahora, luego de lo que te sucedió, tuvo la excusa perfecta para acusarme de negligencia y demandarme logrando así conseguir una orden de juez.... - su voz se le quebró pero respiró profundo y siguió - Para prohibirme acercarme a tí de forma definitiva.
-¡Nooo!
Mi desesperación me llevó a abrazarlo y besarlo con pasión. ¿Por qué pasaba ésto? Yo amaba a este hombre con tal intensidad que la sola idea de tener que separme de él para siempre me resultaba insoportable. Pero era mi vida y no dejaría que nadie intervenga en mi decisión sobre cómo vivirla.
- Boris...no...no quiero perderte...no quiero que te vayas...yo....yo no sé...no soportaré tu ausencia....
- No me iré y el maldito de mi padre no se saldrá con la suya - dije confiado y seguro - Tengo una idea - Rapidamente tomé el celular de Nahuel y se lo acerqué - Llama a Sergio.
-¿Qué tienes en mente?
-Llamalo y pasamelo - así lo hizo mi padrastro y al tenerlo al telefono hizo lo que le pedí - Sergio, Nahuel y yo estamos en un aprieto y necesitamos tu ayuda....
Brevemente le relaté lo sucedido para pedirle luego que atestigue que los disparos en realidad iban dirigidos a Sara por algo relacionado con él y que yo me ví involucrado al defenderla con mi cuerpo.
Necesitabamos algo que anule la maldita orden del juez que consiguio el imbécil de mi padre. Por supuesto que Sergio accedió y si bien no lograría tener nada en media hora sí podria evitar que mi padre nos separe.
- Cuando tu padre llegue no te muevas de tu casa y llamame Boris.
-Descuida, eso haré. - al colgar sonreí - Listo Nahuel.
Debo reconocer que la cara de increulidad de mi amado Nahuel me causó gracia, ya que jamás se le habría podido ocurrir a él hacer algo así. Cuando le cayó la ficha sonrió y me abrazó con fuerza para besarme con salvaje voracidad.
- Boris te amo.
- No dejaré que nada ni nadie nos separe.
Cuando mi padre llegó se tuvo que dar con la dura realidad que le evitaría salirse con la suya. Sergio llegó al cabo de unos minutos luego. Mi padre estaba hecho una fiera dispuesto a alejarme de mi amado Nahuel y más furia le daba el ver mi actitud.
- ¡Boris, él ocasionó la.muerte de tu madre! - rugía - ¡Y casi ocasiona la tuya! ¡¿Cómo puedes querer seguir con semejante monstruo hijo?!
-No te precipites. - Dijo con calma Sergio, mientras entraba a nuestra casa - La orden que traes no tiene validez, ya que fue dada en base a una mentira.
-¡¿Tú qué sabes Sergio?!
- Más de lo que puedes saber tú - respondió Sergio - Los disparos iban dirigidos a mi hija en realidad y Boris que estaba con ella en esos momentos la protegió con su cuerpo
-Mentira.
- Es tu problema que no lo creas, lo probaré al juez que emitió la orden y tendrá que anularse. Además Boris es mayor de edad por ende tiene el derecho a elegir por sí mismo ya.
En verdad admiré a Sergio en esos momentos, ya que sin su ayuda jamás podría haberme quedado con mi amado Nahuel. El rostro desfigurado de mi padre al salir de nuestra casa fue de película. Mi amado Nahuel se limitó a mirarlo con profunda lástima, pero antes de que se marchara le.dijo:
- Entiendo que aún la extrañes, fue una mujer excepcional. Yo sigo extrañandola también, pero lo que intentaste hacernos a tu hijo y a mí no estuvo nada bien. Si quieres verlo debiste venir a casa en otros términos. Además sabes que yo nada tuve que ver con la muerte de ella.
Mi padre no respondió nada y tras subir a su auto se alejó. Yo suspiré aliviado cuando partió y con gran emoción abracé a Sergio mientras le daba las gracias más de mil veces. Nahuel sonrió al igual que Sergio.
- ¿Quieres quedarte a cenar con nosotros Sergio? - dijo Nahuel
- ¿No les molesta?
- Para nada - contesté - Llamare a Sara para que venga también.
Sergio sonrió y no se me escapó la mirada de anhelo que le lanzó a Nahuel, pero por suerte él no se percató de nada llendose a la cocina con él a preparar algo. Sara llegó al poco tiempo felíz.
Mientras esperabamos que nos llamen nos internamos en mi habitación a jugar videojuegos, mientras le relataba lo sucedido recién. Cuando nos llamaron bajamos justo para poner la mesa. Momentos luego los cuatro nos encontrabamos en la mesa como una verdadera familia.