Muerte

Lo primero que ví fue a mi padrastro en el living pero estaba demasiado quieto, su mirada estaba impregnada de terror.

- Boris - susurró y fue cuando lo ví. El maldito de mi padre estaba allí apuntándolo con una pistola a punto de dispararle.
-¿Padre? - dije sin dar crédito a lo que veía -¿Qué pasa?
- Boris sube al auto - me ordenó mi padre - Vendrás conmigo sí o sí - estaba desfigurado del odio que parecía sentir - No permitiré que pases un segundo mas junto a esta basura.

-¿Qué  dices? - el asombro estaba dejando paso a la furia 
-¡Sube al maldito auto! - gritó mi padre.
- Oye... ésta no es la forma.... - dijo Nahuel pero mi padre lo interrumpió 
-¡Callate Nahuel! ¡Ella nunca debió casarse contigo! ¡Es tu culpa que esté muerta! 
- ¡No es asi! - rugí dolido por la situación 
- Este tipo te lavó el cerebro hijo pero yo te salvaré - decia mi padre.

-¡No pienso ir a ningún lado contigo!
- En ese caso lo mataré aquí y ahora - me amenazo mi lunático padre - Entonces no tendrás opción. O vienes por las buenas o lo haces por las malas.

- Papá - lo miré aterrado de pronto, no sabía qué hacer. Las lágrimas humedecieron mi rostro — No me obligues...por favor...

- Míralo - decía Nahuel - Ésto no está bien, Boris no seria feliz a tu lado. 
- ¡¿Qué puede saber alguien como tú?! 
- Solo míralo ¿En serio crees que está feliz? 
- No voy a separarme de Nahuel, tendrás que matarnos a los dos...padre
- Boris ¿qué dices?

Pero mi padre estaba tan enloquecido que disparó,  vi cómo mi amado Nahuel caía al suelo envuelto en su propia sangre. Aquello hizo que en mí mente se haga un clik y enloquecido me avalancé sobre mi padre rugiendo para arrebatarle el arma.

No podía oír nada, solo forcejeaba con ese maldito que solo vino a arruinarnos la exisitencia, pero un disparo se escapo y sentí un dolor enloquecedor en mi estómago.

Llevé mis manos al lugar donde me quemaba y pude ver cómo se impregnanban de sangre. Mi padre me miró enloquecido de miedo mientras retorcedia

-B-Boris...tú...solo quería asustarlo... quería llevarte conmigo...nunca quise...
- Nos mataste a los dos...¡Maldito!... - voltee para ver a mi amado Nahuel que yacía en el suelo inconciente ensangrentado.

-¡Nahuel! - luego lo miré a mi padre con odio - ¡Maldito! - mi padre tiro el arma y quiso huir pero sin saber de dónde sacaba fuerzas la agarré y le disparé. Lo ví caer.

Tiré el arma sintiendo que empezaba a desvanecerme, como pude saque mi celular del bolsillo y llame a Sara.

- Sara...lo mató...el maldito lo mató...mató a Nahuel...lo mató...y...me disparó a mí también...nos disparó....pero lo mató...mató a mi amado Nahuel....

-¿De quién hablas? - su voz se notaba desesperada
-  De mi padre 
-¿Dónde están?
- En...mi...en mi...casa...

Caí al suelo y mi celular rodó lejos de mí. Como pude me arrastré hacia Nahuel y sujeté su mano. Él estaba inmóvil, no podía parar de llorar. Sentía la voz de mi amiga desde el celular pero no me importó. Me aferré a la mano de mi padrastro y susurré.

-En éste mundo nuestro amor está mal...pero en el otro mundo podremos disfrutarlo a pleno...siempre te voy a...a...amar... Nahuel....

Todo se volvió oscuro, lo último que murmuré y pensé fue en su muerte y la desazón que eso me provocaba.

- Lo mató, mi padre mató a mi amado Nahuel...a la persona que tanto amo en éste mundo. Lo mató....