Capitulo 11

Melissa.

Después de contarle todo a mamá nos quedamos dormidas en mi recámara.

Mamá me contó que Nana estaba enferma, así que le quería bajar su jornada laboral cosa a lo que Nana se negó rotundamente así que es mi hora de conversarla.

Nos bañamos y bajamos a desayunar.

Después de desayunar decidí contarle a Nana lo que había sucedido con Iker y convencerla para que trabajará menos.

--Hola Nana.--Le sonrio con alegria--Te quiero contar algo.

Me siento en una de las mesas de la cocina.

--Cuentame.--Enjuaga el último plato y se sienta junto a mi.

--Nana...yo...estoy enamorada!!! Se que suena super loco cuando sale de mi boca pero me enamoré y estoy segura de que es mi destino estar con el, es el amor de mi vida. Se llama iker, es alto como una jirafa, tienes unos ojos miel imnotisantes, usa lentes y lo amo.--

Mi Nana se me quedo viendo cómo la cosa más rara del universo, creo que no me entendió nada por que hable muy rápido.

--Nana dime algo...

Ella estaba como pasmada, vio el anillo que Iker me dio y sonrió inmediatamente.

--¡Estás enamorada!

--¡Si!

Empezamos a reír de felicidad.

--Necesito conocerlo.--Me dice con una sonrisa.

--Hoy vamos a salir, que te parece si lo invito a pasar a la casa para que lo conozcas.

--Claro que si, debo de conocer a el hombre que a robado tu corazón, haz cambiado demasiado, siempre sonríes, ya no estás con tu cara de fuchi.

Yo me río de su comentario.

--Es que el es la luz que me faltaba para sonreír.

--Me alegro mi niña.

--Yo lo se, y también se que me quieres mucho... Por eso te voy a pedir que nos dejes ayudarte, tú enfermedad no es un juego Nana.

--Lo se pero tampoco es para tanto.

--Claro que sí, así que ahora tu jornada de trabajo empieza a las ocho y termina a las cuatro como todos los domingos, los domingos no vas a venir a trabajar, entendido, no es una sugerencia es una orden.

Su cara se quedó sería.

--Lo hacemos por qué te queremos, Nana no me imagino una vida sin ti.

--Gracias mi cielo.--Me abraza con fuerza--Tienes un corazón enorme.

Correspondo a su abrazo.

--Mira quien lo dice.

En eso mi celular vibra.

Desconocido.

Enana ya estoy afuera.

                                                              Yo.

                                                  ¿Cómo es que tienes mi                                                        número?

Jirafita.❤

Es un secreto, ¿Me abres

la puerta?

                                                Niña bonita.❤

                                               Si ya voy.

Con una sonrisa en la boca, corro a abrirle la puerta a mi jirafa.

Vestia una sudadera azul cielo, unos jeans claros, tennis deportivos y sus lentes negros.

Iker.

Ella abre la puerta con una hermosa sonrisa.

Vestía un suéter de rayas rosas y blancas, una falda clara de mezclilla la cual me permitía ver sus hermosas piernas y unos tenis blancos.

--Hola bonita.--Le digo con una sonrisa.

--Hola.

--¿Nos vamos?

--Sí, este solo quiero que conozcas a alguien.

--Perfecto.

Ella me hace pasar y cierra la puerta a nuestras espaldas.

Me agarra de la mano y empieza a guiarme a no se donde.

--Nana el es Iker, Iker ella es mi Nana Rosa.--Una bella  señora con pelo canoso y ojos claros me observa con una sonrisa.

Tomo su mano y la beso.

--Mucho gusto.--Digo con una sonrisa.

--El gusto es mío muchacho.

--Bueno Nana ya nos vamos.--Dice mi enana.

--Esta bien, cuidala Iker.--Me dice la señora Rosa.

--Claro que si señora Rosa.

Melissa hace un movimiento con la mano.

Y nos retiramos.

--¿A dónde iremos?

Cuando estoy apunto de hablar me interrumpe.

--No se te ocurra decir que es una sorpresa por qué sabes que no lo toleró.

Yo me río de ella y alzo las manos en son de paz.

--Mi familia hizo una carne asada, así que te quiero llevar ¿Comiste?

--Si pero de pronto me dió hambre otra vez.--Ella sonríe y yo me río con ella.

--Solo iremos a comer después te quiero llevar a otro lugar.

La llevaré a un lago que está medio escondido o al menos nadie va allá.

Es un lugar tranquilo y romántico.

Subimos a el coche y nos abrochamos los cinturones.

--Y...¿Cómo dormiste?--Me pregunta mientras voy arrancando el coche.

--Bien a ti no te pregunto por qué lo más seguro es que hayas dormido como un oso.

--¡Oye! Yo no duermo como oso.

--Claro que sí.--Digo entre risas.

--Ja ja ja eres un idiota.--Yo continuo riendo.

--No te enojes amor, estoy jugando.--Sabia que se Hiba a sonrojar.

--¿Amor?

--Eso fue lo que dije.

--Eres el idiota más cursi y lindo que conozco.--Me encanta cuando lo reconoce.

Suelo burlarme de ella pero es mi forma de ser además ella es una cascarrabias profesional.

Por eso y mucho más me encanta.

Creo que somos muy distintos pero somos la pareja perfecta.

--Lo sé.

--Voy a poner música.--Dice prendiendo el estéreo.

Empezamos a platicar de temas sin importancia, como los extraterrestres y las vacas hasta que llegamos a mi casa.

Bajamos del auto y nos agarramos de las mano.

Creo que está nerviosa.

--Estoy nerviosa.--Dice agachando la mirada.

--Tranquila, yo voy a estar contigo, no olvides que te amo.--Me da un beso casto y yo la abrazo.

--Yo también te amo, mi amor.--Yo sonrió y ella me giña el ojo.

Abro la puerta y un grito hace que los dos saltemos.

--¡¡¡IKER!!! YA LLEGASTE.

Edith viene corriendo pero se frena al percatarse de la presencia de Melissa.

--Wow, ¿ella es tu novia?--Pregunta Edith mirando a mi enana de pies a cabeza.