Vampiro: criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos para así mantenerse activo.
Jure Grando es la primera persona que figura en un registro histórico bajo la nominalización de «vampiro». Fue un viejo campesino de la península de Istria. Su fecha de nacimiento es desconocida, Jure Grando falleció en 1656, o eso se creía, pues aun después de muerto aterrorizo a los pobladores durante 16 años. Los locales le llamaban «el Strigon», lo cual se traduce como «el vampiro» y según allí se dice, los pobladores eran acosados durante la noche, cuando este hombre recorría el pueblo golpeando la puerta de sus hogares, aún después de muerto. Al día siguiente, un miembro de la familia que había recibido los golpes de Grando en su puerta amanecía muerto.
Los pueblerinos, decidieron enfrentar a este hombre en compañía del sacerdote del lugar; luego de profanar la tumba de Grando y en el nombre de Dios expulsar al Strigon, numerosas lágrimas brotaron de los ojos del cadáver, el cual se quitó del sepulcro y fue decapitado.
A partir de ese entonces las leyendas comenzaron a escucharse en todo el mundo, incluso fueron la inspiración para escritores y artistas; había quienes creían que los vampiros eran tan reales como los humanos mismos, pero para mí no eran más que fantasías, inventada para sacar algún provecho o asustar a los niños cuando se portaban mal. Fantasía, debía ser fantasía.
-No, no, no, no; eso es mentira - continuaba diciendo - ¡dígame que es una estúpida mentira! -
-Se que es difícil de comprender, para ti más que a nadie que ha crecido creyendo en la ciencia por sobre todas las cosas, pero cada una de mis palabras no han ido más que la verdad -
-Los vampiros no existen - contrataque - son solo cuentos-
-Entonces explícale a este viejo, ¿Por qué el sol te quema? -
Baje la mirada, no tenía respuesta mucho menos explicación, pero me seguía negando a aceptar la verdad.
-¿Por qué eres tan rápido? - continuo Pablo - ¿Por qué tu mundo se ha vuelto más ruidoso?... no puedes explicarlo -
-Aun así - mi voz sonaba entrecortada y torpe -tiene que haber otra explicación, esto no puede ser verdad profesor - lo mire suplicante.
-No hay explicación que la que te he dado, pero te niegas a aceptarlo - se levantó y se dirigió a la cama, donde se sentó en un esquina - Legué a este lugar huyendo de mi pasado muchacho, al igual que tu yo también fui humano, aunque ya paso mucho desde entonces; tenía amigos, una esposa…y una hija - lo último lo dijo con melancolía.
-Usted me dijo que no tenía familia-
-Y es cierto, no tengo familia, ya no mas -
-Que…- dude, temía tocar un tema delicado, pero aun así…continue - ¿Qué les paso? -
-Mis amigos…no, mis conocidos; ellos no me comprendieron, y en cuanto a mi familia…no pude protegerlas. Lo perdí todo Jackson, al igual que tu -
-¿Por qué me cuenta esto ahora? -
-Quiero que al menos tu si me comprendas; comprendas el porqué de mis acciones. Kanato me conto que estaba muy mal, se le veía muy deprimido, quise venir a verte al instante, pero no me era posible, esperé hasta el anochecer y vine a tu casa como de costumbre, como dijo Kanato, tu estado era lamentable, no podía verte morir y no hacer nada, tú te había convertido un hijo para mí, me negué a dejarte ir como lo hice con ella, sé que te condeno a un vida de sombras, pero te prometo que no será para siempre, no permitiré que te pase lo que a ellas -
Por más que me negué termine por aceptar mi nueva realidad, no era algo fácil de asimilar, pero no tenía más opciones, por más que pensaba y buscaba explicaciones lógicas nada tenía sentido, y por el contrario, todo lo que Pablo me conto sonaba tan real, no tenía pruebas para seguirlo negando.
En películas, series y libros muestran a los personajes adaptándose rápidamente a su nueva vida y su nuevo cuerpo, pero ese no fue mi caso, me tomo casi una semana el solo hecho de aceptar que el mundo que yo conocía solo era una minúscula parte de todo lo que en el habita, mis ideas, creencias y dogmas fueron puestas en duda y no fue fácil para mi aceptar que todo ese tiempo había reído en una verdad a medias; me llevo trabajo y tiempo aceptar mi nueva realidad, ni hablar de poder manejar mi nuevo cuerpo con normalidad, era como comenzar de cero una vez más, tuve que aprender a caminar, pues siempre iba más rápido de que quiera y terminaba chocando con cualquier cosa, mi fuerza también fue un obstáculo difícil de superar, rompí varias cosas intentando hacer cualquier actividad normal, sin mencionar las veces que casi cometo suicido porque olvidaba que el sol era mortal para mí, pero in duda alguna lo más difícil fue aprender a controlar mi sed, mi hambre.
Paso un tiempo en el que por obvias razones no salí de casa ni recibí más visitas, para gente era un comportamiento normal para alguien desahuciado, no sabían lo que en realidad pasaba dentro de esas paredes; cuando por fin logra usar la fuerza y velocidad normal de un humano promedio me enfrenté a otro problema, y es que después de eso creí que usar mis habilidades seria pan comido, pero fue todo lo contrario, porque, aunque sepas encender un auto, no significas que seas bueno conduciendo.
Seguía siendo torpe como vampiro, aunque eso era normal en recién convertido no podía evitar sentirme incompetente. Pablo se mostraba cada día más ansioso, dijo que no podíamos quedarnos en el pueblo más tiempo, la gente estaba al tanto de mi condición, solo esperaban la noticia de mi fallecimiento, no podía fingir que en por alguna extraña razón había vencido el cáncer en etapa terminal, y aunque lograra fingir no hubiera tenido excusar para muchas cosas más; fingir mi muerte y huir era la única solución, no cometería el mismo error Jure Grando, el cual gracias a su ignorancia dio a conocer la existencia de los vampiros a todo el mundo.
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Editado: 30.08.2023