Cuando después de buscar tanto encuentras que ese enemigo era quien menos esperabas, puede ser un poco duro aceptarlo... Pero, si de verdad deseas acabarlo, toma aire, y piensa correctamente con la cabeza.
***
«Contrólate Jeon, guarda la calma, recuerda... Aquí, en este mundo, existe alguien a quien le importas»
Se repetía una y otra vez el chico de pelos rojos ya descoloridos. Una de sus extremidades dolían, pero ya no estaba seguro de cual era, desde que cayó desmayado había perdido la noción del tiempo, tal vez ya transcurrían días pero el solo era capaz de sentir el dolor de su cuerpo que lo hacían ahogar ligeros gritos de dolor.
Su cuerpo descansaba en la esquina de una habitación, inmóvil y frío a causa del contacto directo con el piso mojado, ya no era capaz de abrir los ojos y su pecho dolía a horrores, necesitaba una de sus pastillas o moriría.
La puerta de la habitación fue abierta, apareciendo frente a el un hombre, traía un par de zapatos y eso era fácil de deducir sin abrir los ojos debido al sonido sordo que los tacones de estos provocaban. El tintineo de lo que parecía ser una pequeña cadena se escuchó cuando el sujeto intimidante se colocó de cunclillas para observarlo más de cerca.
— Valla, así que este es el famoso Jeon Jungkook. —Habló con un acento básico mientras reía, de cierta forma le recordaba a alguien.
¡Claro que no, nunca podrán matarme, ¡Porque nunca estaré donde quieren que esté!!
Jungkook maldijo por el dolor de una de sus costillas al ser tocadas por el ajeno que seguía analizándolo de pies a cabeza con una risa.
— No sabía que estabas enfermo. —Siguió en un tono sarcástico que a Jeon le produjo azco. —De todas formas, si te dejo aquí sin una de tus pastillas morirás.
El pelirrojo quería golpearlo, pero su dolor le impedía moverse siquiera un centímetro. El tipo reía con diversión como si lo que acababa de decir fuera un chiste demasiado divertido.
— Pero... —Su tono fue tierno ahora. —No sería divertido ¿Estamos de acuerdo...? Divertido sería azotarte contra la pared, darte latigazos, golpearte el rostro Y DISPARARTE HASTA QUE LAS MUNICIONES SE AGOTEN!! ¡ESO SERÍA DIVERTIDO! —Su risa psicópata terminó de helarle la sangre.
— ¿Q-quién... Er-res?
El tipo volvió a reír, tomó al chico por el cuello de la sudadera azotandolo contra la pared provocando que este lo mirase a los ojos — Mira bien mi cara para que no la olvides nunca... —Jeon detalló aquel rostro casi al instante, ojos negros, nariz casi perfecta, labios grandes, y esa sonrisa de lado al borde de volverlo loco, definitivamente jamás olvidaría tal rostro.
— Si... Vas a... Ma-matarme... Hazlo... Ya. —El tipo estalló en carcajadas.
— No Jeon. Si quisiera matarte ya te hubiera torturado más que esto, y estarías suplicando por tu vida, pero solo quiero verte débil y oler tu impotencia por salir de aquí... —A pesar de que hablaba esa sonrisa permanecía. —Hacerte ver lo inútil que eres con esa enfermedad... Si de verdad quisiera asesinarte, ¿Crees que sería tan amable contigo?
— ¿Por qué... Nos odias tanto? —El chico sujetaba aquellas manos venosas que sujetaban su chaqueta y lo mantenía lejos del suelo.
— ¿De verdad no lo sabes? —Jeon negó con miedo. —Te lo diré entonces... Se creen justos, tú te crees justo y piensas que por eso todos deberíamos serlo, mantenernos fieles a esa escénica inocente y errónea que tienes del estúpido mundo, eres ese tipo de persona que cree que por una buena acción suya el mundo cambiará... Es por eso que los odio tanto.
— Nosotros no te hemos hecho... Nada.
— ¿NADA? —Rió nuevamente. —Acabaron con lo único que tenía en este mundo, con lo único que me pertenecía. Se encargaron de joderlo todo, nadie más podía hacerlo.
— Si fuera así, ¿Solo tú podías hacerle daño a ese algo? —Indagó el pelirrojo.
— No mereces saberlo. —finalmente lo soltó haciendo que cayera al suelo con brusquedad. El tipo volvió a colocarse en cunclillas, sacó un pequeño dispositivo de su pantalón. —¿Sabes lo que es esto?... En cuanto presione este botón la tumba de la madre de esa niña estúpida a la que amaste volará en mil pedazos, ¿Cómo crees que ella se sentirá? ¿Más cuando se entere que pudiste hacer algo para detenerme? —Volvió a carcajear. —¿De verdad crees que seguirá tratandote igual?
— TN... No es ese... Tipo de persona. —Contestó el sin mucha convicción.
— ¿Entonces que tipo de persona es según tu? "TN" No es distinta a ti... ¿También tratará de eliminar el mal no te parece?
— Idiota, cállate... ¡Cállate!
— Eso es lo malo de las personas buenas y justas... Cuando se trata de insultar a alguien repiten una y otra vez la misma frase... Eso es aburrido... Y débil.
— TN no es así.
— ¡Levántate! ¡Levántate dije! —Volvió a tomar al chico de la chaqueta para ponerlo de pie y comenzar a caminar con el.
— ¿A... Dónde... Vamos?
— ¿Te asusta tanto la idea de ver a tu amiguita y de que ella te rechace? —Sonrió. —Porque es justo dónde vamos.
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Editado: 21.03.2022