YoonGi dió una patada en el estómago de aquel Coreano-Japónes, Riu escupió un trago de sangre y volvió a reincorporarse como si nada hubiese pasado. Parecía bastante divertido de haber logrado irritar a uno de los hermanos.
— Que va... Min YoonGi es un poco más bueno que el devilucho de Park, nos divertiremos un poco más. —Exclamó una risa que logró poner los pelos de punta a cualquiera.
— ¿Cómo te atreves a decir eso de mi hermano? ¿Qué derecho tienes tú a hablar de mi hermano? ¡Nefasto hijo de perra! —Riu carcajeo con gracia.
— No... No estoy jugando. Espero que la muerte de esa perra te haya hecho entender que esto va muy encerio. —YoonGi escupió.
— Lo único que deja en claro es que eres un hijo de puta que se aprovecha de las mujeres. —Namjoon apoyó su cuerpo en una de sus rodillas mientras terminaba de derribar a Seungri y con una patada llevarlo en dirección a Riu.
— El policía no está mal. Seungri y Jhaan no fueron rivales para ellos, pero YoonGi no ha acabado conmigo. —La famosa Jhaan se puso a su lado, revolvió su cabello hecho trenzas y hizo una reverencia ante su jefe. Riu la golpeó — ¿Crees que eso ayudará? ¡Maldita hija de puta!
— Joven Kiudara... Creo que no es prudente que castigues a tus sirvientes en nuestras narices.
— Señor Jung, creo que no es prudente que usted confíe tanto en la gente de mierda que lo rodea. Siempre hay espacio para la traición. —Hoseok frunció el ceño.
— El perro habla por experiencia. —YoonGi recogió el cuerpo de Ji-Eun y fulminó a Riu con la mirada. —Quiero acabar contigo hijo de perra.
— El problema es que no eres tan rápido como crees...
YoonGi estaba por darle un golpe y callarlo, pero esa rubia sonrió lanzando un encendedof a uno de los botes cercanos a ellos. NamJoon tomó las manos de los dos chicos (incluido el cuerpo inerte de Eun) y salieron de ahí a toda prisa. Hoseok encendió el auto y condujo lo más rápido que pudo.
— YoonGi apresúrate, tenemos que largarnos... —Gritó NamJoon ayudándolo a subir el cadáver de Eun.
— Ese hijo de... —Pero no pudo terminar su insulto cuando aquel combustible detonó consumiendo todo en llamas.
— ¡¡YoonGi!! —Llamó NamJoon por última vez y el pelimenta subió rápidamente.
Las llantas del auto rechinaron cuando emprendieron el regreso a la mansión A-Jeon, no estaban seguros de lo que estaría pasando ahí, pero no era algo bueno.
A la puertas de la mansión se encontraba Momo junto a Jeongin y Taehyung, este último en un aspecto del asco. Los tres recién llegados decidieron ignorar lo último y fueron directo a la mansión. El lugar estaba en su mayoría destrozado, cosas tiradas por aquí y por allá, esta vez YoonGi quizo preguntar.
— Exactamente, ¿Qué fue lo que pasó aquí?
— Tenemos que hablar seriamente YoonGi-hyung... —Si bien era cierto que Kim y Min no se llevaban del todo bien, en parte gracias a el, justo ahora parecía ser un tema delicado, tanto o más para dejar las diferencias de lado. — El señor Jung estuvo aquí...
— ¿Mi padre? ¿Pudiste detenerlo? ¿Hizo algo? —Cuestionó Hoseok y envolvió a Momo en un abrazo.
— Jimin y SeokJin afortunadamente recibieron la ayuda de Wooseok, Kuanlin y JinWoo... Pero... Ese no es el problema...
— ¿Tú... ¿Dónde estabas? —Taehyung observó a NamJoon con una cara de "precisamente ese es el problema".
— Jeongin fue atrapado como rehén de Ghon... Fui ahí para salvarlo... —Los tres prestaron atención con interés —. Resulta que, el famoso C. Ghon, es quien menos esperábamos... Se trata de mi hermano: Kim Taeyang.
La Mirada de YoonGi y NamJoon se contrajo como si hubieran visto un fantasma, bueno, en realidad acababan de escuchar la anécdota de que un "fantasma" había tomado de rehén a Jeongin, tenía algo de coherencia su expresión. NamJoon golpeó su puño contra uno de los muros, sus nudillos se rasparon pero no pareció interesarle, en su lugar simplemente gruñó y revolvió su pelo.
— ¿Ese idiota no estaba muerto?
— Tae es un psicópata, utilizó a Sunmi para hacerte creer que así era. Sabe distinguir muy bien tus puntos débiles, atacaría por ahí para obtener todo a su favor...
— Y yo fui tan estúpido como para caer en su trampa...
— Ey, Joon, no fue tu culpa.
— ¿Cómo puedes decir que no fue mi culpa? ¡Claramente fue así! Yo dejé ir a ese idiota.
— Agh, Kim NamJoon no seas tan duro contigo mismo, tú no tenías idea de que el pod...
— ¡Soy el culpable! ¿Hay algo más claro que eso? — El moreno fue en dirección a la puerta, no escuchó el llamado de ninguno de sus amigos, ni siquiera el de su detective privado: Jin decidió dejar que NamJoon tomara un poco de aire. NamJoon dirigió su andar a uno de los jardines, Dios otros dos golpes en el muro y tiró de su cabello con rabia.
— ¿Cómo puedes concodersrte un detective si no lograste dar con Taeyang? ¡Eres tan estúpido e ingenuo Kim NamJoon!
Normalmente no era una persona que se dejara llevar por sus emociones, pero justo ahora era lo que menos le importaba, estaba tan ocupado en liberar su propia ira que tardó un poco en darse cuenta de la presencia de alguien más. NamJoon caminó unos pasos detrás y se escondió tras una pared lo suficientemente cerca para escuchar.
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Editado: 21.03.2022