Capítulo 24.

Aquella mañana de hecho todo se sintió un poco más extraño de lo habitual. Incluso BangChan recibió la llamada de su primo y ese azabache de Seungmin se había quedado a dormir en el sofá sin renegar que Hyunjin y Félix compartieran un cuarto.

Después de tan grande confesión que se aventó, lo que quedaba claro es que esos dos no solo eran amigos. Minho tuvo que rendirse a aceptar que Hwan quien tenía tatuada la palabra "drama" en toda la frente sería su cuñado.

— ¡Hyung! Ha ocurrido una desgracia! —Entró Félix a la habitación de su mayor.

— ¿Se lastimó alguien? —Preguntó saliendo de entre las mantas.

— No.

— ¿Se está quemando la cocina?

— No.

— ¿Todo el departamento?

— No... Pero...

— Entonces no es una emergencia. — Después de recitar tal frase volvió a su lugar dentro de los mantas.

— Hyung, ¡De verdad es urgente! ¡Jeongin se cortó con una espada!

Minho salto de la cama a toda prisa tan rápido como escuchó aquello, Félix no pudo evitar soltar una risita de burla cuando vio a su hermano mayor bajar a toda prisa por las escaleras.

— ¿Quién acaba de rebanarse una mano con una...? —Sus pasos se frenaron al darse cuenta de sus propias palabras. — Lee Félix, ¡Me mentiste!

— Ya que mi didi está celebrando el cierre de su caso. Este Hyung tuyo y tus Dongsaeng decidieron consentirte. —Habló Bang Chan.

— Entonces... ¿Nadie se quedó sin mano? —Bang Chan negó. — ¿Y Jeongin donde está exactamente?

— Salió. Dijo que tenía que hacer algo .

— ¿Entonces dónde está ese novio tuyo? Es raro, desde que volviste no se ha despegado de ti. ¡Sabrá Dios que cosas hicieron!

— ¡Hyung! —Félix tentó sus manos sobre sus mejillas para esquivar el sonrojo. — Acompañó a Seungmin-hyung a hacer algunas compras para la comida.

— Creí haberles dicho que no quería postres... —Bang Chan lo encaró con cara de bebé. — ¿Qué pasa ahora Hyung?

— Este Hyung tuyo quiere comer postre. ¿No se lo negarás ya que  hace mucho que no vengo a Corea y cuide a tu hermanito?

— Lo de cuidarlo no es del todo cierto. Lo hiciste un antireglas.

— ¡Minho-didi no seas así con este Hyung tuyo! —Defendió con un puchero.

La chapa de la puerta principal sonó indicando que alguien había llegado. Chan fulminó a Minho y este no tuvo más remedio que rendirse y decirle que se marchara a la cocina para preparar sus dichosos postres. Félix fue tras el casi al instante.

— Oh, Hyung. ¿Aún está en pijama? ¿No le dará un resfriado? — Minho observó en dirección a la puerta captando los pelos negros del chico de brackets. ¡Oh! Esperen un minuto.

— ¿Te quitaste los brackets Jeong? —El menor asintió con una sonrisa y dejó un par de bolsas frente a el. — ¿Qué es esto?

— Esto es para mí Hyung. —Comunicó con una sonrisa.

— Si... Supongo que a Bang Chan Hyung le gustará. —I.N. sonrió con ternura.

— No. No es para Bang Chan Hyung...

— ¿Seungmin?  —Jeongin negó nuevamente.

— ¡Es para tí, Hyung! —Minho contempló la mirada, había algo nuevo en esa mirada a parte de que se había quitado los brackets. Parecía como una nueva persona, como si finalmente después de mucho tiempo hubiese vuelto a poner atención en algo. Y no se trataba solo de Jeongin, había convivido siempre de la misma manera. Pero se sentía en familia, nuevamente en familia.

Trató de alejar esos pensamientos sin sentido, quizá el sentimiento solo se debía a que su Hyung y ese hermano cabeza dura suyo estaban de vuelta. Definitivamente no podría ser otra cosa. Observó nuevamente el rostro de aquel niño, sus ojos tenían un brillo especial y se mantenía con una sonrisa mientras aguardaba que su Hyung tomara la bolsa y le dijese algo.

— Gracias. —Respondió con dulzura y tomó aquellas bolsas entre sus manos.

— Espero que a Hyung le gusten estas cosas. Este Dongsaeng se esforzó mucho por encontrar algo del agrado de su Hyung.

— Entonces este Hyung lo apreciará inmensamente. —Las mejillas del chico se volvieron rosa carmesí. — Bueno, talvez deba subir esto arriba e ir a ayudar a Bang Chan Hyung. — Sonrió y tomó mejor aquella bolsa para subir por las escaleras.

—... ¡Hyung!

— Dime. —Minho lo observó esperando escuchar la petición que le seguía a ese repentino llamado.

Pudo observar como el chico limpiaba sus manos una y otra vez como si lo que fuera a decir fuese demasiado importante. Minho se volvió hacia el una vez más bajando los pocos escalones que ya había subido, Jeongin se puso aún más nervioso. Dudo varias veces y después aclaró su garganta y se dispuso a hablar.

Jeongin: — Podría ser un poco incómodo, pero si no lo digo ahora, me temo que jamás podré decirlo de una manera más abierta. Hyung probablemente se sienta mal y se moleste conmigo, entonces aceptaré el castigo que el me imponga, pero lo diré de todas formas...

— Jeongin solo habla porfavor.  —Le pidió el mayor con algo de irritación. Fuera lo que fuera estaba dispuesto a resistirlo. Quizá era algo insignificante, conocía a Jeongin y sabía que le gustaba hacer mucho drama por cualquier situación pequeña. Vió que aún no tomaba el valor suficiente así que colocó una mano en su hombro. — Sea lo que sea, este Hyung estará dispuesto a escucharte.