Es indescriptible el sentimiento que ocurre en el momento cuando esperas una respuesta que anhelas con el corazón. Es como si el tiempo se detuviera, cómo si tus 5 sentidos se agudizaran al punto que puedes percibir todo hasta el último detalle de lo que te rodea y aún así estar concentrado totalmente en lo que esperas.
En mi caso no fue diferente, sentía exactamente lo mismo y sé que muchos de ustedes en algún momento de sus vidas lo han experimentado en más de una ocasión, aún que parezca una simple oportunidad más, un intento más, un chance más, sabía que cuál fuera la respuesta iba a tener un impacto en mi vida.
El mensaje llegó con la respuesta que espere, ella me dijo que SI una vez más y me emocioné mucho por qué sabía que teníamos una oportunidad más de hacerlas cosas bien, que el destino jugará a nuestro favor, aún que la distancia se mantuviera existía la esperanza de poder acortarla definitivamente, era un riesgo que teníamos que tomar y una oportunidad que teníamos que aprovechar.
Ambos estábamos felices por así decirlo, teníamos altas expectativas que está vez si iba a funcionar tanto que coincidimos al decir que lo íbamos a seguir intentando cuántas veces fuera necesario. La conexión que teníamos era espectacular, confieso que en mi caso jamás había conectado tan bien con otra persona en toda mi vida y en tan poco tiempo.
Las cosas volvieron a ser como antes, eso pensé o eso pensábamos los dos pero en la vida hay cosas que no se pueden ignorar y una de esas cosas son las enseñanzas que te da la vida y una fue “Todo lo que un día fue y perdiste volverá, volverá pero no como antes” y tenía mucha razón por qué volvimos pero no todo era como antes, no tardamos en darnos cuenta que aquella emoción, aquel sentimiento que sentíamos cuando nos escribíamos por primera vez, cuando nos conocíamos, eso había desaparecido.
Creo que muchos cometemos el error de bajar la intensidad de atención e interés en una persona cuando la terminamos de conquistar, lo tomamos como si fuera una carrera en la cual te esfuerzas y das todo por el premio de oro pero cuando lo obtienes simplemente olvidas cuidar lo que tanto te costo. Cuando en realidad la carrera apenas comienza y lo que debemos es ser constantes hasta el fin.
Creo que eso nos pasó a nosotros, el amor no se había acabado al menos para mí no, pero el interés no era el mismo, la atención incluso no era prioridad, parecería que todo lo que nos prometimos al volver fue una buena portada de un mal libro, intentamos volver a ser como antes más no fue así, será que ambos nos mentimos solo por querer estar juntos otra vez dándonos faltas ilusiones por qué no soportábamos el hecho de estar el uno sin el otro.
Cual fuera el motivo, las cosas no marcharon de acorde lo planeado y vuelvo a repetir el amor entre ambos seguía intacto solo que fue algo difícil de entender cuando hay amores que están destinados a quererse pero nunca ser…
Yo no quería dejarla, ella tampoco lo quería pero era un sube y baja, por qué un día estábamos bien y al otro día mal era en lo único que éramos constantes, las discusiones siempre eran por lo mismo desconfianza que generaba celos, falta de interés, de atención y el causante de todo la distancia…
Mantener una relación de lejos es muy complicado y a eso agregarle una relación de internet es mucho más, habían momentos dónde pensaba que estaba perdiendo mi tiempo, probablemente si pero me aferraba a la tonta esperanza que todo mejoraría si ella regresaba al país, todo iba a estar bien y podríamos estar juntos sin ningún impedimento.
Ella me decía que pronto iba a volver, que era cuestión de tiempo para estar otra vez y definitivamente en el país, por mi lado yo estaba dispuesto a esperarla el tiempo que fuera necesario, tenía la esperanza que todo se resolvería con su llegada. Tanto así que en ese entonces se acercaba mi graduación, recuerdo que tenía su invitación y le dije que quería que ella me acompañara en ese momento tan especial para mí, que por favor hiciera lo posible por llegar para esa fecha, ella me dijo que era lo que más deseaba estar ahí conmigo y compartir tan grato momento.
Incluso me comento que tenía pensado llegar mucho antes, para mí fue una gran noticia por qué a pasar de la relación que estábamos llevando me hacía ilusión el saber que pronto estaría con ella y más aún el verla en mi graduación después de tanto. Paso un par de semanas y todo marchaba bien, el evento de mi graduación estaba a la vuelta de la esquina, los preparativos me mantuvieron la mente ocupada, ya se imaginaran estaba muy emocionado, ya era un hecho que me iba a graduar, finalice con buenas notas y comenzaba a rondarme las clásicas y famosas preguntas de ¿Qué iba a estudiar? Y ¿Dónde iba a estudiar…? También representaba el fin y el inicio de una nueva etapa en mi vida.
No fue algo difícil para mí contestarme ambas preguntas por qué desde mucho antes sabía muy bien a lo que me quería dedicar, desde muy pequeño crecí con la idea de convertirme en un gran médico y la universidad a la que eligiera dónde estudiar también lo tenía claro.
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Editado: 05.12.2022