Finn
Estaba lavando las frutas para comerlas, me gusta descansar cerca de pequeños lagos, nos podemos bañar, lavar la comida y la ropa. Admito que, con la llegada de Luna, en nuestro grupo ha disminuido la tensión y peleas, ellos están muy distraídos enseñándoles cosas de nuestro mundo, pensándolo bien, eso preocupa, esos dos mostrándole a un lienzo en blanco el cómo comportarse.
- ¡CUIDADO! –salta Brock hacia el lago.
- Imbécil, me empapaste.
- Tranquilo, sirve que quedas más limpio.
- ¿Podrías al menos usar más ropa?, hay dos chicas presentes.
- ¿Tienes miedo de que Ámbar se enamore de mi sabrosura?
- Disculpa, ¿a ti te gusta Ámbar?, eso es muy lindo.
- Luna, será mejor que te bañes, estás llena de tierra –no pude evitar sonrojarme, espero que no lo hayan notado.
- ¿Estás bien?, te vez muy rojo.
Le meto una pera en la boca para que se calle, sé que fue grosero, pero no quiero que Brock se entere y empiece a burlarse de mí, a todo esto, ¿dónde está Ámbar?
- ¡TODOS CUIDADO! –aparece sobre unas rocas y salta provocando que nos salpiquemos de agua.
Luce como una verdadera diosa del olimpo, tan bella, fuerte y alegre, luce tan increíble en su ropa inte… ROPA INTERIOR, NO PUEDE SER, ¿QUÉ ESTOY HACIENDO?, NO DEBERÍA DE VERLA.
- Si no te molesta entraré al agua cuando ustedes estén comiendo.
- A si claro, no te preocupes, yo me bañaré en la noche.
- No sean así, entren ya, nosotros no les aremos nada.
- Yo no sé nadar, me quedaría en la orilla, aparte de que no estoy acostumbrada a andar con poca ropa –dice sonrojada mirando hacia el suelo.
- Si nosotros no queremos entrar ya, no tenemos por qué hacerlo, así qu…
- Vamos Finn, entra con nosotros, el agua está increíble.
- Muy bien –esto lo hago porque Ámbar lo pidió amablemente.
- Yo si me quedaré aquí.
Le sonrío, ella se muestra tímida y muy tranquila en algunas ocasiones, siempre me pregunto en qué piensa, durante el día se muestra feliz y escribe cosas en su libreta, pero en la noche, cuando está sola empieza a llorar, le toco un poco de música con mi flauta mágica para que duerma, aunque creo que no debería de hacer eso, me tranquiliza verla dormir profundamente.
- Finn, si logro cazar un pájaro enorme tú lo cocinarás –grita Brock desde lo más alto de unas rocas.
- Si logras cazar un pájaro te rompo la cara, deja a los animales en paz.
- Woaw, yo no sabía que existían aves tan grandes.
- No de esa especie –dice Ámbar antes de sumergirse al agua.
Aparece un gorrión de como dos metros intenta devorar a Luna, salgo corriendo hacia ella y la lanzo al agua para que esté a salvo ahí, Brock se lanza sobre él para romperle el cuello y, pero el ave empieza a hacer acrobacias en el cielo provocando que se caiga Brock en el agua. Voy corriendo por mi arco y flechas para ahuyentarlo, pero parece ser que sólo lo estoy haciendo enojar, se dirige hacia mí con intenciones de comerme, logro esquivarlo, Ámbar le comienza a arrojar piedras y cambia de dirección hacia ella de nuevo, le tomo de las plumas de la cola.
- Mata a ese pajarraco de una vez –me grita Brock desde la orilla del agua, se transforma en lobo para atacarlo nuevamente.
- No debemos de lastimar a la naturaleza ni a sus animales –con esto, suela al ave, pero esta me toma con sus patas y me lleva volando.
Veo a los chicos intentado hacer que el pájaro me suelte, gritan cosas que no logro entender, cada vez se ven más pequeños, sólo me queda memorizar el camino para no perderme cuando logre escapar.
El pájaro va descendiendo hacia una cueva donde parece ser que se encuentra alguien, tal vez esa persona me pueda ayudar a encontrar a mis amigos.
- Disculpe, señor.
Sale un enorme troll de la cueva- ¿crees que me llenaré con un duende?
- Soy un elfo.
- Cállate enano, me comeré hasta tus huesos si es necesario.
En cuanto el pájaro me sienta salgo corriendo hacia los árboles, nunca me he enfrentado a un troll, y mucho menos solo, tengo que hacer algo para poder huir de aquí.
- Sal de donde estés, lo único que logras es hacerme enfadar y te prometo que si tardas en salir de tu escondite te comeré vivo.
Busco entre mis bolsillos, pero no logro encontrar nada que me pueda ayudar, sigo buscando por todas partes y encuentro unas moras venenosas.
- Dime de dónde sacaste esa ave, no existen gorriones tan grandes.
- Se lo quité a una bruja que me comí la semana pasada, con una poción lo hice crecer y ahora me trae mi alimento.
Escuchar eso me dio nauseas, si una bruja no pudo derrotarlo dudo mucho que yo si pueda hacerlo. Me mentalizo, respiro profundo y corro hacia el troll, exprimo las moras en mi mano y de un salto las embarro en sus ojos, salgo corriendo de ahí y el ave me persigue, esta vez pienso huir con todas mis fuerzas y corro como nunca lo había hecho.