Ámbar
- ¡NO PUEDE SER, SE LLEVARON A FINN!
- Hay que ir por él, no te preocupes, recuperaremos a tu novio.
Me enrojezco y lo miro con enojo, no es momento de juegos.
- ¿Ya son novios?
- Quiero golpearlos.
- Lo harás después.
Tomamos todas nuestras cosas lo más rápido posible y salimos corriendo hacia la mima dirección que el pajarraco ese.
- Yo si pregunté enserio.
- Lo siento.
Avanzamos corriendo, pero somos lentos y perdimos esa cosa inmunda hace mucho. No puedo perder tiempo, quien sabe qué le estará pasando- Brock, transfórmate en lobo, Luna y yo nos subiremos a tu lomo -. Dicho y hecho, vamos muy rápido, pero de nada sirve si no puedo ver al avesucha mal parida.
- Ámbar, tu cabello está…
- No te preocupes, el cabello de las brujas cambia dependiendo de la intensidad de sus emociones -comenta Brock.
Debo de calmarme un poco o sino terminaré prendiéndole fuego a algo o alguien sin querer, otra vez.
Seguimos por como media hora y no hay rastro alguno de Finny, estoy realmente preocupada y asustada.
- Ahora es morado, ¿si te abrazo te sentirías mejor?
- Eso es muy tierno, gracias –veo un ave a lo lejos- ¡corre, corre!
Comienza a subir por unas rocas y después, con algo de dificultad, sube entre los árboles, al estar muy cerca del pájaro salto lo más que puedo y lo golpeo muy fuerte con mi puño, pero, no es el ave que busco. Comienza a hacer ruidos extraños y nos caga enzima.
- Que buena idea pegarle en el estómago.
- Cállate.
Agarramos unas hojas para quitarnos lo que podamos de la caca de la cosa esa.
- Estoy cansado, hay que recostarnos un poco.
- ¡No quiero!, si no me piensan ayudar iré yo sola –me voy corriendo mirando hacia todas direcciones buscando alguna señal de Finn.
Mis ojos se empiezan a humedecer, pero los seco y continúo ya no puedo perder tiempo, tal vez esa maldita ave del demonio se lo quiera comer o se lo dé de comer a sus hijos, acelero el paso, pero al escuchar unos gritos de dolor, tropiezo.
Me levanto y corro hacia la dirección de donde escuché ese grito, a lo lejos veo a un troll correr, parece que persigue algo o a alguien, también aparece el pájaro que se llevó a Finn, está chocando entre las ramas de los árboles. Decido perseguirlos, aunque aún no sé qué haré cuando los alcance.
- Te encontré maldito gnomo.
- ¡ÉL ES UN ELFO! –grito mientras me lanzo al troll y le rasguño los ojos con mis uñas, grita e intenta agarrame, pero compiezo a presionar mis dedos en sus ojos mientras siento un líquitdo caliente entre mis dedos, con mis piernas los ahorco lo más fuerte que puedo, pero logra tomarme de la espalda y encaga sus asquerosas uñas en mí.
Me tira al suelo y creo un campo que nos protege de sus ataques, en eso aparece Brock transformado en lobo y ataca su cuello decapitándolo de una sola mordida.
- Eso fue muy intenso, ¿te encuentras bien?
Miro mis manos ensangrentadas, al parecer la sangre es del troll, le debí de haber reventado los ojos o algo así- me encuentro muy bien, ¿y tú?
- De maravilla, muchas gracias.
- Oigan, que no se les olvide que estoy aquí, dejé a Luna escondida en los arbustos. No hay que decirle lo que pasó, se puede asustar mucho.
Vamos por Luna que por suerte se encontraba a salvo, no le mencionamos nada, sólo que lo encontramos tirado. Fue bueno guardarle lo ocurrido, creo que ninguno de nosotros podrá dormir después de ver como el pájaro se come el cadáver del troll.
- Será mejor que nos volvamos a bañar, esta vez todos juntos para evitar que nos ataquen por separado –propone Brock y todos aceptamos sin ninguna objeción.
- Ámbar, tienes heridas en tu espalda, ¿qué más pasó?
- Nada, yo también me caí cuando iba por Finn, voy a curarlas de inmediato, gracias por recordarme.
Después de curar las heridas de Finn y las mías nos metimos todos a bañar, ya era más de tarde y el agua estaba más caliente que en la mañana. Nos moríamos de hambre, así que decidimos comer ahí mismo, como nunca compramos mucha carne, Brock casi siempre la tiene que cazar, esta vez cazó una familia de mapaches que se encontraban cerca de nosotros, obviamente Finn se enojó mucho.
- ¿Cuántas veces les ha pasado que se lleven a uno de ustedes y lo tengan que rescatar?
- Bueno, pues como unas 5 veces, al que más tenemos que rescatar es a Finn, como es muy pequeño y débil es fácil llevárselo.
- Y eso que el más problemático eres tú. Pero no te preocupes, te enseñaremos a defenderte.
- ¿Nunca se han querido cambiar de viajeros a cazadores?
- No, mucho papeleo.
Luego de charlas sin sentido y mucha comida, especialmente frutas, llega la hora de dormir, todos estamos en nuestras tiendas de campaña, pero ninguno duerme, no los puedo ver y aun así sé que después de lo sucedido ninguno dormirá. Luna aún tiene que ser dormida por Finn y nosotros nunca podemos dormir después de matar a un ser pensante, incluso era difícil al principio ver a Brock matar sin piedad a los animales, ahora nosotros estamos manchados de sangre por todos los tipos a los que matamos en defensa propia o para proteger a otros, aunque haya sido de buena manera, la culpa sigue ahí.