Emprendemos otro viaje al pueblo que está a una hora, el granjero que nos acogió en su posada nos dijo que en ese pueblo podremos encontrar muchas cosas extrañas como pesuñas de hipogrifo, plumas de fénix, cuernos de unicornios y corazones de cuervo, también dijo que ese lugar es muy raro y hay criaturas y personas de todo tipo. Para mí suena fascinante y a la vez atemorizante, aunque no entendí nada de lo que dijo, también no sé cómo reaccionaré cuando llegue, pero espero no desmayarme de la impresión.
- Si estás tan nerviosa me puedes dar tu mano –dice Brock mientas me sonríe.
- Gr-gracias –lo pienso un poco, pero termino tomándolo de la mano, ahora me siento más preparada para que mi mente explote.
Llegamos al pueblo y lo primero que veo es a un gran lagarto volando y sacando fuego, me dijeron que eso se llama dragón y que son enormes, que ese no tenía ni un año de nacido, pero su tamaño ya era casi de la mitad de mi cuerpo. Estaba tan maravillada mirando a los alrededores que choqué con un caballo con alas, se asustó y empezó a revolotear. Más a delante observe a un hombre enorme con un ojo que estaba comiendo algo muy extraño que parecía vivo, Finn mencionó que es un ciclope que está comiendo murciélagos y que debo de tener cuidado con ellos porque son muy temperamentales.
Este lugar está lleno de pequeños mercados y comercios, Ámbar explicó que, aunque todos o la gran mayoría podamos vivir en armonía, se acostumbra más a que todos se dividan en pueblos según sus razas y que no hay muchos pueblos como este.
Nos dirigimos a un bar en el que nos sirvieron comida, Brock dijo que si decíamos que era el cumpleaños de uno de nosotros nos darían tarta, pero Finn lo regañó porque eso sería mentor y está mal, aun así, Ámbar le dijo a la mesera de que era mi cumpleaños y se dirigió a la cocina.
- A todo esto, ¿cuándo cumples años?
- En el reino todos cumplimos años el mismo día en el que nuestro salvador nació, el 25 de diciembre.
- ¿Quién es ese salvador?
- El hijo de Dios, que vino a la tierra a morir por nuestros pecados.
- Yo me sé otra historia –comentó Brock-, la Diosa de la Luna y el Dios del Sol tuvieron muchos hijos, los cuales llamaron estrellas, varios de ellos se unieron y crearon las constelaciones, que nos cuidan y observan mientras dormimos, también la Diosa Luna controla nuestros sueños.
- Los Dioses de las plantas, animales, el día, la noche, la lluvia y la tierra cran todo eso a través de besos.
- ¿Entonces si una coneja está embarazada es porque el Dios de los animales le dio un beso?
- Así es
Ámbar y Brock se empiezan a reír de la historia de Finn.
- Pues yo no tengo Dioses, nuestro señor trajo la magia de su reino oculto en la oscuridad, con los rayos de sol le dio luz, creando varios tonos de gris, lo que quiere decir que la magia no es negra ni blanca, depende del cómo la uses si se determina buena o mala, también nos dio muchos años de vida y mucho conocimiento a cambio de servirle fielmente y estar para él si alguna guerra se llegara a aproximar.
- ¿Cómo saber cuál historia es la verdadera?
- No importa, lo único importante es de que puedes escoger creer en lo que quieras.
Me quedo pensando en lo que dijeron mis amigos y me cuestiono la veracidad de la historia que me contaron toda mi vida, mis pensamientos son interrumpidos ya que la mesera regresa con una tarta y junto a ella venía el cocinero, me volteo para darle las gracias apenada porque no es mi cumpleaños, pero cunado volteo veo a mi padre, el que se supone estaba muerto, él me mira y pronuncia mi nombre en un susurro, palidezco y salgo corriendo de ese lugar, me estampo contra un ciclope el cual se voltea muy furioso y me empuja al suelo.
- ¡ALTO, DETENTE!, ¿estás bien?
- ¿Por qué sigues vivo? –comienzo a llorar mucho, mis preocupados salen corriendo apartan a mi padre de mí con enojo y confusión. Brock intenta calmar al ciclope.
- ¿Te hizo algo este señor? –pregunta Finn preocupado.
- Soy su padre –nos miran con asombro.
- ¿Eso es verdad? –asiento con la cabeza.
- Yo pensé que estaba muerto o en la cárcel.
- Es uno de esos padres ausentes.
- Claro que no… bueno tal vez, es complicado.
- Explíquenos que hace aquí si ella es del reino de los humanos y esta es la primera vez que sale de ahí –lo comienzan a amenazar.
Sale la misma mesera que nos atendió para llevarse a mi padre a la cocina, nos regaña por el alboroto y mi padre dice que lo esperemos en su casa que nos lo explicará todo, nos da la dirección y sus llaves.
- Que idiota, ¿no sabe que le podemos robar todo?
- Pero no aremos eso.
- Luna, ¿tú sabías algo de esto?
- Yo pensé que él estaba muerto –rompo en llanto otra vez.
Fuimos la dirección que nos dio y llegamos a su casa, era pequeña, muy apenas para una persona.
- Al menos podemos decir que está solo, es bueno saber que no tiene otra familia, ¿no lo crees, Luna?