36| bombon

Después de tan placentero baño, Xandro le había mostrado toda la casa y ahora estaba acostado en su habitación. 

Habían hablando con su pequeña sandía la cual estaba encantada con bombón. Era la nueva integrante de la familia. Una bola de pelos.

Había convencido a su padre de comprarle un conejo, que por su puesto ella no estaba nada de acuerdo con que tuviera ese conejo, por qué era una responsabilidad muy grande.

— tenemos que dejar que se haga responsable, si vemos que no, pues tendremos que buscarle otro hogar — dijo xandro al ver enojada a xibiani.

— cuando veas la carita que pone de chantaje, tú también sederas y será imposible — se quejó, no conocía también a su hija como ella misma.

— pues es que es igual a ti de caprichosa y mimada — dijo riéndose, era obvio que sandía era  como ella.

—  bueno, no tiene nada de malo ser CAPRICHOSA Y MIMADA — dijo molesta por su comentario.

— claro que no tiene nada de malo, a mí me encanta que seas así — se acercó abrazándola .

Xibiani de nuevo corrió al baño para vomitar, de verdad que la comida le había caído muy mal.

— ¿ Creo que deberíamos ver un doctor mi amor ? No es normal que estés así — dijo xandro en la puerta del baño.

— solo es la comida, para mañana estaré más que bien, ya lo verás.  — volvió con él a la cama y habían elegido una película, que por su puesto a mitad de la película xibiani se había quedado dormida, xandro duró un poco más despierto. 

Le habían notificado que su matrimonio ya era más que legal. Lo cual lo tenía muy feliz. Se dedicó a verla un poco más dormir cuando cayó dormido

Xibiani en la mañana amaneció muy bien , decidieron  salir a caminar y buscar un pequeño lugar donde comer en una plaza que estaba cerca de la casa.

Xibiani estaba encantada de estar en esas bellas calles y los lugares eran hermosos, rústicos.

— sabes me encanta Barcelona está lleno de historia y todo están rústico — le dijo a xandro después de haber desayunado.

— me alegra que te guste, hoy iremos a la oficina y a mi departamento por unos documentos que se me han quedado ahí —

— me llevarás a tu departamento de soltero, eso será interesante — xandro escucho ese comentario como algo peligroso. Pago la cuenta y espero a Ernesto para que los lleve primero a la oficina.

Xibiani observó toda la empresa de verdad que, ella se imagina un edificio, pero no era así,  era una gran casa colonial que se había habitado perfectamente como una oficina de gran clase. Estaba enamorada de ese lugar.

— te mostraré mi oficina y después el área de comida que está cruzando esa pequeña calle — xibiani volteo por la ventana viendo un enorme área verde y enfrente el lugar de comida.

Xibiani estaba algo sorprendía la oficina de xandro era sencilla con lo justo y necesario pero lo que sí era obvio era su gran colección de autos deportivos, que estaban justo detrás de su escritorio.

— que bueno que ví esto, así sabré que regalarte en tu cumpleaños — dijo abrazándolo y dándole un pequeño beso.

— me alegra que sepas que darme, ¿ Qué te parece mi oficina ? — pregunto tomándola muy bien de la cintura.

— pensé que sería más extravagante, por como eres, pero es perfecta y sencilla, me gusta — xibiani sintió sus manos por debajo del vestido que se había puesto está mañana .

— ¿ Qué crees que haces ? — pregunto

— tu tranquila Méxicana que yo se lo que hago y seremos rápido y silenciosos — xandro la llevo hasta su escritorio subiendo su vestido para el desabrocharse los pantalones dejando su sexo al descubierto.

— eres un caliente — dijo xibiani sintiendo como era penetrada por el.

— y tú bien que coperas — no le dejó responder el beso con lujuria, mordiendo sus labios salvajemente.

Xibiani enredó sus piernas en su dorso para tener mejor agarre. Mientras xandro no la deja de penetra (...)

Xibiani estaba más que satisfecha con el rapidin,  que acababa de tener. Que moría de hambre.

— xandro vamos comer — xandro estaba firmando unos papeles para irse.

— ¿ Qué quieres comer ? — pregunto viendo sonreír 

— se me antoja mucho la sandía, pero justo ahora muero por un buen emparedado de verduras — dijo saboreando.  Xandro sonrió, se levantó y la tomó de la mano para ir al área de comida.  

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